Nuestro imponente universo
MUCHAS personas durante años se han maravillado de los cielos estrellados. En una noche clara una persona no puede dejar de impresionarse por la belleza y majestuosidad de las estrellas que se pueden ver.
Los que piensan en lo que ven a menudo se preguntan: ¿Qué hay “allá lejos”? ¿Cómo está organizado? ¿Tiene algún fin? ¿De dónde vino?
Escudriñando el universo
Hoy se sabe más acerca del universo que nunca. En las últimas décadas se han inventado toda clase de instrumentos para ayudar a los científicos a escudriñar el espacio en busca de respuestas a sus interrogantes.
Ahora hay telescopios ópticos más poderosos para contemplar las estrellas y fotografiarlas. Radiotelescopios más grandes, más nuevos, captan las señales de radio que vienen del espacio. Y ahora se usan extensamente instrumentos avanzados que pueden analizar la luz y el calor provenientes de las estrellas.
Además de eso, los científicos tienen el radar y los satélites hechos por el hombre. Estos son útiles para escudriñar nuestro cercano sistema solar, es decir, nuestro Sol y sus planetas y lunas.
De todas estas fuentes ha estado fluyendo una gran cantidad de información, así como sus teorías resultantes. Y se han hecho evidentes varias cosas. Una de ellas es que el universo ha resultado ser mucho, pero mucho más imponente de lo que nadie había imaginado jamás, dejando a uno atónito cuando considera la inmensidad y complejidad de todo ello. La revista National Geographic observó que lo que está aprendiendo ahora el hombre lo ha “dejado pasmado.”
También ha hecho trizas muchas teorías anteriores acerca del universo. Como dijo la revista Geographic: “Excitante nueva información que brota ahora a torrentes interminables está haciendo pedazos nuestras ideas acerca del universo.”
Sin embargo, a veces se usan como base de una nueva teoría recientes trozos de información que quizás no estén más cerca de la verdad que la teoría que ésta reemplaza. El Dr. James Van Allen de la Universidad de Iowa recordó lo que alguien dijo en una ocasión: “Hay algo fascinante en la ciencia. Uno obtiene conjeturas al por mayor de una insignificante inversión de hechos.”
Otra cosa que se está revelando es lo poco que realmente saben los científicos acerca del universo. Prescindiendo de lo extensas que sean sus observaciones, sus fotografías y sus registros, todavía confiesan que el hombre apenas empieza a enterarse de los rudimentos del conocimiento acerca del espacio. Eso debiera humillarnos a todos nosotros, y aumentar nuestro respeto por el Creador de un arreglo tan imponente.
Tamaño imponente
Solo hace unos cincuenta años, los astrónomos que estaban tomando fotos de los cielos notaron unas formaciones borrosas, nebulosas, en sus placas fotográficas. Se creyó que eran nubes de gases cercanas. Pero al construirse telescopios más grandes, más exactos, los “gases” resultaron ser algo mucho más inmenso y significativo... galaxias.
Una galaxia es un vasto grupo giratorio de estrellas, gas y polvo. Las galaxias han sido llamadas “universos-islas,” porque cada una de ellas ciertamente es como un universo. La Tierra, el Sol y los otros planetas del sistema solar son una pequeña parte de nuestra galaxia, que se llama la “Vía Láctea.” Este nombre deriva del término griego galaxias, que significa “vía láctea.”
Nuestra galaxia Vía Láctea es solo de tamaño mediano. Aun así, es inmensa, y contiene unos cien mil millones de estrellas, junto con los planetas de nuestro sistema solar y otra materia como gases y polvo. ¡Su diámetro es tan vasto que si pudiéramos viajar a la velocidad de la luz, 299.792 kilómetros por segundo, nos llevaría 100.000 años atravesarla! ¿Cuántos kilómetros viene a ser eso? Bueno, puesto que la luz viaja unos diez billones de kilómetros al año, al multiplicar eso por 100.000 años tendremos la respuesta: ¡nuestra galaxia tiene un trillón de kilómetros de diámetro! Eso es un 1 segundo de dieciocho ceros.
Le es casi imposible a la mente humana comprender tal tamaño y distancia. Y aun así, esto es solo el principio de lo que está “allá lejos.” Aún más sorprendente es este hecho: ya se han detectado tantas galaxias que se dice que “son tan comunes como las briznas de hierba en un prado.” Actualmente calculan que suman cien mil millones. ¡No, no cien mil millones de estrellas, sino cien mil millones de galaxias! Y cada una de ellas tiene miles de millones de cuerpos celestes.
Se puede obtener una idea de lo numerosas que son las galaxias gracias al informe publicado por científicos que emplearon el enorme telescopio de 508 centímetros de Hale, del Monte Palomar, California. Examinaron el espacio hasta donde alcanzó el telescopio más allá de la pequeña área circunscrita solo por la cuenca del patrón de estrellas, llamado la Osa Mayor. ¿Cuántas galaxias cree usted que hallaron allí? La próxima vez que esté afuera en una noche clara, contemple la cuenca de la Osa Mayor. Al hacerlo, ¡recuerde que se han hallado alrededor de un millón de galaxias en el espacio más allá de esa pequeña área!
¿Han podido los científicos, en todas sus investigaciones, detectar el “fin,” o “límite exterior” del universo? No, no han podido. Aunque usan instrumentos cada vez más poderosos para penetrar cada vez más lejos en el espacio, no pueden ver ningún fin a la fantástica expansión de los cielos. Mas han aprendido algo singular acerca de las galaxias.
Cúmulos galácticos
Los miles de millones de galaxias no están diseminadas al azar, como si fueran esparcidas por casualidad en el espacio. Más bien, están arregladas en grupos definidos, llamados “cúmulos galácticos.” Miles de estos grupos ya han sido observados y fotografiados.
Algunos cúmulos contienen solo unas cuantas galaxias. Nuestra galaxia, la Vía Láctea, por ejemplo, se halla en un grupo de unas veinte galaxias. Dentro de este grupo local, las más cercanas a nosotros son dos galaxias situadas a menos de 200.000 años luz, llamadas ambas con el nombre del explorador Fernando de Magallanes. Otro vecino “cercano” se puede ver sin telescopio en una noche clara, en la constelación de Andrómeda. Es una galaxia en forma de espiral igual que la nuestra, y está a una distancia de alrededor de tres millones de años luz.
Otros cúmulos están compuestos de miles de galaxias. Uno de éstos, a una distancia de alrededor de 100.000.000 de años luz de la Tierra, está ubicado en la dirección de la constelación Cabellera de Berenice. ¡Ese solo cúmulo se compone de unas 10.000 galaxias!
La distancia entre las galaxias de un mismo cúmulo puede ser de unos cuantos cientos de miles de años luz a unos millones de años luz. Pero la distancia entre un cúmulo y otro puede ser cien veces mayor.
Problemas para muchos científicos
El tamaño del universo es verdaderamente imponente. Pero también lo es el arreglo singular de galaxias, y de cúmulos galácticos. Tan soberbia organización sugiere un Organizador. Igualmente, todos esos cuerpos celestes están gobernados por leyes físicas definidas. Eso sugiere un Legislador. Y en la Tierra, existen tantísimas condiciones especiales para la vida, que eso sugiere un Dador de Vida con un propósito. Al comentar sobre esto, Science News dice:
“El universo que vemos a nuestro alrededor nos parece único, y cuando lo estudiamos un poco empezamos a ver que tiene ciertas propiedades muy especiales sin las cuales no podríamos existir. . . . parece que se necesitan condiciones iniciales muy especiales.
“Las leyes físicas que operan en nuestro universo también parecen muy especiales.”
Estas cosas molestan a los científicos que son evolucionistas y ateos. Ellos creen que el universo “evolucionó” solo, sin un Organizador, Legislador, y Dador de Vida Supremo.
Pero eso es contrario a la razón y a nuestra experiencia. Toda cosa organizada tiene un organizador. Toda ley tiene un legislador. Toda cosa viviente en la Tierra tiene un padre. ¿No debieran tener también un Organizador, un Legislador y un Dador de Vida la organización mucho más compleja y las leyes del universo, lo mismo que la vida en la Tierra? Un artículo de Scientific American hace notar:
“Al extender la vista al universo e identificar los diversos accidentes de la física y la astronomía que han obrado en conjunto para nuestro beneficio, casi parece que el universo, en algún sentido, tenía que haber sabido que íbamos a venir nosotros.”
Mientras más se aprende acerca del universo, más patente se hace que hay diseño detrás de él, lo cual requiere un Diseñador. Con respecto a esto Science News declara:
“La contemplación de estas cosas perturba a los cosmólogos porque parece difícil que esas condiciones tan particulares y precisas pudieran haber surgido por casualidad. Una manera de tratar este asunto es decir que todo fue ideado y atribuírselo a la Divina Providencia.”
¿Están dispuestos a hacer eso la mayoría de los científicos? No, pero sí lo están las personas humildes. Reconocen que esa inmensidad, precisión, ley y condiciones únicas para la vida nunca pudieron haber sucedido por accidente, sino que son los productos de una mente superior.
El libro bíblico de Isaías dice: “Levanten sus ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que está sacando el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre.” Sí, es el Dios Todopoderoso Jehová.—Isa. 40:26.
¿Universo en expansión?
Puesto que muchos astrónomos no creen en un Dios que controla el universo, esto ha llevado a teorías contradictorias acerca de la naturaleza y del futuro del mismo.
En 1929 el astrónomo Edwin Hubble llegó a la conclusión de que el universo está en constante expansión. Observaciones posteriores de otros astrónomos parecieron confirmar que los cúmulos galácticos estaban apartándose unos de otros. Esta teoría evidentemente apoyaba la idea de que el universo empezó con una “gran explosión,” desde una masa central, y luego se extendió desde allí.
Ahora algunos astrónomos opinan que la velocidad de la expansión está disminuyendo lentamente. Creen que con el tiempo esta expansión se detendrá, y que entonces la gravedad arrastrará hacia adentro las galaxias, de regreso a donde empezaron, fundiéndose en una masa de materia. Después, según su teoría, eso “estallará” nuevamente en otra “gran explosión.” Algunos creen que este proceso se repetirá vez tras vez, de modo que el universo estaría “oscilando.” ¿Cuánto tiempo se da para ese proceso? Alrededor de ochenta mil millones de años para cada ciclo... cuarenta mil millones para expandirse y otros cuarenta mil millones para contraerse.
¿Cuán seguros son esos cálculos? Se confiesa que todo es especulación. Los científicos no saben qué sucederá en el futuro. Cierto, hoy sus instrumentos parecen indicar un universo en expansión... pero la velocidad de la expansión está disminuyendo un poco. Sin embargo, en vista del repetido abandono de teorías pasadas, sería temerario pensar que las teorías actuales son la verdad final.
Por ejemplo, los científicos reconocen que la cantidad de materia en el universo no parece ser ni siquiera lo suficiente para suministrar la poderosa gravedad necesaria para hacer que disminuya su velocidad, se detenga, y luego se invierta la expansión que se cree que está ocurriendo actualmente. Si eso es así, entonces los cúmulos galácticos continuarían apartándose para siempre, como afirman muchos astrónomos.
Sin embargo, el Dr. James Gunn del Instituto de Tecnología de California hace notar que hace mucho que se sabe que tampoco hay materia suficiente para suministrar la gravedad necesaria hasta para mantener juntas en cúmulos las galaxias. De modo que hace mucho debieran haberse desbaratado todos los cúmulos galácticos. Hace mucho que cada galaxia debiera haberse alejado de las otras en su grupo. Pero, se reconoce que esto no ha sido así, porque están unidas juntas en cúmulos.
Es obvio que si bien se ha aprendido mucho acerca del imponente universo en que vivimos, mucho más es desconocido. Las teorías vienen y se van. Lo que era “cierto” ayer es incierto hoy. Así, el Times de Nueva York, después de una conferencia de astrónomos, declaró: “Como resulta evidente de las conversaciones celebradas aquí, todavía no hay consenso en cuanto a la naturaleza del cosmos.” Y Science News declaró: “Resumiendo todo, la cosmología está lejos de ser asunto asentado (si es que podemos esperar que algún día lo sea). La observación, la teoría y los argumentos siguen bullendo.”
En lo que están equivocadas casi todas las teorías actuales es que pasan por alto al Creador y su propósito. ¿Hemos de creer que el amoroso Dios crearía un universo tan imponente, prepararía meticulosamente la Tierra para habitación humana, luego dejaría que todo el universo se juntara en una masa y así destruirlo todo? Eso no armoniza de manera alguna con Su propósito declarado. La Palabra de Dios declara que “Aquel que . . . estableció firmemente” la Tierra “no la creó sencillamente para nada,” sino que “la formó aun para ser habitada.”—Isa. 45:18.
[Ilustración de la página 17]
LA GALAXIA “VÍA LÁCTEA”
(Nuestro sistema solar)
Nuestro sistema solar parece inmenso, sin embargo resulta diminuto colocado en su posición en nuestra galaxia de la “Vía Láctea.” Hay millares de millones de galaxias.