Florecen al Sol
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Barbados
EL VIVIR en los trópicos o subtrópicos es, durante gran parte del año, muy parecido a vivir en un jardín de flores llenas de colorido. Si usted se diera un paseo aquí en Barbados, vería kilómetro tras kilómetro de árboles florecientes o plantas cubiertas de flores. Se pueden ver flores en todas las etapas del ciclo de su vida y hacen su parte para embellecer con un poco de color las muchas casitas faltas de pintura y para extender la sombra que tanta falta hace en las calles de la ciudad.
En Barbados el Sol y el clima son bondadosos para con las flores, y gracias a ellos florecen muchas variedades. Aquí se puede ver la Allamanda o copa de oro, de color amarillo brillante, que pertenece a la rica familia Apocynaceae, también la flor rosada que aquí llamamos “flamenco” porque su color se parece al del ave flamenco, y el lirio de jengibre o mariposa y el Ixora de la extensa familia Rubiaceae. La hermosura de las flores locales hace que la gente hable acerca de ellas. Permítame relatarle algunas cosas que he observado al visitar los jardines de la localidad.
El framboyán
¡Imagínese un árbol completamente cubierto de flores de color escarlata brillante! Tal vez se deba a este color y al tamaño del árbol, que varía entre seis y 12 metros de altura, que algunos lo llaman Poinciana regia. El clima de esta isla es precisamente correcto para hacer que este árbol florezca en su totalidad, tiempo en que realmente tiene un aspecto flamígero. De veras que éste es uno de los árboles florecientes más hermosos del mundo.
Durante la mayor parte del año el framboyán carece de follaje, debido al clima seco. Pero entonces sucede algo maravilloso. Pocas semanas antes que empiece la estación de las lluvias, como si pudiesen sentir los aguaceros venideros, las ramas desnudas, que parecen muertas, cobran vida y se cobren totalmente de una manta de color escarlata. Las flores, en vez de estar independientes unas de las otras, están agrupadas en racimos.
Las flores individuales del framboyán pueden medir hasta 13 centímetros de lado a lado. Cada una despliega cinco pétalos, cuatro de los cuales son de tamaño y color idénticos. Sin embargo, el quinto tiene la apariencia de ‘enano.’ Debido a ser angosto y de aspecto amarillento, este pétalo se ve algo mal formado.
Aunque el framboyán es un árbol de sobresaliente hermosura, su florecimiento dura un período relativamente corto, pues puede variar de unas cuantas semanas a dos meses. Después de eso, va dejando caer sus hojas paulatinamente y las reemplaza con hojas como las del helecho, de color verde brillante. También, alrededor de este tiempo, se desarrollan vainas verdes y puntiagudas, de unos 45 a 60 centímetros de longitud. Se usan las vainas secas de este árbol para combustible. Con el tiempo, las hojas se secan y caen y las vainas se vuelven de color pardo. Pero sabemos que esto cambiará al acercarse la próxima estación de las lluvias.
El frangipani... adorno para las mesas
Otro árbol que florece en nuestro clima soleado es el frangipani. Este árbol, que se parece al súchil, generalmente alcanza una altura de entre cuatro metros y medio y seis metros, y a veces pasa de siete metros y medio. Este árbol, también, se llena de flores cuando viene el cambio de la estación seca a la de las lluvias.
Recién entrada la estación seca, el frangipani deja caer sus hojas de verde oscuro, lo que hace que parezca falto de vida. Pero a medida que la estación seca se acerca a su fin, las ramas del frangipani se llenan de racimos de flores, cada uno de los cuales contiene 15 o más flores. Flores esparcidas pueden aparecer en cualquier tiempo del año. Pero el frangipani produce su mayor cantidad de flores poco antes de la estación de las lluvias.
Las flores son pequeñas y uniformes. Se parecen a estrellas con sus cinco pétalos que se traslapan y con sus orillas ligeramente rizadas. Estos pétalos salen de tubos algo largos anexos a ramas de corteza llana. Pueden ser de color blanco cremoso o rojo rosado, y siempre tienen una apariencia suave y cerosa. La flor es bien conocida por su deleitosa fragancia, que se nota especialmente en la frescura de la noche. Como adorno para la mesa, los racimos de flores del frangipani son del tamaño precisamente correcto para usarlos como centros de mesa.
El lindo hibisco
En casi todas partes de los trópicos se ven los delicados hibiscos. Esta planta se viste de flores en una variedad de colores que varían del rosa pálido a un color bermejo deslumbrante. Algunas flores son de color amarillo vistoso, otras de naranjo claro. Esta flor no se presenta en racimos; las flores individuales brotan en los extremos de tallos largos y se inclinan con verdadera gracia.
La flor del hibisco por lo general mide de 10 a 13 centímetros de lado a lado, y tiene cinco pétalos que se doblan hacia atrás desde el centro. Como sucede con el color, también la forma de estos pétalos varía bastante de planta en planta. Ciertos pétalos están ligeramente escarolados, mientras que otros están profundamente acanalados. Algunos hibiscos en vez de ser de pétalo sencillo son de pétalos dobles.
Aquí en Barbados, las flores de los hibiscos sirven para muchos propósitos. Algunas personas entremeten esta planta en un seto vivo para que las flores salgan por aquí y por allá al azar. Es popular cortar las flores de hibisco y ponerlas a flotar en un tazón de agua como centro de mesa. El hacer esto realmente no es abusar de estas flores hermosas, puesto que solo duran 24 horas, sea que se corten o se dejen en el arbusto. Algo que compensa por esta corta vida es el hecho de que el hibisco florece constante y abundantemente durante todo el año.
Los beneficios del hibisco no están limitados a sus flores. Hay una variedad de cuya vaina o cápsula viene la verdura popular “quingombó,” que se usa en sopas y guisos. Además, en esta misma familia de plantas (Malváceas) hay una que produce un botón que se usa para una refrescante bebida fría que en esta isla llaman “sorrel.”
Solo he tenido la oportunidad de describir brevemente tres plantas florecientes de Barbados para darle una pequeña idea de la belleza natural que tenemos aquí. Por lo tanto, ¿por qué no nos visita y ve por sí mismo la tremenda variedad de plantas que florecen al Sol?