Cuando escasean los trabajos... ¿qué se puede hacer?
A MEDIDA que los trabajos escasean más y más en todo el mundo, se hace cada vez más difícil hallar trabajo. En los Estados Unidos, la cantidad de trabajos disminuyó en 2.400.000 tan solo desde octubre hasta abril. Muchas personas están buscando empleo desesperadamente.
Es típico el caso de un vendedor en Utah que se lamentaba: “Tengo doce años de experiencia en las ventas . . . me he presentado a cinco diferentes agencias de empleo, pero nada ha resultado de ello. Diariamente he ojeado el periódico. La sección de empleos ofrecidos ha disminuido de aproximadamente seis páginas a solo media página en seis meses.”
Cuando las estadísticas del gobierno de los Estados Unidos no mostraron más aumentos en la cantidad de desocupados para febrero, muchos pensaron que la situación se había estabilizado. Sin embargo, el editorial del Times de Nueva York intitulado “Trabajos que se desvanecen” dijo:
“El empeoramiento de la situación verdadera fue ocultado estadísticamente por varios factores... de los cuales el más importante fue el retiro de 580.000 trabajadores de la fuerza laboral. Es casi seguro que la mayoría de los que se salieron de las filas eran trabajadores desempleados, desanimados . . . que abandonaron la esperanza de hallar un trabajo.”—8 de marzo de 1975.
¿Se ha hecho realmente imposible el que los millones de desempleados hallen trabajo?
Importante la actitud mental
La situación no es necesariamente tan mala como lo indican algunos informes periodísticos. Si uno está buscando trabajo, quizás lo que necesite es un ajuste en la actitud mental hacia el empleo. Lo siguiente es un ejemplo de lo que queremos dar a entender:
En Los Ángeles, California, en una oficina atestada de seguro de desempleo había una tablilla en que estaban alistados cientos de trabajos disponibles. Sin embargo, casi nadie les prestaba atención. Se le preguntó a una señora desempleada por qué no solicitaba uno de los trabajos de secretaria. Ella replicó: “¿Por qué debo aceptar un trabajo que no me interesa?”
Por supuesto, no es incorrecto buscar la clase de trabajo que a uno le interesa. Pero cuando no se puede hallar ese trabajo, su situación de empleo no es forzosamente desesperada. Por lo general hay disponible otro trabajo que uno puede hacer; tal vez lo único que hay que hacer es ajustar su modo de pensar. La experiencia de un ingeniero de radio de Cleveland, Ohio, muestra el excelente efecto que puede tener el aceptar trabajo de otra clase.
Este hombre había trabajado para una radioemisora local por veinticuatro años, y al tiempo de su despido era supervisor auxiliar de radio. Por semanas trató de hallar un trabajo en el mismo campo, pero no tuvo éxito. Entonces se enfrentó a la realidad: Si hallaba trabajo de ingeniero ocuparía el lugar inferior en la escala de pagos y sería uno de los empleados que muy probablemente serían despedidos de nuevo. Así es que empezó a buscar trabajo en otra parte.
Un amigo le ofreció un trabajo en el campo de la pintura y la decoración, y él lo aceptó. En este trabajo él tiene que pagar su propio seguro, sus vacaciones y así por el estilo, pero se siente más que compensado. Ahora él organiza su propio horario de trabajo, y tiene más tiempo para cuidar de otras responsabilidades que son importantes en su vida. Además, se siente mejor debido a la actividad física que implica este trabajo.
¿Cuál es el consejo de este hombre para los que se enfrentan al desempleo? No vacilar en iniciarse en otra clase de trabajo, aunque sea trabajo que, según las normas de algunas personas, se considere servil.
La tendencia de muchas personas ha sido el desdeñar un trabajo si uno tiene que ensuciarse las manos y usar “ropa de trabajo.” Un joven de Boise, Idaho, explicando por qué ciertos trabajos seguían vacantes, dijo: “Sencillamente la gente no los quiere. La mayoría son trabajos fuertes manuales.” Pero cuando las personas se acostumbran al trabajo físico, a menudo contribuye a una salud mejorada.
Por supuesto, el falso orgullo puede hacer que algunas personas consideren que ciertas ocupaciones no están al nivel de su dignidad. Por ejemplo, cuando se le ofreció un trabajo de chofer bien remunerado a un director de cine desempleado, su esposa hizo que lo rechazara. Pero ¿se beneficia realmente una persona si permite que el orgullo la retenga de ofrecer servicios legítimos de los cuales otros pueden beneficiarse? Particularmente cuando los trabajos escasean es sabio analizar lo que pudiéramos ofrecer que otros necesiten y estén dispuestos a pagar para recibirlo.
Suministrando servicios
Recientemente en algunas partes de Oregón el desempleo ha sido muy grave, particularmente en la industria de cortar y transportar árboles. Sin embargo, un hachero o cortador desempleado cerca de Portland, ha recurrido a sus habilidades musicales. Da lecciones de música, y ha ganado por este medio suficiente dinero para mantener alimentada a su familia hasta que vuelva a haber trabajo en los bosques.
Para obtener trabajo es importante considerar las necesidades de los ciudadanos locales y tener una medida de iniciativa. En el desierto en California del sur un hombre, que había estado buscando trabajo por meses, resolvió su problema de desempleo de una manera singular. Debido al calor del desierto, muchos hogares tienen un sistema de rociado. Así es que fue de casa en casa ofreciendo limpiar los conductos de agua y las cabezas de los rociadores y regular el sistema. Ahora tiene una buena lista de clientes y gana suficiente para pagar sus cuentas.
En la misma zona de California hay una persona que volvió de su trabajo en un país extranjero debido a un problema de salud. Después de estar meses buscando trabajo, sin ningún resultado, compró un pequeño limpiador portátil de vapor. Visitó a las estaciones de gasolina y ofreció limpiar a vapor sus retretes con desinfectantes y después usar un aroma refrescante. Tiene todo el trabajo que puede atender, y tiene la ventaja de poder regular sus horas de trabajo.
Si uno está buscando trabajo, quizás alguna clase de servicio de limpieza pueda proveerle ingresos suficientes. Una señora usó el mimeógrafo para hacer volantes en que anunciaba un nuevo servicio de limpieza que, por una cantidad fija de dinero, quitaría el polvo, fregaría y pasaría la aspiradora por el apartamiento de uno, dejándolo como nuevo.
La señora explicó: “¿Sabe usted que la mayoría de las personas limpiaban antes que yo llegara debido a que temían lo que pensáramos de ellas? Por lo general cada apartamiento me tomaba solo una hora.” Ganó el doble del dinero que necesitaba. Por lo general se ha hallado que es mejor ofrecer limpiar una casa o un apartamiento por un precio determinado, más bien que trabajar por hora.
O quizás lo que uno puede hacer es suministrar el servicio de conserje. Para comenzar son mejores los trabajos más pequeños donde no hay baldosas, tales como las oficinas de dentistas, médicos y abogados, compañías de préstamos, sucursales de bancos, salones de belleza y peluquerías, salones de exhibición de automóviles, lugares donde se sirven comidas y así por el estilo. Para este trabajo se necesita una aspiradora con un accesorio para alfombras, un buen estropajo con un cubo con exprimidor, trapos, una escobilla de goma, un cepillo para las ventanas y latas de veinte litros de detergente y cera. Esto no implica un gran desembolso de dinero, pero el precio que uno cobra por su trabajo tiene que incluir el pagar y mantener este equipo.
Ayudarse uno al otro
Cuando escasean los trabajos, los cristianos tienen la oportunidad de mostrar amor por medio de ayudarse uno al otro a obtener trabajo. Un testigo de Jehová de Banning, California, escribe: “Mis hermanos cristianos que conocían el trabajo de conserje me ayudaron a aprender lo que necesitaba para hacer el trabajo. Uno me llevó a varias tiendas para enseñarme a calcular el costo de limpiar y encerar el piso. Otro me prestó un equipo que no estaba usando hasta que pudiera comprar el mío propio. Aun otro me enseñó a lavar las ventanas con una escobilla de goma.”
Además, los Testigos pasan trabajos a compañeros cristianos que están desempleados. Por ejemplo, un Testigo con un negocio de jardinería ha estado aceptando trabajos adicionales que comúnmente no podría atender. Entonces subcontrata el trabajo, y así provee trabajo a los compañeros cristianos desempleados.
En Cleveland, Ohio, donde hay mucho desempleo, los Testigos que han perdido sus trabajos tienen varias habilidades. Se ha hecho correr la información acerca del trabajo que pueden hacer. Así es que los compañeros cristianos de estos Testigos desempleados consiguen sus servicios cuando necesitan que se les haga reparación de auto, carpintería, reparación en la casa, limpieza de la casa y otros trabajos.
Puede ser un acto de bondad el pensar en lo que uno puede hacer para proveerles trabajo a los que lo necesitan. En Nueva York la parienta de un testigo de Jehová sufrió un ataque, y el Testigo necesitaba a alguien que se quedara con ella durante la noche. En vez de contratar una ayudante de enfermera, como él originalmente había pensado, le telefoneó a un superintendente cristiano de la congregación en la comunidad donde residía su suegra y le preguntó: “¿Hay alguien que necesita trabajo en su congregación?” Lo había, y esta Testigo no solo agradeció el empleo, sino que proveyó cuidado amoroso de un modo que no se hubiera podido esperar de una persona que solo buscaba trabajo pero que no tenía la motivación cristiana.
La ayuda también se provee de otros modos. Un anciano cristiano de Oregón escribe: “Los Testigos les están proveyendo a sus hermanos necesitados víveres, combustible y otros artículos, para que puedan continuar viviendo.” Ciertamente es reanimador el ver ese interés amoroso entre los semejantes.
Tiempo para reajustes y revaluación
Si usted es uno de los millones de personas que han perdido su trabajo, haga algunos reajustes. Por ejemplo, realice trabajos para usted mismo que, cuando estaba empleado, conseguía que otros se los hicieran, como tal vez las reparaciones del automóvil, las reparaciones en la casa, y así por el estilo. Reduzca inmediatamente sus gastos; no piense que pronto volverá a tener un trabajo permanente.
Aun si no ha quedado sin trabajo, considere: Si la semana próxima me despidieran, ¿podría cumplir con mis deudas? Si no, comience a reducirlas en seguida, privándose para poder pagar las cuentas mientras todavía tiene un ingreso.
Finalmente, revalore sus hábitos de trabajo. Pregúntese: ¿Tengo entusiasmo por mi trabajo y lo hago con diligencia? ¿Es mi trabajo de buena calidad? ¿Llego temprano, y evito desperdiciar el tiempo? Si uno se esfuerza con verdadero empeño por ser un buen trabajador, puede que evite perder su trabajo. Pero aun si uno quedara sin trabajo, estas cualidades excelentes le ayudarán a obtener otro empleo.
[Gráfico de la página 3]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
DESEMPLEO EN EE. UU.
PORCENTAJE DE DESEMPLEADOS
9
7
5
3
1
’69
’70
’71
’72
’73
’74
’75
[Tabla de la página 5]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
CAMBIOS DE OCUPACIÓN QUE ALGUNOS HAN HECHO
Trabajo anterior Empleo nuevo
Administrador de banco Dueño de puesto de hortalizas
Escritor de revistas Cuidador de inmuebles
y reportero
Ingeniero electrónico Trabajo de conserje
Ingeniero de puentes Pintor de casas
Ingeniero nuclear Consultor escolar
Maestro Reparación de bicicletas
Trabajador de fábrica Reparador de radio y TV
Vendedor de anuncios Conductor de autobús escolar