BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g77 8/8 págs. 10-11
  • Los cedros majestuosos del Líbano

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Los cedros majestuosos del Líbano
  • ¡Despertad! 1977
  • Información relacionada
  • Los majestuosos cedros del Líbano
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1976
  • Cedro
    Ayuda para entender la Biblia
  • Cedro
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • El “árbol” cuya caída sacude al mundo
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1977
Ver más
¡Despertad! 1977
g77 8/8 págs. 10-11

Los cedros majestuosos del Líbano

Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Líbano

DESDE el nivel del mar hasta 1.800 metros sobre el Mediterráneo... éste es un viaje que los visitantes frecuentemente hacen para ver los cedros antiguos del Líbano. ¡Ningún otro árbol tiene historia semejante!

Venga conmigo desde Beirut, la capital del Líbano, a un lugar cerca de la aldea maronita de Beshari que queda a unos 160 kilómetros hacia el nordeste. Allí llaman a los cedros Arz Ar-rub, “Cedros del Señor.”

Al viajar, tenemos el Mediterráneo azul a nuestra izquierda y las montañas a nuestra derecha. Vamos alrededor de la famosa bahía de Junieh por la renombrada ciudad de Biblos (Gebal bíblica, adonde los egipcios iban por cedro) y hacia adelante hacia Trípoli. Justamente fuera de la aldea de Chekka tomamos un camino que sube a las montañas. Empieza nuestro ascenso de 1.800 metros.

Ahora, manténgase alerta. Pronto conseguirá su primer vistazo de los majestuosos cedros. ¡Qué pasmoso espectáculo presentan estos árboles magníficos, algunos de los cuales son inmensos especímenes que se elevan más de treinta metros!

Desemejantes de otros árboles, las ramas del cedrus libani son horizontales, como andanas, al estilo de pirámide. Note cómo las ramas se extienden llanas, algunas hasta por la misma distancia que el árbol tiene de alto. Acercándonos más a estos hermosos árboles siempre verdes, notamos que los troncos están nudosos de edad y son macizos... características de sus antiguos antecedentes. Algunos tienen una circunferencia de hasta doce metros. Hay árboles aquí que, según se cree, tienen más de mil años de edad. La corteza es áspera y el color pardo rojizo alcorzado de blanco. Las hojas de color verde brillante tienen entre un centímetro y un centímetro y medio de largo, y el árbol produce conos de forma de huevo.

Al salir del frescor del bosque de los cedros a la luz del sol, podemos contemplar los cedros desde una distancia. ¡Imagínese, hubo un tiempo en que estas montañas estaban cubiertas de cedros encumbrados! Sin embargo, como resultado de usar los árboles sin hacer distinción y el descuido en cuanto a reemplazarlos y los estragos de la guerra hoy quedan pocas arboledas. Esta arboleda en particular que contiene unos 400 árboles probablemente se conservó debido a su difícil accesibilidad. Sin embargo, desde la II Guerra Mundial se han hecho esfuerzos por replantar cedros así como otros árboles.

Pero ¿a qué se debe su fama? Al hecho de que el cedro aparece frecuentemente en el arte y en la literatura, especialmente en las Escrituras. La Biblia se refiere a este monarca de los árboles más de setenta veces. Se usa para representar la majestad, excelsitud y fortaleza, verdaderas o aparentes. Por ejemplo, al Mesías se le compara a una ramita tomada de la mismísima cima de un cedro. El crecimiento del justo es como un cedro firmemente arraigado. En contraste, se asemeja a los infieles a un cedro debido a su propio ensalzamiento y sentimiento de seguridad falsa.—Eze. 17:22-24; Sal. 92:12; Isa. 2:11-13; Jer. 22:13-15, 23.

Pero el cedro majestuoso se conoce mucho más extensamente debido a su uso en la construcción del magnífico templo de Jehová en Jerusalén en los días del rey Salomón. Su hermosura, fragancia y durabilidad, además de su coloración roja cálida, lo recomendaron altamente para este propósito.—1 Rey. 6:9, 15-18, 20.

Bueno, pero ¿cómo era posible cortar esos árboles y enviarlos desde aquí hasta Jerusalén? No es muy probable que éste haya sido el sitio donde los cortaron y desde donde los enviaron. Pero, recuerde que en la antigüedad los árboles cubrían los límites superiores de los montes del Líbano, que se extienden por unos 150 kilómetros desde el norte al sur. Hoy día, más hacia el sur, cerca de la aldea Druzes de Barouk, hay una arboleda más joven de unos 900 árboles. Posiblemente fue en este lugar o en otro cercano que los sidonios, que eran taladores peritos, cortaron cedros selectos. Entonces pudieran haber flotado los troncos por el río Litaní que, fluyendo hacia el sur y luego alrededor de la punta meridional de la cadena de montañas del Líbano, desemboca en el Mediterráneo, cerca de Tiro. Allí pudieran haber formado los maderos en armaduras y haberlas flotado hacia el sur a lo largo de la costa, posiblemente a Jope, la moderna Tel Aviv. Posiblemente allí hayan cortado los maderos para transportarlos cuarenta kilómetros por tierra al lugar del templo en Jerusalén.

En la antigüedad realmente se apreciaba la madera del cedro. Es un árbol majestuoso con una historia llena de significado. Dentro de poco, en el paraíso terrestre de Dios, los cedros majestuosos volverán a florecer y cubrirán las montañas, para la alabanza de su Hacedor.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir