La fe en el interés de Dios afecta vidas para el bien
PARA muchas personas la vida es triste y sin propósito. Sienten que Dios no tiene interés en ellas. Pero un estudio cuidadoso de la Biblia ha ayudado a un número creciente de personas a cambiar su punto de vista. Han llegado a convencerse de que Dios sí se interesa realmente por toda la humanidad, y esto les ha traído muchos gozos.
Liberado de la tristeza y la desesperación
Un joven de dieciocho años de Costa Rica contrajo una enfermedad que los médicos no pudieron diagnosticar. Su condición empeoró progresivamente. Mientras que al principio podía caminar con muletas, pronto tuvo que usar un soporte metálico y finalmente quedó limitado a un sillón de ruedas.
En cuanto al efecto que esto tuvo en él, dice este joven: “Hallándome en una situación tan desesperada, a menudo me emborrachaba. Estaba hastiado de la vida y, francamente, no tenía verdadera fe en Dios. Pensaba que Él era el responsable por mi condición. Muchas veces decía: ‘Dios mío, déjame morir.’ A menudo pensaba en quitarme la vida, y en una ocasión hasta lo intenté. Molí vidrio y estaba a punto de tragarlo con algo cuando llegó un amigo y me detuvo.”
Más tarde este joven se fue a vivir con su hermano. Por medio de su cuñada, una testigo de Jehová, se dirigió su atención a la Biblia y la grandiosa esperanza de vida libre de enfermedad y muerte que ésta promete para los amadores de la justicia. Empezó a estudiar las Sagradas Escrituras con los Testigos. Con el tiempo cambió completamente su punto de vista de la vida, apreciando que la imperfección humana era responsable por su estado, no Dios.
Ahora, como Testigo bautizado, halla mucho gozo en vivir en armonía con la voluntad de Dios. Ya no trata de escapar a sus problemas, dejándose dominar por las bebidas alcohólicas. Con respecto a la asociación con sus compañeros Testigos, declara: “Me siento útil dentro de la congregación y en ella hallo afecto y amor.”
Ayudado a descontinuar una vida de crimen
Aunque no padecen de alguna enfermedad, algunas personas adoptan un proceder que es completamente ilegal y que solo les trae dificultades. Esto le sucedió a un joven de Minnesota, Estados Unidos. Llegó al grado en que tenía la sensación de que no tenía mucho por qué vivir. Relata:
“A la edad de dieciséis años empecé a trabajar en restaurantes y comencé a usar y vender drogas. Por medio de mi trabajo en el restaurante también llegué a conocer a miembros de un sindicato del crimen. Impresionado por el poder que tenían sobre la gente, me propuse llegar a ser un líder de la Mafia. Dirigí todo esfuerzo a esa meta; hasta conseguí una pistola y la llevaba siempre conmigo.
“Con el tiempo hice que mi hermano comenzara a tomar drogas. Entre los dos robábamos automóviles y ropas. Razonaba yo que aquellos a quienes robábamos realmente no necesitaban las cosas que les quitábamos. Al mismo tiempo sentía que estaba haciendo el bien, porque regalaba a mi madre, hermana y amigos cosas robadas.
“Después comencé a tratar con drogas ‘falsificadas’ y estuve bajo presión tanto de los promotores como de compradores. Al descubrir el engaño, reclamaban dinero. Esto me llevó a tener una crisis nerviosa a la edad de diecisiete años.
“Pero aun así no abandoné mi actividad criminal. No solo continué robando, sino que tenía en muy poco el golpear a otros hasta el grado en que tenían que ser hospitalizados. Finalmente fui arrestado por intento de homicidio y ataque. Como la mayoría de mis amigos estaban en la cárcel, el encarcelamiento no me preocupó. Pero pronto estuve libre bajo fianza y después no fui sentenciado.
“Con el tiempo mi actividad criminal puso en peligro mi vida. Durante una reunión de drogas varios jóvenes, que generalmente no frecuentaban esas reuniones, vinieron. Tuve la sensación de que estaban allí para matarme en venganza. De modo que decidí escabullirme y suicidarme. Un intento de tomar una dosis excesiva de drogas fracasó cuando, a causa de la nerviosidad, no pude acertar la vena. Entonces abandoné rápidamente la casa. Después de pensar mejor el asunto, estaba seguro de que no valía la pena seguir viviendo la vida. Me alejé a una carretera cercana, pensando que pediría a los automovilistas que me llevaran a algún sitio lejano para morir allí de inanición o de frío.
“Me recogió un grupo de jóvenes que me dejó en un lugar apartado tal como había planeado. Pero los ladridos de enormes perros de las granjas vecinas me asustaron, haciéndome cambiar de parecer en cuanto a permanecer allí. De modo que le hice señas a un camión y, siguiendo el viaje “gratis,” con el tiempo me dirigí a la costa occidental. Nuevamente pensaba emprender una vida de crimen. Pero antes de buscar a personas conocidas en Los Ángeles, decidí ponerme en comunicación con mi tía en otra ciudad.
“Esta tía era una testigo de Jehová y verdaderamente creí que ella había sido engañada por su religión. Al llegar a su casa le empecé a hacer muchas preguntas. Durante los días que siguieron discutí la Biblia con ella, manteniéndola despierta hasta las primeras horas de la mañana. Lo que realmente me impresionó era la felicidad que expresaba cuando contestaba mis preguntas con la Biblia. Las respuestas tenían sentido. Aprendí que, a pesar de mi muy mal proceder, debido a la bondad inmerecida y misericordia de Dios, podía llegar a formar parte de su pueblo, el pueblo más feliz que yo había conocido.
“Hoy, como testigo de Jehová, me regocijo en haber pasado ya más de cuatro años ayudando a otros a apreciar que Dios se interesa por la humanidad. Le agradezco mucho por hacerme ver cuán recompensadora puede ser la vida cuando se vive en armonía con su Palabra, la Biblia.”
Hallando verdadera satisfacción en la vida
Claro que mucha gente no sigue un derrotero de crimen, como en el caso de este joven. Aún así quizás estén llevando una vida que muestra que carecen de propósito y dirección. Todo lo que pueden ver es lo rutinario de la vida y sus diversiones.
Esta fue la experiencia de una norteamericana que vivía en Tokio, Japón. Su vecina japonesa empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová y, por lo tanto, sus conversaciones de vecindario a menudo se dirigían a temas religiosos. Pero nada produjo una impresión profunda en la norteamericana. Estaba demasiado abstraída con su rutina regular. Estaba muy ocupada en actividades de la iglesia... una continua sucesión de asociaciones, comidas, noches y programas para adultos. Se daban y se asistía a cenas. Sin embargo no era verdaderamente feliz. Su vida parecía tener un cierto vacío.
Al volver a los Estados Unidos, halló que las cosas habían cambiado para ella. Al no estar ya ocupada en una serie de entretenimientos, empezó a pensar seriamente en su vida. Hace notar:
“Me interesé en buscarle un significado profundo a la vida. Mi situación en el hogar era muy infeliz, y cada día me volvía más desesperada, más desesperanzada, sin nada verdaderamente importante por lo cual vivir. En el fondo de mi conciencia supongo que sabía que mi relación con Dios no era satisfactoria. Oré pidiendo felicidad, rogué, intenté hacer un trato con Dios por solo un poco menos de angustia y desgracia. Sentía que mi vida se había vuelto un hoyo oscuro y vacío. Estaba mentalmente exhausta, sin alivio a la vista.”
Entonces, algo sucedió el invierno pasado [de 1973] que resultó en un excelente cambio en la vida de esta mujer. Una joven le entregó un tratado. Al abrirlo después, lo reconoció como una publicación de los testigos de Jehová y pensó para sí: ‘Bien, ¿por qué no probar esto? Ciertamente no puede ser malo. No tengo nada que perder si solo llamo al número de teléfono de la parte posterior.’
Continúa: “Bueno, ciertamente que no fue malo. Fue el comienzo de la más maravillosa y hermosa sensación de paz y seguridad y esperanza para el futuro. Allí, en la Palabra de Jehová, estaba la guía más excelente para la vida... para la vida verdadera, para la vida eterna, para la vida en un medio perfecto. Todas las preguntas que habían estado bullendo en mi mente durante años tenían su respuesta en la Biblia. ¡Cuánto significó esto para mí! Muy pronto llegué a darme cuenta de que mi ‘conocimiento’ bíblico anterior era superficial, y en su mayor parte incorrecto. No era raro que no hubiera sabido adónde dirigirme para reformar mi vida.”
La hipocresía religiosa, un impedimento para reconocer el interés de Dios
A veces lo que la gente ve entre los miembros de sus organizaciones religiosas los desalienta enormemente y hace que se olviden de Dios.
Un matrimonio en el estado de Michigan halló que esto les había sucedido a ellos. Estaban perturbados por la hipocresía religiosa entre los miembros de su propia iglesia. Supieron que muchos compañeros miembros de la Iglesia Metodista local acostumbraban a intercambiar esposas. Disgustados, dejaron de asistir a la iglesia. Pero, como dijeron ellos: ‘Al abandonar la iglesia sentimos como si hubiéramos abandonado a Dios y sabíamos que no deberíamos haber hecho eso.’
No obstante, su experiencia hizo que, con el tiempo, pensaran acerca de los testigos de Jehová. Esto fue porque la conducta de los Testigos los impresionó. El hombre y su esposa hasta les dijeron a sus amigos y vecinos que les gustaría llegar a ser testigos de Jehová, diciendo: “Todos ellos parecen tan sanos y tan versados en la Biblia.” Después, aceptaron gustosamente el ofrecimiento para estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Sobre la base del creciente conocimiento bíblico, el hombre, a pesar de ser un masón de grado treinta y dos, cortó sus relaciones con la Logia Masónica y ella con la Orden de la Estrella del Oriente.
Tanto el hombre como su esposa son ahora muy felices al poder ayudar a otros a apreciar que hay un grupo de cristianos que muestran aprecio por el interés de Dios esforzándose por hacer su voluntad.
Si usted se ha sentido desilusionado por la hipocresía religiosa y a veces ha sentido que Dios no se interesa por la humanidad, ¿por qué no examina lo que dice la Biblia? Vea usted mismo la evidencia de que Dios se interesa en usted. Estamos seguros de que hallará que el vivir en armonía con lo que aprenda afectará su vida para el bien aun ahora.