¿Puede arreglárselas con menos?
LOS precios siguen yendo en una sola dirección... ¡hacia arriba! El ascendente costo de la vida actual amenaza con barrer los pocos ahorros que algunas personas han podido juntar. Las personas de ingresos fijos son las que especialmente han sido afectadas.
¿Hay algo que uno pueda hacer para neutralizar el impacto de los precios en aumento? Consideremos algunos enfoques al problema que ciertas personas han hallado prácticos.
Al pensar en comprar algo, hallará provechoso preguntarse: “¿Lo necesito realmente?” Por ejemplo, ¿compensa el costo de comprar un automóvil el uso que uno le da, el pago del seguro, mantener el auto abastecido y en buena condición, sin mencionar la pérdida debido a la depreciación? Si realmente necesita un auto, ¿podría reducir las veces que lo usa planeando por adelantado las diligencias, o usando ocasionalmente un transporte público? ¿Y qué hay acerca de formar grupos para el uso del auto... no tan solo los hombres para ir al trabajo, sino las amistades al hacer arreglos para ir al mercado?
¿Le es posible satisfacer sus necesidades de ropa gastando menos? Cuando un ama de casa en Santiago, Chile, observó que su abrigo se estaba desgastando quedó perpleja, porque no podía comprar uno nuevo. Ella explica: “Un día comenté favorablemente acerca del tapado de una amiga mía. ‘Oh,’ respondió ella, ‘solo es mi tapado viejo ‘de invierno vuelto al revés.’ Me puse a hacer lo mismo y hallé que no es difícil deshacer un abrigo y volverlo a coser del revés. El que sencillamente siguiera las marcas de la costura vieja, junto con algunos cambios pequeños en el cuello y los bolsillos, hizo que mi tapado pareciera como nuevo.”
Cuando esta ama de casa frugal nota que los codos en los suéteres se están gastando, cambia las mangas, exponiendo una parte de material completamente nuevo a los codos del usuario. ¿Podría esto ahorrarle dinero a usted?
¿Puede comprarlo por menos?
Aun cuando realmente necesite algo nuevo, puede conseguirlo por menos si busca las ventas especiales.
Aunque las tiendas mejores tienen mejores ventas de ocasión, muchas tratan de deshacerse rápidamente de sus artículos de venta. Puede que patrocinen ventas de uno o dos días a precios drásticamente reducidos. Sin embargo, una palabra acerca de la calidad: Las mercancías de buena calidad, especialmente en la ropa que recibe uso largo y fuerte, como trajes, a la larga resultarán más baratas que la ropa de poca calidad a precios más bajos.
Uno obtiene más ahorro en la ropa si compra prendas “defectuosas” y las compone en casa, o si compra artículos de segunda mano, que a menudo son de mejor calidad que las cosas nuevas a precios más caros.
¿Ha tratado alguna vez de regatear por un precio mejor? Un ama de casa que es una compradora experta relata:
“Después de vivir por dos años en países donde el regatear por un precio mejor era un procedimiento diario en el mercado, regresé a establecer un hogar en los Estados Unidos, donde esta práctica es casi desconocida. Como necesitaba varias lámparas, busqué en los diarios por avisos de venta y finalmente encontré uno en una tienda bien conocida. Sin embargo, quedé atónita cuando oí el precio total de las lámparas que yo quería.
“Entonces se me ocurrió que quizás podría regatear por un precio mejor. Pedí hablar con el ‘comprador’ de la tienda y le expliqué mis necesidades y cómo me parecía el costo. Pudimos concordar en un precio mejor. Así es que, no piense que es mala educación el regatear. Si no hay nada incorrecto en que los comerciantes alcen sus precios, no hay nada incorrecto en que los clientes traten de conseguir que los reduzcan.”
¿Vive usted en una zona donde puede usar un catálogo para hacer pedidos de mercancías que se envían por correo? Esto puede resultar en reducciones considerables sobre mercaderías de la temporada pasada, o artículos que no han tenido gran demanda.
En muchas comunidades, se distribuyen gratuitamente entre los dueños de casa ciertos papeles de “intercambio o trueque.” Anuncian una amplia variedad de cosas que los residentes locales desean vender o trocar, a veces con gran ahorro.
El envase de alimentos en casa
Actualmente los costos de los alimentos son especialmente altos. ¿Podría ahorrar dinero por medio de almacenar los alimentos? Un modo económico de hacer esto es envasándolos en casa. El proceso destruye los fermentos, el moho y las bacterias y también impide la acción química que hace que se descompongan los alimentos.
En casi todo el envase en casa se usan frascos de vidrio. Un anillo de goma alrededor del borde del frasco sirve como una “empaquetadura.” La tapa de metal se enrosca contra este, creando un sello que impide que el aire y las bacterias lleguen a su contenido. En algunos países se puede comprar equipo especial para envasar en casa, el cual incluye frascos, tapas de cierre y otros utensilios. Sin embargo, si uno vive en una zona donde estas cosas no están disponibles comercialmente, puede improvisar su propio equipo. Un ama de casa ofrece este consejo:
“Aparte los frascos con tapas roscadas. Sin embargo, primero pase su dedo alrededor del borde de los frascos para asegurarse de que están completamente lisos. Cualquier melladura o rajadura impedirá un sellado apropiado. Entonces, de algún material de goma, tal como una cámara de aire reventada, recorte anillos que encajen sobre la abertura del frasco. Verifique la calidad de su trabajo por medio de enroscar la tapa. ¿Cierra firmemente? ¿Puede llenar los frascos hasta la mitad con agua y volverlos boca abajo sin que se salga nada del agua? Si es así, usted está preparada para comenzar a envasar en casa.”
El conservar alimentos cuyo contenido de ácido es bajo, tales como la carne, aves, pescados y hortalizas comunes, requiere un equipo especial de envasar a presión del vapor. Pero los alimentos con un contenido de ácido alto, que incluye casi todas las frutas y la mayoría de los tomates (pero no todos), se pueden preparar sencillamente con agua hirviente.
El primer paso es lavar todos los recipientes, anillos de goma y tapas en agua caliente, jabonosa. Enjuague y hierva estos utensilios, poniéndolos a secar en un lugar libre de corriente de aire.
Asegúrese de que el alimento que elige esté en condición perfecta, sin macas y no pasado. Póngalo sólidamente en los frascos hasta poco más de un centímetro del borde y cúbralo con líquido hirviente, dejando todavía poco más de un centímetro de espacio arriba. El líquido puede ser el jugo de la fruta, sencillamente agua o puede contener una pequeña cantidad de sal o azúcar para sazonarlo. Si está envasando tomates, no es necesario agregar ningún líquido. Enváselos firmemente hasta que estén cubiertos con su propio jugo.
Asegúrese de que las superficies de cierre no tengan partículas de alimento que podrían impedir un cierre firme; entonces enrosque las tapas firmemente, si es que son de la clase que suelta la presión acumulada durante la cocción. Los frascos llenos entonces se colocan en una cacerola de agua hirviente, lo suficientemente honda como para dejar que haya cuatro o cinco centímetros de agua por encima de los frascos y otros cuatro o cinco centímetros de espacio por encima del nivel de agua para permitir un fuerte hervor. Los frascos deben descansar sobre un soporte de rejillas que los eleve un poco arriba del fondo de la cacerola para que el agua hirviente pueda circular debajo de ellos.
Tape la cacerola y deje que hierva su contenido. El tiempo que se requiere para el hervor difiere según la clase de alimento. Diez minutos son suficientes para los tomates. Se puede obtener información correcta acerca de los procedimientos para envasar en buenos libros de cocina, de los fabricantes de equipo para envasar en casa y de los boletines publicados por este departamento de los Estados Unidos: Office of Information of the U.S. Department of Agriculture, Washington, D.C. 20025.
Al sacar los frascos del agua hirviente, póngalos rectos sobre una toalla o rejilla para que se enfríen. A medida que se enfrían los frascos, observe si el centro de la tapa se hunde, haciéndola cóncava. Si lo hace, y se manejan los frascos con cuidado, el alimento se conservará por meses. Si el centro no se hunde, coma el contenido de ese frasco en el futuro inmediato porque no se conservará sin refrigeración.
¿Le ayudaría un congelador a ahorrar?
El envasar en casa es el método que más se usa para conservar alimentos, pero hoy se usa extensamente el congelarlos. ¿Podría un congelador ayudarle a ahorrar?
Eso depende de varios factores, según dijo el Changing Times de mayo de 1974:
“Como término medio el funcionamiento de un congelador cuesta anualmente entre 30 y 50 dólares, así es que para obtener algún ahorro, hay que ahorrar más que eso en las baratas de las cuales uno podría aprovecharse por tener el congelador para almacenar el alimento o por medio de cultivar los alimentos que uno podría congelar.”
Si uno compra al por menor todo lo que guarda en un congelador, no es probable que logre ahorros. Sin embargo, si cultiva su propio alimento, lo compra en grandes cantidades, o se aprovecha de las ventas especiales de temporada, puede ahorrar.
Cómo secar alimentos
Gran parte de la población de la Tierra conserva los alimentos secándolos; y para esto no es preciso tener equipo especial. Casi todo se puede colgar o colocar sobre una superficie limpia, cubierto quizás con un paño delgado para desanimar a las moscas. El aire y el Sol harán el resto. Pero, ¿qué pasa si el clima es demasiado húmedo para esto? Es interesante la siguiente experiencia de una señora estadounidense:
“Había puesto algunos higos a secar sobre tablas. Pero, como la humedad aquí era de aproximadamente 84 por ciento, algunos se deterioraron. Yo había estado cocinando y usando el horno, y este todavía estaba caliente. Pensé que el aire allí estaría bastante seco. Así es que metí los higos por 10 ó 15 minutos de calor intenso. Entonces le bajé el calor del horno por una hora y luego lo apagué, dejando los higos adentro hasta que el horno se enfriara.
“Como algunas hornadas produjeron jugo, hervía este con la misma proporción de azúcar, y sumergí cada higo y los volví a poner en el horno por otra sesión breve. Cuando los higos quedan pegajosamente secos, se pueden embolsar (preferentemente en tela) para colgarlos al aire . . . por meses.”
Ni siquiera es preciso tener un horno para secar los alimentos. Roy Dycus, escribiendo para Organic Gardening and Farming, señala: “Se puede convertir una caja de cartón en un secador de manzanas, duraznos, habichuelas, calabazas, tajadas de carne de vaca y venado, fruta curtida, pasas de uva, ciruelas y tomates. Si uno tiene prisa, puede usar esta caja hasta para secar semillas y hierbas.”
El artículo explica que se pueden suspender lonjas o tajadas de alimentos de palillos que corren a través de la caja. El calor para el secado proviene de una bombilla de luz que se introduce en un extremo de la caja. Sencillo, ¿verdad?
Reconocidamente el ahorrar dinero cuando los precios están en aumento es un desafío. Pero si uno está dispuesto a cambiar la comodidad por trabajo arduo, podrá arreglárselas con menos.
[Ilustración de la página 17]
Muchas amas de casa hallan que el envase en casa ayuda