BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ad págs. 284-285
  • Cedro

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Cedro
  • Ayuda para entender la Biblia
  • Información relacionada
  • Cedro
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • Los majestuosos cedros del Líbano
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1976
  • Los cedros majestuosos del Líbano
    ¡Despertad! 1977
  • ¡Sálgase de debajo de ese “bello” árbol!
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1977
Ver más
Ayuda para entender la Biblia
ad págs. 284-285

CEDRO

(heb. ’é·rez).

Los cedros, particularmente los del Líbano, eran ya famosos en tiempos bíblicos y adquieren una importancia especial en el relato de la construcción del templo de Salomón.

El cedro del Líbano (Cedrus libani) es un árbol majestuoso, de enormes proporciones, con raíces fuertes y profundas. Por eso es muy apropiado su nombre hebreo, pues este se deriva de una raíz que significa “estar firme”. En otro tiempo, las montañas del Líbano estuvieron cubiertas de grandes bosques de cedros, pero en la actualidad solo quedan unas pequeñas arboledas, debido a la tala indiscriminada y a la falta de conservación y replantación. De igual manera, los estragos de la guerra han contribuido sin duda a esta disminución del número de cedros. Sin embargo, los árboles restantes todavía presentan una vista impresionante. (Véase el Cantar de los Cantares 5:15.)

Algunos alcanzan una altura próxima a los 40 m., y el tronco puede tener una circunferencia de 12 m. Sus largas ramas salen horizontalmente del tronco, describiendo una circunferencia total que oscila entre 60 y 90 m. Los árboles tienen una ligera forma piramidal cuando son jóvenes, pero tienden a achatarse en la copa a medida que alcanzan su madurez. El follaje crece en distintas filas o capas horizontales (más bien que entrelazadas), y las ramas producen unos ramilletes redondos, parecidos a flores, de unas agujas verde brillante de poco más de un centímetro de largo, y unos conos de color tostado que rezuman una resina fragante. La corteza es de un color marrón rojizo y bastante áspera, y el tronco se retuerce con la edad.

La madera del cedro, de un tono rojizo más claro que el de la caoba, no tiene nudos, y era muy apreciada para la construcción debido a su belleza, fragancia, durabilidad y resistencia al ataque de los insectos. (Cant. de Cant. 1:17; 4:11.)

El uso extenso de la madera de cedro requirió la labor de miles de trabajadores para cortar los árboles y transportarlos a Tiro o Sidón por la costa marítima del Mediterráneo, formando armadías y haciéndolas flotar a lo largo de la costa, probablemente hasta Jope. Desde allí, ya por tierra, los árboles eran llevados a Jerusalén. Todo esto se arregló por medio de un contrato entre Salomón e Hiram. (1 Rey. 5:6-18; 2 Cró. 2:3-10.) Más tarde, el fluir de la madera continuó de tal modo que pudo decirse que Salomón durante su reinado hizo ‘la madera de cedro como los sicomoros por su gran cantidad’. (1 Rey. 10:27; compárese con Isaías 9:9, 10.)

El majestuoso cedro se usa figurativamente en las Escrituras para representar dignidad real, gran altura y fuerza, tanto real como aparente. (Eze. 31:2-14; Amós 2:9; Zac. 11:1, 2; Job 40:17.) De esta forma, el rey Jehoás de Israel pretendió que su respuesta al rey Amasíah de Judá fuese un insulto humillante cuando comparó el reino de Amasíah a un “yerbajo espinoso”, mientras asemejaba su propio reino a un poderoso cedro del Líbano. (2 Rey. 14:9; compárese con Jueces 9:15, 20.) El cedro desempeña un papel preponderante en el enigma de Ezequiel (cap. 17), en donde el rey y los príncipes de Judá se asemejan a la punta de un cedro del Líbano llevado a Babilonia. (Eze. 17:1-4, 12, 13.) Después, se representa al Mesías proféticamente como una ramita de la misma punta del cedro, ramita que Jehová planta en una montaña encumbrada. (Eze. 17:22-24; compárese con Isaías 11:1; Jeremías 23:5; 33:15; Salmos 2:6; Revelación 14:1; Daniel 4:17.)

El cedro sirvió de manera figurada tanto en sentido favorable como en sentido adverso. Llegó a ser una muestra de prestigio entre los reyes de Judá infieles y materialistas, simbolizando su ensalzamiento propio y su falsa seguridad. (Jer. 22:13-15, 23; Isa. 2:11-13.) Sin embargo, el crecimiento y desarrollo del hombre justo se asemeja al del cedro firmemente arraigado. (Sal. 92:12; compárese Isaías 61:3 con Salmos 92:12; 104:16.) Así, mientras que por un lado Jehová promete manifestar su poder por medio de quebrar los poderosos cedros del Líbano y hacerlos ‘brincar por las montañas como becerros’ (Sal. 29:4-6), por otro lado predice el tiempo en el que hará que el cedro crezca hasta en las regiones desérticas (Isa. 41:19, 20) y lo distingue de entre los demás árboles como una de las muchas creaciones que alabará su encumbrado Nombre. (Sal. 148:9, 13.)

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir