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¡Despertad! 1978
g78 22/12 págs. 20-23

El principal evento deportivo del mundo

¿Es la Serie Mundial de béisbol?

¿Es el campeonato de fútbol norteamericano?

¿O lo es ahora la serie de partidas decisivas del baloncesto profesional?

LOS eventos deportivos mencionados arriba son los que probablemente se le ocurrirán a usted si es norteamericano. Sin embargo, fuera de los Estados Unidos —salvo pocas excepciones— se oye comparativamente poco acerca de estos eventos. Pero, ¡qué diferente en el caso de fútbol!

La revista alemana Der Spiegel dijo del campeonato de fútbol de 1974: “Se espera que por lo menos mil millones de personas —desde Santiago hasta Sofía, desde Helsinki hasta Hobart— estén ante sus televisores para el juego final.” Y semejante auditorio observó los juegos este año.

¡Mil millones de personas! ¡Eso es la cuarta parte de la población del mundo... casi cinco veces la población de los Estados Unidos! Como comentó Der Spiegel: “Eso es más personas que las que en alguna ocasión han inclinado la cabeza en dirección a la Meca al tiempo de orar. Y todas las iglesias cristianas combinadas nunca han podido hacer que se junten ante sus altares tantos creyentes en una sola ocasión, ni siquiera en la Navidad.”

Sí, el fútbol es por mucho el deporte favorito del mundo. Hasta más de 200.000 personas han asistido a un solo juego.

Copa Mundial de 1978

Durante la primavera de 1978 centenares de millones de entusiastas de fútbol tenían su atención concentrada en la Argentina. Allá, durante el mes de junio, se llevaron a cabo 38 juegos para decidir quién ganaría la Copa Mundial, símbolo de supremacía en el fútbol internacional. Se celebran los juegos para la Copa Mundial cada cuatro años, y cada vez un país diferente sirve de anfitrión.

La (FIFA) Federación Internacional de Fútbol Asociación, el cuerpo gobernante del fútbol, patrocina la Copa Mundial. Más de 140 naciones son miembros de la FIFA. Se celebraron los primeros juegos para la Copa Mundial en 1930, y desde entonces han llegado a ser el evento deportivo más popular del mundo, con la posible excepción de los Juegos Olímpicos.

Esta es la manera en que los 16 equipos llegan a las finales para la Copa Mundial: Los países que son miembros de la FIFA escogen de entre los mejores jugadores de su nación un equipo formado exclusivamente por aces. Estos hombres se entrenan juntos como una unidad, y juegan series regionales de eliminación. Por ejemplo, una serie de 248 juegos clasificatorios realizados durante dos años entre 95 países redujo el campo a los 16 equipos que llegaron a las finales en Argentina.

El país anfitrión Argentina suministró más de 400.000.000 de dólares para ayudar a financiar la Copa Mundial. Juzgando por el tremendo interés que se manifestó por todo el mundo, puede que haya sido dinero bien gastado desde un punto de vista comercial. Miles de entusiastas futbolísticos aparte de los de Argentina asistieron a los juegos.

Por muchos meses antes de la gran final las emisoras de la República Federal de Alemania recordaban a sus oyentes: ‘Solo faltan 100 [u otro número de] días para la Copa Mundial.’ Los negocios les ofrecían a los parroquianos que compraban sus mercancías la oportunidad de ganar un viaje a la Argentina con todos los gastos pagados. Unos 150 aficionados de Escocia hicieron arreglos para viajar de una manera insólita... por submarino.

Por supuesto, la gran mayoría de aficionados observaron los juegos por televisión. La TV alemana, por ejemplo, presentó vivos dos o tres juegos durante cada uno de los 12 días de competición. Otros juegos se presentaron después de haberse jugado. ¡Durante los juegos para la Copa Mundial de 1974, se dedicaron unas 92 horas al fútbol en la TV alemana!

Durante los juegos de 1974, las fábricas cerraron. Organizaciones religiosas ajustaron las horas de reunión a fin de no chocar con los juegos. Se dice que en Rio de Janeiro las actividades criminales estuvieron en su punto más bajo en esa ciudad. En Zaire, los conductores de autobuses abandonaron sus vehículos al entrar el partido de su nación en el campo. En Roma, las negociaciones para restaurar al gobierno moribundo fueron interrumpidas cuando líderes abandonaron la reunión para observar los juegos.

Parece que para muchos los juegos asumen un significado religioso. Times Magazine de Nueva York comentó: “En la época posbélica de Europa el fútbol ha llegado a ser en cierto sentido una nueva religión de las masas, en la que millones de adeptos oran por salvación en los estadios deportivos y decenas de millones siguen fielmente los servicios transmitidos por televisión en color.”

Pero así como el fanatismo religioso ha sido peligroso, aun mortífero, también lo ha sido el fanatismo futbolístico. No solo ha impedido el que muchos desarrollen intereses y cualidades sanos y espirituales; también ha resultado en alborotos, muertes violentas y hasta guerra.

¿Solo un juego, o qué?

A menudo el fútbol agita las llamas del nacionalismo, con resultados aterradores. Considere lo que sucedió en un torneo, en Lima, Perú, en 1964.

Unos 50.000 entusiastas atestaron el estadio. Tarde en el juego, Argentina llevaba la delantera con un tanteo de uno contra cero cuando Perú marcó un gol. Pero, el árbitro notó una infracción de las reglas que descalificó el gol que igualaba el tanto. Los aficionados airados y desilusionados causaron un alboroto; 328 personas fueron muertas y más de 1.000 lesionadas. “Probablemente lo que salvó la vida del árbitro y los futbolistas fue la pesada puerta de hierro del vestuario,” hizo notar el Times de Nueva York.

¿Cuán importante es el ganar o perder en fútbol? Cuando se considera lo que sucedió entre Honduras y El Salvador, realmente hace que uno piense. En junio de 1969 los dos países jugaron una serie de juegos para determinar cuál partido se clasificaría para participar en las finales para la Copa Mundial de 1970. Las tensiones y hostilidades agitadas por los juegos fueron un factor en el estallido de la guerra. The American Annual para 1970, bajo el encabezamiento “La ‘guerra futbolística,’” informa que más de 2.000 soldados y civiles fueron muertos.

Es cierto que estos ejemplos son extremos, pero la violencia futbolística no es rara de ninguna manera. En Inglaterra, según un informe, uno de cada cuatro entusiastas varones ha estado envuelto en violencia. Además se informa que cada semana 100 aficionados llegan a parar en la cárcel por rufianismo futbolístico.

El 1975 Britannica Book of the Year reconoció la “triste saga de violencia en el campo y fuera de él,” y dijo: “Se emplearon trincheras, fosos, barricadas y otros medios impeditivos.” Pero a pesar de medidas como ésas, la violencia todavía es un rasgo de muchos juegos de fútbol.

¿A qué se deben estos problemas con los deportes? ¿Es que tiene, por ejemplo, algo fundamentalmente malo el fútbol que cause estas terribles consecuencias?

Un deporte llamativo

Cuando uno simplemente observa jugar el fútbol, se le hace incomprensible cómo el deporte mismo pudiera ser el origen de tales dificultades. Básicamente, es un juego sano y libre de complejidades. Cada equipo tiene 11 jugadores, lo mismo que en el fútbol norteamericano, y el campo o la cancha es más o menos del mismo tamaño que el de éste. En cada extremo del campo hay un arco o portería de siete metros de ancho y 2,4 metros de altura con una red que detiene la pelota. El objetivo del juego es impulsar la pelota redonda de modo que pase al arquero o portero defensivo y entre en la portería para marcar un gol. Gana el equipo que marca el mayor número de goles después de noventa minutos de juego.

El portero es el único jugador que puede usar las manos. Los otros 10 jugadores de cada partido solo pueden tirar la pelota con los pies o darle con la cabeza o cuerpo cuando está en acción. Es notable la habilidad con que los jugadores diestros pueden driblar con el balón, pasarlo con exactitud e impelerlo para un gol sin usar las manos. Emplean los pies para hacer que un pase a la altura del pecho baje obedientemente al suelo y luego avanzan driblando con la pelota como si la tuvieran atada a los pies con un cordón. Y en el caso de un pase sobre la cabeza, el jugador, con un fuerte cabezazo al saltar, puede impulsar el balón hasta la portería y así marcar un gol.

A muchos les gusta el fútbol porque el jugarlo no encierra tanto peligro como algunos otros deportes. “El fútbol es un juego de más fineza y requiere más perseverancia,” comentó un padre que se alegra de que sus hijos hayan escogido jugar fútbol más bien que el fútbol norteamericano. Por supuesto, hay cierto grado de peligro de lastimarse al jugar fútbol, así como lo hay, por ejemplo, al jugar baloncesto. Esto es especialmente cierto cuando se participa en el juego con indebida intensidad, resueltos a ganar a toda costa. Por eso se debe usar buen juicio al jugar.

Otra ventaja del fútbol es que personas de tamaño medio pueden sobresalir en él. Por ejemplo, Pelé, a quien se considera el mejor futbolista de todos los tiempos, tiene solo 175 centímetros de altura y pesa 75 kilos. Además, aparte de la pelota, se necesita poco equipo para jugarlo. Por lo tanto, los gastos son mínimos.

Por fin el fútbol se está haciendo popular en los Estados Unidos. El 14 de agosto de 1977 una muchedumbre de 77.691 llenó de bote en bote el estadio Giants en los Meadowlands de Nueva Jersey para ver un juego. Un factor que ha contribuido mucho a este aumento de popularidad son los muchos jugadores famosos que han venido a los Estados Unidos, atraídos por tremendos salarios. Por ejemplo, los Cosmos de Nueva York le pagaron 4,75 millones de dólares a Pelé del Brasil para que jugara por tres años, y a Franz Beckenbauer, que condujo a Alemania al campeonato mundial en 1974, 3 millones de dólares por cuatro años. Pero lo que promete hacer del fútbol un deporte principal y permanente en los Estados Unidos es el hecho de que está teniendo excelente aceptación en el nivel de las “raíces mismas.” Unas 5.000 escuelas de segunda enseñanza y 700 universidades ya tienen equipos.

Tal vez se cuente usted entre los centenares de millones de individuos que o juegan fútbol, asisten a los juegos, o los ven en su televisor. ¿Le afecta beneficiosamente? ¿Cómo puede evitar efectos adversos?

[Recuadro de la página 21]

Contendientes para la Copa Mundial de 1978

Alemania Occidental

Brasil

Italia

Francia

Hungría

Polonia

España

Suecia

Austria

Escocia

Países Bajos

Perú

Argentina

Irán

Túnez

México

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