¿Está usted buscando trabajo?
DESDE la Gran Depresión no había habido tanta gente en busca de trabajo. En Alemania Occidental, Francia, Australia, Dinamarca, el Canadá, Japón —prácticamente en todas partes— ha tenido lugar una oleada espantosa de desempleo. Se dice que de los 44 millones de trabajadores que componen una fuerza de trabajo de Indonesia solamente 12 millones están totalmente empleados. Unos 7,5 millones de norteamericanos están buscando trabajo.
¿Forma parte el lector del creciente número de millones de desempleados?
En muchos países industrializados se hacen provisiones temporarias para los que están sin trabajo. Tan solo en los Estados Unidos, más de 6,3 millones de personas han estado obteniendo beneficios para desempleados. Pero estos pagos duran solo unos meses, o quizás un año.
A medida que estos beneficios de desempleo se acaban, muchos miles de desempleados se están desesperando. En una carta dirigida al redactor y publicada en el Times de Nueva York, un hombre desempleado escribió: “Todas las noches durante los últimos cuatro meses me he estado despertando a las 4 de la madrugada bañado en sudor frío y con un nudo en el estómago. Después de contemplar durante una hora la cara de mi esposa dormida, me las componía para quedarme dormido.”
Los que están en una situación de necesidad desesperada en los Estados Unidos pueden ser candidatos para ayudas de beneficencia social. Pero existen temores de que los fondos del gobierno para esos programas se acaben, debido al gran número de los que reciben ayuda de desempleo y beneficencia social. Actualmente cerca de un millón de personas están en la nómina para recibir ayuda de bienestar social solamente en la ciudad de Nueva York, y se espera que el número aumente vertiginosamente durante el año próximo.
Para hacer frente a la urgente necesidad de trabajos, el gobierno de los Estados Unidos recientemente creó un programa de empleos en el servicio público. Pero la insuficiencia de éste se ilustró en Atlanta, Georgia, donde hicieron fila unas 3.000 personas sin empleo, muchas antes del alba, para solicitar 225 empleos del servicio público. Cuando se abrió una sola puerta a las 8:15 de la mañana, la embravecida multitud hizo pedazos dos puertas de cristal, y varias personas necesitaron atención médica. En otras ciudades ocurrieron agolpamientos similares por unos pocos empleos disponibles.
¿Hay trabajos disponibles?
Trabajos disponibles, pero...
El desempleo en la ciudad de Nueva York es aun mayor que en toda la nación. Sin embargo muchos trabajos carecían de solicitantes. Una de las más grandes agencias de empleos de la ciudad en el mes de enero estaba ofreciendo hasta premios como radios, relojes y secadoras de cabello a cualquiera que recomendara a un solicitante que con el tiempo fuera colocado por la agencia en un trabajo. ¿Por qué quedan vacantes los trabajos disponibles?
Una de las razones es que los trabajos no pagan suficiente. El propietario de una agencia de colocaciones, que dijo que tenía disponibles muchos trabajos pero a nadie interesado en ellos, explicó: “La gente me dice: ‘¿Cómo se puede vivir con esa cantidad de dinero? Saco más con el seguro de desempleo social y no tengo que pagar el viaje y el almuerzo.’” Sin embargo, cuando los beneficios de desempleo empiecen a acabarse, la gente se verá obligada a tomar esos trabajos de baja paga y por consiguiente ajustar su estilo de vida.
Señalando otra de las razones por la cual ciertos trabajos carecían de solicitantes, un joven de Boise, Idaho, dijo: “La gente sencillamente no los quiere. La mayoría de ellos son trabajos manuales duros.” Algunas personas también consideran que los trabajos disponibles son degradantes, por debajo de su dignidad.
Sin embargo, puede que la razón principal por la cual los trabajos quedan vacantes radique en que los solicitantes no califican para emprenderlos. Un obrero notó en un centro de colocaciones de Nueva York que había oportunidades para maquinistas hábiles, chapistas, mecánicos de automóviles, lustradores de muebles, vidrieros y operadores de máquinas de hacer tornillos. Otro representante de un centro de colocaciones dijo: “Todavía hay escasez de secretarias, estenógrafos y tenedores de libros.”
Sin embargo, el simplemente oír que hay trabajos disponibles quizás sea de poco alivio si uno encuentra inconvenientes para hallar uno. ¿Qué se puede hacer?
Esté dispuesto a aprender, sea flexible
La solución puede yacer en aprender otro oficio o habilidad. Si el trabajo para el cual uno ha sido entrenado está afectado, ¿por qué no aprender a realizar otro tipo de trabajo?
Quizás haya algún curso que se pueda estudiar a fin de equiparse para los trabajos que están disponibles. O quizás la enseñanza pueda recibirse de otro modo, como explicó un hombre de California: “Por lo general las personas con cierto oficio no saben nada más. Sin embargo, los amigos les pueden enseñar su propio oficio. Así, los que están encargados del cuidado de edificios o conserjería pueden enseñar a los que conocen solamente el oficio de la construcción y ayudarles a ganar lo suficiente para mantener a su familia.” Hoy en día muchas personas que están verdaderamente interesadas en el bienestar de sus amigos están proporcionando esa ayuda amorosa.
Además, los que están buscando trabajo deben ser flexibles, y usar su iniciativa. ¿Qué necesidades tienen las personas de su comunidad? ¿Puede usted ofrecerles un servicio que satisfaga esas necesidades? Esto es algo que debe tomarse en cuenta, como declaró un matrimonio de California:
“Hemos hallado que cuando alguien dice que es difícil encontrar trabajo, o que sencillamente no hay ninguno, por lo general se están refiriendo a una sola clase de trabajo. Hemos hallado que podemos encontrar trabajo para mantener a nuestra familia estando dispuestos a hacer cualquier clase de trabajo manual, como pintar, limpieza interior y exterior, trabajo de porteros, hermosear terrenos, y así por el estilo.”
Si la búsqueda de empleo no ha tenido éxito en su propia comunidad, ¿por qué no prueba en otra parte? Cuando el pasado mes de noviembre un hombre de familia perdió su empleo en Rapid City, Dakota del Sur, inmediatamente se inscribió en la oficina estatal de empleos. Pero no se sentó en casa a esperar que lo llamaran. Volvió a ir para asegurarse de que estaban considerando su solicitud. Había una oportunidad en Pierre, Dakota del Sur, a más de 240 kilómetros de distancia. ¿Qué debería hacer?
El hombre, un testigo de Jehová, le preguntó a un anciano de la congregación local si había una congregación en Pierre. Supo que había una pequeña, y que apreciaría ayuda. Más tarde discutió el asunto con su esposa. Después viajó a Pierre, solicitó el empleo y lo aceptaron.
Cómo encontrar trabajos
Una clave para encontrar trabajo es seguir buscando. Revise con regularidad los avisos de empleos que se anuncian en el diario local, y considere inmediatamente las perspectivas. También, visite a menudo las agencias de colocaciones. Un funcionario de empleos de California aconsejó: “El que está buscando empleo debe visitar las agencias de colocaciones públicas y privadas tan . . . a menudo que la gente en ella esté harta de su cara. De otro modo hay pocas posibilidades de que a su nombre se le brinde siquiera una oportunidad.”
Pero especialmente, haga correr la voz de que está buscando trabajo... a parientes, amigos, conocidos en los negocios, a cualquiera que usted crea que pueda ser de ayuda. Quizás sepan de oportunidades en las empresas en que ellos trabajan o en otras compañías o tengan conocidos que saben de perspectivas de empleos. Investigue bien cualquier dato que obtenga. Trate de ponerse en comunicación con la persona que esté en posición de emplearlo. Por lo general éste es el mejor modo de conseguir trabajo. ¿Por qué?
Porque la mayoría de los empleos vacantes nunca se anuncian por medio de las fuentes normales de información, como los avisos clasificados o agencias de colocaciones. De hecho, los estudios indican que alrededor del 80 por ciento de todas las oportunidades de empleo están en el llamado “mercado de empleo oculto.” De modo que investigue este “mercado.” Acepte con gusto cualquier oportunidad de entrevista para empleo que pueda conseguir. Entonces prepárese cuidadosamente para ella.
Aprenda de antemano tanto como pueda acerca del negocio o empresa en la cual busca empleo. Determine la mejor manera de usar sus habilidades y destrezas en esta operación. Luego délas a conocer. Esté preparado para mostrar a su patrón en perspectiva el valor de sus haberes para esta operación. Su conocimiento de la empresa y su interés en la función de ésta, sin duda lo impresionarán, y quizás le proporcionen el trabajo.
Recuerde, usted está tratando de vender algo... usted mismo, sus servicios. Y por eso, además de su inteligencia en general y aptitudes especiales, también significa mucho su apariencia personal. El hecho es que a una persona necesariamente no se le emplea porque sea la mejor calificada, sino porque al patrón le gusta el aspecto de esa persona y cuál es su actitud. De modo que préstele atención a éstos.
Duerma lo suficiente de manera que esté descansado, alerta y sea amistoso cuando se presente para la entrevista. Su ropa también, es importante. Debe ser nítida y limpia. Por lo general un estilo de vestir conservador es lo mejor, más bien que uno que lo pueda desmerecer de algún modo. Tenga confianza, pero, al mismo tiempo, evite un aire superior de sabelotodo.
Durante la entrevista, hable en forma clara, directa y lenta. No mire hacia abajo, ni tartamudee, y no masque goma. Esté preparado para contestar preguntas como, ¿Por qué está sin trabajo? ¿Lo despidieron? ¿Por qué? Sea cortés y coopere en todo momento.
Mantenga el optimismo, la esperanza
Las repetidas desilusiones en la búsqueda de trabajo pueden ser desalentadoras. Pero no se dé por vencido. Siga buscando. Cuanto más contactos haga, más probabilidades tendrá de obtener éxito.
Mientras están a la búsqueda de empleo, muchas personas también han hallado que es prudente aprovecharse de todas las provisiones a las cuales tienen derecho, como el seguro de desempleo u otros beneficios. “Cometí el error de esperar cinco meses para obtener bonos de alimento,” hizo notar un desempleado de Utah. “No deberíamos haber permitido que el orgullo nos privara de sacar ventajas de este servicio gubernamental que hemos pagado por medio de impuestos.”
Cierto, los tiempos son difíciles. Pero hay razones sanas para ser optimista, aunque el desempleo continúe empeorándose. Porque estos tiempos críticos son evidencia de que Dios pronto destruirá este injusto sistema e introducirá su nuevo sistema justo. Esta esperanza puede sustentarnos.—2 Tim. 3:1-5; 2 Ped. 3:13.