Cometas del Japón
Por los corresponsales de “¡Despertad!” en el Japón
CONTRA el fondo de una espléndida puesta de sol invernal sobresale una figura solitaria sobre un puente. Tiene la atención completamente fija en una forma oscura que baila en el cielo. ¿Qué lo tiene tan extasiado? Una cometa.
¿Ha hecho usted volar una cometa? Esta clase de entretenimiento le hará salir a las afueras y gozar de vientos frescos. En Occidente, por lo general se considera que las cometas son juguetes para niños, aunque unos cuantos adultos también disfrutan de ellas. Sin embargo, en el Japón, personas de todas las edades hallan que el vuelo de las cometas es un pasatiempo refrescante y relajante.
La confección de cometas ha llegado a ser un arte aquí. La gente se enorgullece de sacar el mejor partido del color, la forma y el diseño. La destreza de los japoneses al hacer y elevar cometas ha conservado en este país la creación de cometas que son verdaderas obras maestras.
El primer registro de una cometa en el Japón se remonta al año 931 de la era común. La habían traído de China, donde se originaron las cometas. En ese entonces, junto con el budismo, el washi (papel sumamente resistente desarrollado en Oriente) fue introducido en el Japón. Estos acontecimientos fueron paralelos debido a que las cometas se confeccionaban de washi y se usaban en las ceremonias budistas.
En el siglo once las cometas se usaban como símbolos militares. Entonces, y en tiempos posteriores, se empleaban para transportar comunicaciones y alimento a los aliados durante las batallas. Tal como los indios norteamericanos enviaban señales de humo, los japoneses elevaban cometas en tiempos de guerra para mostrar su posición. Es evidente que los japoneses conocían bien la geometría hace centenares de años, pues, por medio de sujetar una larga cola a una cometa y hacerla volar directamente sobre el campamento enemigo, podían calcular la distancia entre ellos y sus contrincantes. Así, hasta podían hacer un túnel que los llevara hasta el mismo campo enemigo.
Durante el siglo dieciséis las cometas se hicieron populares como juguetes. Debido a que éstas eran grandes y los lanzadores carecían de pericia y las hacían volar en los poblados, hubo muchos accidentes graves al caer las pesadas cometas sobre la cabeza de la gente. Las leyes que prohibían empinar cometas se pasaban por alto y este pasatiempo disfrutó de su mayor auge.
Los pescadores también usaban cometas. Desde la antigüedad, los pescadores las han usado para determinar las corrientes de aire y por ese medio decidir si era seguro hacerse a la mar o no.
El siglo dieciocho trajo grandes cambios en los diseños de las cometas del Japón. Esto se debió en parte a que copiaban y desarrollaban en sus cometas los grabados que se hacían con bloques de madera. Además, el Japón comenzó a abrir sus puertas al mundo exterior, y en breve las cometas comenzaron a mostrar en los diseños de sus grabados influencias de China, Asia del sudeste e India.
Tradiciones de cometas
Se han usado las cometas como talismanes que supuestamente apartaban los malos espíritus. Si a una familia le nacía un hijo, al finalizar el año el abuelo pintaba un demonio en una cometa enorme. Esta entonces se colgaba del techo sobre el bebito. Al primer día de O-Shogatsu (Año Nuevo), la familia removía la cometa y la hacía volar, pues creía que de este modo se sacarían todos los males de la casa y el viento se los llevaría. Debido a que suponían que de este modo habían removido todas las posibilidades de desastre, creían que la salud y la felicidad del niño estaban aseguradas. Esta antigua costumbre todavía existe en algunos sitios del Japón.
Dondequiera que uno vaya en el Japón hoy día, la costumbre de regalar cometas en los festivales infantiles todavía se observa. Todos los años hay un festival para niños y otro para niñas. Los grabados en las cometas varían y transmiten diferentes deseos... una grulla o una tortuga para una vida larga, un dragón para prosperidad, una carpa para fortaleza, y así por el estilo. En estas ocasiones se considera que las cometas son amuletos de la buena suerte.
El origen de las famosas cometas Nambu, que llegaron a ser muy populares en Europa, también refleja las viejas supersticiones religiosas. Los sintoístas pintaban sus peticiones a los dioses en las cometas Nambu. Las llevaban a los santuarios y las elevaban creyendo que de esta manera las solicitudes se podrían llevar directamente a los dioses, en vez de esperar a que las deidades bajaran a la Tierra.
En algunas remotas aldeas de las montañas todavía practican una costumbre graciosa. Después de la dura faena de recoger la cosecha de arroz, hay mucha diversión cuando los jóvenes se reúnen para celebrar un concurso de lanzar cometas. ¡El más diestro entre ellos gana en matrimonio la mano de la hija más hermosa del hacendado!
Sin embargo, una persona que no desee envolverse en las tradiciones religiosas puede disfrutar de lanzar cometas. No es preciso que una cometa tenga conexiones religiosas. Y las personas que quieran añadirles un poco de color pueden pintar los diseños que ellas quieran en las cometas. De hecho, ¿por qué no hacer una cometa?
Haciendo una cometa
Etapa 1: Tome tres cañas o tiras de madera delgada y ligera que se puedan doblar sin romper (bambú, si es posible). En la Figura 1 verá cómo deben alinearse. Se sugiere que estas varillas tengan 4 x 2,5 milímetros, 3,5 x 2 mm., y 3 x 2 mm. de espesor. La varilla de tamaño medio se usa para la parte superior de la cometa, la más ligera para la parte inferior y la más pesada para la vertical. A fin de tener buen éxito en el vuelo, es de suma importancia que la cometa tenga buen equilibrio. Por tanto, la varilla vertical debe cruzar las varillas horizontales en sus centros.
Ahora sujete la armazón con un cordel fino en los puntos a y b. A medida que haga esto, no se olvide del equilibrio de su cometa. No debe usar más cordel en un punto que en otro.
Etapa 2: Prepare una hoja de washi o de papel fuerte y ligero, como se muestra en la Figura 2. Ha llegado el momento de manifestar su aptitud artística y pintar un grabado. Después de varios esfuerzos, quizás opte por una cometa sin grabado.
Ponga la cometa boca abajo y unte los salientes y la armazón con un engrudo ligero hecho de harina y agua. (Vea Figura 2.) Con la varilla vertical sobre las horizontales, coloque la armazón sobre el papel y pegue los salientes. Hay que ejercer cuidado para que el papel no se arrugue. Después, una ligera rociadura de agua le añadirá tirantez a su cometa. Corte el pedazo de madera que sobresale más allá del triángulo superior del papel.
Etapa 3: Para las cuerdas guías, se necesita un cordel más fuerte. La Figura 3 muestra los puntos de enlace en el frente de la cometa (c, d y e). Para atar las cuerdas guías a la armazón tendrá que perforar el papel. Pero tenga cuidado de no rasgarlo. Si los nudos están bien apretados, solamente hay que pasar la cuerda alrededor de la madera una vez en cada punto. Cada cuerda guía debe tener, aproximadamente, el doble del ancho de la cometa. Es importante que las cuerdas se encuentren directamente sobre el punto x. De paso, una persona experimentada puede hacer las tres cuerdas guías de una sola cuerda de cordel continuo.
La Figura 4 muestra que la cometa se tuerce estirando la cuerda entre los puntos c y d. La cuerda que se usa para elevar la cometa se sujeta al nudo de las cuerdas guías. Si las cuerdas están flojas en algún punto la cometa se inclinará mucho o hasta girará. Para facilitar el vuelo, se puede sujetar una cola de 1 metro de longitud en el punto que se muestra en la Figura 4. Si usted puede hacer que la cometa vuele sin la cola, se ha unido a la clase profesional.
Sea uno joven o viejo, soltero o casado con familia, el hacer una cometa puede ser muy divertido. Los padres pueden usar esta oportunidad para enseñar a sus hijos algo acerca de los vientos, las nubes, el cielo... cosas que “hablan” silenciosamente de nuestro Magnífico Creador. ¿Por qué no reunirse y hacer de la confección de cometas un proyecto de familia, o llamar a algunos amigos para que participen con usted en hacer y lanzar una cometa?
Juegos con cometas
Un juego popular de competencia en el Japón se basa en la idea de cruzar las cometas. La meta es cortar la cuerda del otro jugador para liberar su cometa. Esto se hace entrecruzando la cuerda de la cometa de uno con la cuerda de la cometa de la otra persona mientras las cometas están en vuelo. La cuerda se corta por medio de fricción. Pero, ¿verdaderamente le gustaría perder en este juego la cometa que tanto trabajo le costó hacer?
Las variaciones de la cometa básica aumentan la diversión de la persona. Por ejemplo, los niños en particular se emocionan cuando se sujeta un arco a la parte superior de la cometa. Esto se debe al fuerte ruido que produce el arco en el viento.
¡Ah, sí! No olvidemos otra diversión interesante en el vuelo de las cometas. Llene un cono de papel con pétalos de flores y ciérrelo parcialmente con una tira de papel y un poco de engrudo. Ensarte el cono en la cuerda principal de vuelo. Gradualmente, el pequeño parasol subirá por la cuerda de la cometa en vuelo. El fuerte viento rompe la tira de papel y produce una hermosa lluvia de pétalos.
Con un poco de imaginación, pronto a usted sin duda se le ocurrirán nuevos juegos y nuevas cometas.
Algunos relatos de cometas
Se afirma que en 1712 un famoso ladrón llamado Kakinoki Kinsuke usó una cometa para transportarse hasta el techo superior de la mazmorra del castillo de Nagoya. Una vez allí se dice que se robó las escamas de oro de los delfines ornamentales para vengarse de las tierras que le habían quitado. Cincuenta años más tarde, se hizo de la aventura de Kinsuke una obra teatral, y hasta este día acostumbran presentarla en el Japón.
Otro relato es acerca de un señor feudal y su joven hijo. En el siglo doce habían sido desterrados a cierta isla. Para reclamar su poder perdido, la leyenda dice que este señor feudal envió a su hijo de regreso a la isla principal en una cometa.
Como algunos pescadores, muchos lanzadores de cometas relatan cuentos increíbles. Esperamos que después de algún episodio de lanzar cometas usted no hable acerca de la que ‘se le escapó,’ o relate exageradamente sus logros.
Vale la pena tener un pasatiempo que toda la familia pueda disfrutar, especialmente cuando es barato y no exige mucho tiempo. Si su cometa no es muy pesada y usted la hace volar con cuidado en un lugar seguro, el pasatiempo es inofensivo. Aprenderá algo acerca de construcción, de volar y, sí, se divertirá. Personas de todas las edades disfrutan la emoción de sentir el impulso de una cometa en vuelo. ¿Por qué no lo trata? Y que usted y su cometa disfruten de un buen vuelo.
[Ilustración de la página 19]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Figura 1 (armazón)
Figura 2 (papel)
Figura 3 (cometa armada)
Figura 4 (elevada)