¿Qué los lleva a depender del alcohol?
¿POR qué llega la gente a depender del alcohol? ¿Hay señales tempranas que advierten a uno del peligro de hacerse alcohólico?
Por supuesto, la causa inmediata del alcoholismo es el alcohol. Si la gente no tomara bebidas alcohólicas no llegarían a depender de ellas.
Sin embargo, hoy día se pueden conseguir bebidas alcohólicas en casi todo lugar, y esa situación no cambiará. Además, la gente generalmente desea la libertad de decidir por sí misma si beberá o no. Y en muchas sociedades, no es probable que desaparecieran los problemas si se proscribieran las bebidas alcohólicas. Eso se hizo patente durante la época de la prohibición legal de la manufactura y venta de bebidas alcohólicas en los Estados Unidos.
Lo que se necesita es que uno domine bien su beber. No obstante, son muy pocas las personas para quienes el alcohol presenta problemas graves que pensaron que su beber se propasaría. En realidad, una gran proporción de los que ya dependen del alcohol no creen que dependen de él, o no quieren confesarlo.
Señales tempranas
Es obvio que el borracho habitual depende del alcohol, y eso es fácil de reconocer. Pero en el caso de muchos otros, especialmente en las etapas más tempranas, es posible que su alcoholismo no sea tan obvio, ni siquiera a ellos mismos.
Pero hay señales claras que indican el posible abuso del alcohol o el verdadero abuso. Por ejemplo, si uno honradamente se hace varias preguntas, a menudo puede determinar rápidamente si él o alguien que él conoce está encaminado a la dependencia del alcohol, o ya depende de él.
Ha sido la experiencia de organizaciones como Alcohólicos Anónimos que si una persona responde “Sí” aunque solo sea a tres de las siguientes preguntas, puede estar razonablemente seguro de que el alcohol se ha tornado en un problema.
1. ¿Bebe usted más a menudo que antes, y toma bebidas más fuertes?
2. ¿Toma usted varias bebidas todos los días, o aun varios días de la semana?
3. ¿Ha afectado su reputación el beber?
4. ¿Se resiente cuando otros le previenen acerca de su beber?
5. ¿Bebe usted para escaparse de preocupaciones o dificultades?
6. ¿A veces se traga las bebidas en vez de sorberlas?
7. ¿Tiene, a veces, un deseo vehemente de una bebida alcohólica?
8. ¿Bebe solo a menudo?
9. ¿Ha causado problemas su beber, como resentimiento por parte de los miembros de su familia?
10. ¿Defiende usted su beber porque le parece que pudiera desistir en cualquier momento, pero no desiste?
11. Si ha tratado de dejar de beber por cierto período, digamos un mes, ¿dejó de llegar a su meta?
12. ¿Descuida usted su apariencia, como por ejemplo, el engrosar demasiado debido a beber, pero no obstante sigue bebiendo?
13. ¿Lo ha hecho su beber descuidado acerca de su salud, trabajo, hábitos de gastar dinero o bienestar de su familia?
14. ¿Busca, o arregla, ocasiones, tales como tertulias, como excusas para beber?
15. ¿Tiene usted una botella de bebidas alcohólicas escondida en algún sitio para beber cuando otros no estén mirando?
El que uno responda “Sí” a solo unas cuantas de estas preguntas puede indicar dificultad. El que responda “Sí” a muchas mostraría que cierto grado de alcoholismo ya está bien establecido.
Pero, ¿por qué desarrolla la gente problemas con el alcohol en primer lugar? ¿Qué factores entran en juego?
Muchos factores
Es difícil designar cierta condición o actitud en particular como la que lleva a una persona a depender del alcohol. El cuerpo, mente y emociones humanos son muy complejos. Y el modo de ser mental, emocional y físico difiere mucho entre la gente.
Hasta el tamaño del cuerpo tiene que ver con ello. Las personas más grandes tienen más agua en su cuerpo que las personas pequeñas. El agua diluye el alcohol. Por lo tanto, si toda otra cosa está a la par, la misma cantidad de alcohol por lo general afectará más rápidamente a la persona más pequeña que a la más grande.
Además, cuando todos los factores, como el tamaño del cuerpo, antecedentes, problemas y presiones, y hábitos de beber, parecen ser similares, una persona que empieza a beber llegará, con el tiempo, a habituarse mientras que otra en las mismas circunstancias no lo hará. Por eso no se puede decir que cierto problema, disposición emocional, experiencia de la niñez o ambiente cultural automáticamente produce un alcohólico.
No obstante, hay factores que producen mayores proporciones de alcoholismo. Por ejemplo, cuando una sociedad está orientada hacia el alcohol debido a promoverlo y darle publicidad y mostrarlo como lo común en las funciones sociales y lugares de comer, entonces se inducirá a más personas a beber. Y cuando el beber en exceso o la embriaguez se representan no solo como lo común, sino a veces hasta chistoso, entonces disminuye el estigma contra el alcoholismo.
En semejante ambiente, especialmente en las reuniones sociales, si uno no bebe se le hace sentir incómodo, como si no perteneciera al grupo. Los que tratan de abstenerse del alcohol por tener problemas con él, posiblemente se hallen continuamente apremiados a obrar en conformidad.
Los factores económicos también contribuyen su parte. Hay mucho abuso del alcohol entre algunos pobres, especialmente en las ciudades grandes de las sociedades industriales. La pobreza puede producir el sentimiento de desesperanza, y el alcohol con su cualidad de sedante disimula temporáneamente el dolor de la realidad.
Por otra parte, en algunos países las riquezas han sido acompañadas por un aumento en el beber de los grupos de ingresos medianos y superiores. Además, las presiones del empleo y sociales resultan en que se beba más. Un estudio de los hábitos de beber de 8.000 ejecutivos estadounidenses reveló que el 27 por ciento bebían como promedio 170 o más gramos de alcohol al día, siete días a la semana. Se informa que en el Japón, alrededor del 60 por ciento de las personas en puestos de supervisión tienen problemas con el beber. Y en las naciones más acaudaladas, más amas de casa se están haciendo alcohólicas.
A menudo los problemas maritales y familiares hacen que un cónyuge, o ambos, recurran al alcohol en un esfuerzo por hallar alivio de la infelicidad. La soledad también puede dar por resultado el beber en exceso, como también lo pueden hacer la desilusión, el temor del futuro, falta de confianza, o hasta una tragedia como la muerte de una persona amada.
Pero los que beben con exceso en un esfuerzo por aminorar los problemas, ansiedad o depresión, siempre descubren que al fin tienen mayores problemas, ansiedad y depresión. Estas son las consecuencias inevitables del alcoholismo.
El beber de los jóvenes
Un grupo de médicos, al escribir al Times de Nueva York, declaró: “Algo que causa preocupación especialmente profunda en nuestro tiempo es el alarmante aumento en el beber de los adolescentes acompañado del aumento dramático en la frecuencia del abuso de las bebidas alcohólicas en general, el alcoholismo y la afición múltiple.”
El alcoholismo es el principal problema de salud entre los jóvenes de los Estados Unidos. Se le clasifica como una amenaza mucho más grave que la afición a las drogas “violentas,” tales como la heroína. Un funcionario gubernamental lo llama un “problema devastador . . . de proporciones epidémicas.”
Una encuesta reveló que en los EE. UU. aproximadamente la tercera parte de los estudiantes de escuela secundaria tienen problemas con el beber. Y se ha hallado que hoy hasta niños más jóvenes, que ni siquiera están en la escuela secundaria, dependen del alcohol.
En Alemania, los investigadores de la Universidad de Kiel declaran que “el alcoholismo amenaza a la sexta parte de los jóvenes de Alemania que tienen entre 10 y 18 años de edad. Otros países donde el alcoholismo por lo general está aumentando también hallan que sus jóvenes están más envueltos en él.
El Sunday Globe de Boston hace notar un resultado inmediato, al decir: “Desde que bajaron la edad a la que se permite comprar bebidas alcohólicas, las muertes en accidentes de tráfico en que están envueltos conductores adolescentes [han] aumentado tres veces.”
Pero, ¿a qué se debe que más jóvenes beban? Una razón es ‘la presión de sus iguales,’ la influencia de amigos. “Todos mis amigos beben,” dijo un joven en una declaración típica. Otro declaró: “No quería parecer ‘inadaptado,’ de modo que empecé a beber.”
Como en el caso de los adultos, muchos jóvenes beben porque, como dijo uno: “El beber me hace sentir feliz y me ayuda a divertirme.” Otras razones que los jóvenes dan incluyen: están aburridos con la vida; tienen problemas en casa o en la escuela; o temen el futuro en un mundo de aspereza e incertidumbre.
Pero la razón a la que los jóvenes atribuyen sus hábitos de beber con más frecuencia es la influencia de sus padres y la sociedad adulta en general. En el libro Teen-Age Alcoholism se declara: “En el asunto de beber, aunque es importante la influencia de su grupo de iguales, los padres ejercen la mayor influencia.” En Alemania, se descubrió que en los casos en que el padre bebe mucho, con más frecuencia sus hijos lo hacen también.
Pero muchos padres no abusan del alcohol. E insisten en que sus hijos no beban a grado regular hasta que tengan suficiente edad para hacerlo con responsabilidad. Los estudios han revelado que en comparación con las familias que hacen eso, las familias cuyos padres beben en exceso tienen dos veces más jóvenes con dificultades con el alcohol.
En una sociedad en que se acostumbra ver a los adultos beber, muchos jóvenes imitan lo que ven hacer a las personas de más edad. Como ejemplo se cita a un joven que veía las películas de vaqueros en la televisión y dijo: “Los hombres en esas películas bebían whisky. Comencé a beber whisky porque quería ser valiente como ellos.”
Se siega lo que se siembra. En una sociedad en que se aprueba el beber en exceso, y donde millones de adultos dependen del alcohol, más jóvenes llegarán a depender de él también.
Sin embargo, aunque hay muchos factores que pueden llevar al alcoholismo, ¿qué le pasa al sistema de uno que lo haga depender del alcohol? ¿Con qué resultados?
[Comentario de la página 6]
Una gran porción de los que ya dependen del alcohol no creen que dependen de él, o no quieren confesarlo
[Comentario de la página 8]
En una sociedad en que se aprueba el beber en exceso, y donde millones de adultos dependen del alcohol, más jóvenes llegarán a depender de él también
[Ilustración de la página 7]
Los que beben con exceso en un esfuerzo por aminorar los problemas, ansiedad o depresión, siempre descubren que al fin tienen mayores problemas, ansiedad y depresión