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  • ¡Regocíjese! ¡La unidad mundial está a su alcance!

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  • ¡Regocíjese! ¡La unidad mundial está a su alcance!
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¡Despertad! 1979
g79 22/7 págs. 12-15

¡Regocíjese! ¡La unidad mundial está a su alcance!

LA PAZ y la unidad van juntas. Si se tiene una, se tiene la otra. La unidad mundial daría seguridad de paz mundial, una paz tan abundante o completa y duradera como la unidad sobre la cual estuviera basada.

Pero ambas dependen de otra cosa. ¿De qué? Salmo 119:165 responde: “Paz abundante pertenece a los que aman tu ley [la ley de Dios], y no hay para ellos tropiezo.”

Es el amor a la ley de Dios, no simplemente el conocerla, lo que se necesita para salvar los tropiezos que se hallan en el camino a la paz y a la unidad mundial. Ese amor es la llave que abre la puerta a la unidad mundial.

Las palabras del cardenal católico romano Franz König de Austria ponen de relieve la realidad de lo que acabamos de mencionar. Al hablar acerca de las posibilidades de lograr una Europa unida, dijo: “Los síntomas de la enfermedad espiritual que se ven hoy en el hombre occidental pueden resumirse brevemente: la incapacidad para amar. . . . Todos nosotros, los europeos, sabemos que estamos pasando por una crisis. Según nuestro parecer, esta crisis del mundo occidental proviene de un desarraigo espiritual. . . . En su loca arrebatiña por conseguir prosperidad material el hombre se está arruinando tanto física como espiritualmente. . . . Mientras más enferme espiritualmente el hombre, más irresolubles serán los problemas de la Europa futura.” [Las bastardillas son nuestras.]

No hay amor a Dios

La unidad mundial no es simplemente asunto de política. Comprende la espiritualidad; comprende la religión, religión basada en la Biblia. El llegar a conocer la ley de Dios requiere un estudio cuidadoso de la Biblia. El aprender a amar la ley de Dios envuelve más: el meditar en la sabiduría de esa ley y en los beneficios que la obediencia a ella trae a uno personalmente. La persona que aprende a amar la ley de Dios lo expresa por medio de amar a su prójimo, pero principalmente por medio de amar a Dios.

Tanto los gobiernos como los órganos humanitarios de la O.N.U. quizás expresen cierto amor al prójimo, pero ¿dónde está su amor a Dios cuando se alinean en oposición a Su reino? ¿Han hecho esto? Sí.

La cronología bíblica y el cumplimiento de las profecías bíblicas indican que en el año 1914 se cumplieron las palabras de Revelación 11:15: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo.”

¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que después de haber dado al hombre miles de años de tiempo en el cual regir al mundo sin interrupción, Dios por medio de su Hijo Jesucristo está tomando acción para producir la unidad mundial que el hombre se ha mostrado incapaz de producir. Pero en vez de fiarse del reino de Dios, las naciones se han ligado —sí, unido, por decirlo así, en la O.N.U. u otras organizaciones— en oposición a este reino.

Salmo 2:2-6 predijo esto: “Los reyes de la tierra toman su posición y los funcionarios encumbrados mismos se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido . . . Jehová mismo . . . les hablará . . . diciendo: ‘Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña.’”

“Las harás añicos”

Jesús predijo que se llevaría a cabo una obra de predicar por todo el mundo (Mat. 24:14) después que el reino de Dios empezara a regir. Esto les proporcionaría a los habitantes de la Tierra la oportunidad individual de decidir si querían apoyar la soberanía de Jehová o la de las naciones.

Una vez que se hubiese presentado esta oportunidad al grado que Dios deseara, Cristo dirigiría su atención a las naciones y haría con ellas lo que dice Salmo 2:9: “Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos.”—Vea también Daniel 2:44.

¿Debería esto impresionarnos como extraño o cruel de parte de Dios? Los gobiernos humanos frecuentemente toman medidas firmes cuando consideran que su existencia o el bienestar de sus ciudadanos está en peligro. ¿Debería el Creador del universo tener menos derecho a tomar acción cuando ve amenazada la existencia misma de la humanidad por las naciones desunidas mediante guerra nuclear?

Unidos religiosamente bajo un solo gobierno

En La Nouvelle Gazette, un periódico belga, se publicó un artículo con este encabezamiento: “Para evitar una guerra nuclear dentro de 25 años, los peritos americanos han hallado una sola solución: ¡La de los testigos de Jehová!” El artículo dijo esto en explicación: “El único remedio sería que cada país hiciera una renuncia extensa a su soberanía . . . a favor de un gobierno mundial.” Dijo que esto era precisamente “la proposición que los testigos de Jehová sostienen.”

Pero ¿cuál es esta “proposición” que hasta incitó a un periódico australiano a declarar que “los testigos de Jehová son el único movimiento en pro de paz mundial que ha tenido éxito”? ¿Realmente han hallado ellos la llave a la paz, a la unidad mundial?

Los testigos de Jehová han escogido unirse bajo un solo gobierno, el gobierno de Dios. Esto exige que ellos adopten una posición de neutralidad estricta para con los asuntos de las más de 200 naciones en las cuales viven actualmente, una posición que por lo general es tan bien conocida que escasamente hay necesidad de documentarla aquí.

Aunque el reino de Dios es un gobierno celestial, es una realidad. Tiene agencias u órganos terrestres que contribuyen a la paz y unidad: programas de entrenamiento, escuelas, sistemas judiciales y arreglos asesores. Debido a la ayuda que han recibido, miles de personas han dejado las drogas, el fumar, el beber en exceso, el sexo promiscuo, y han aprendido a ser trabajadores honrados, concienzudos. ¿Ha contribuido esto a la salud, al bienestar general, a la paz mental y la felicidad de estas personas? Júzguelo usted mismo.

Estas agencias también han ayudado a miles de personas a aprender a leer y escribir. Mientras que el 77 por ciento de los testigos de Jehová en Nigeria saben leer y escribir, The Times, un periódico nigeriano, recientemente mencionó que “solo el 20 por ciento [por todo el país] sabe leer y escribir.” En una entrevista con los testigos de Jehová, un anterior ministro de educación en Santo André, SP, Brasil, declaró: “Es raro hallar a personas o grupos como los testigos de Jehová que se interesan tanto en la educación de sus vecinos [que los instruyen] con el propósito de incorporar a miles de personas en una sociedad de la cual anteriormente estaban excluidos debido a su analfabetismo. Pueden contar con nuestro apoyo y gratitud. Si otros grupos hicieran esfuerzos semejantes habría menos analfabetismo en el Brasil.”

El gobierno de Dios se interesa en instruir a sus súbditos para que puedan conseguir conocimiento exacto de sus leyes. También ha provisto arreglos judiciales para asegurar que se cumplan estas leyes. Pero puesto que sus súbditos están convencidos de que estas leyes son justas y correctas y tienen por propósito hacerlos felices, están dispuestos a aceptar la jurisdicción obligatoria del gobierno celestial. Personas que viven en más de 200 países y no obstante han podido unirse bajo una ley común basada en una sola norma de conducta y convicciones éticas, y que activamente apoyan el mismo un solo gobierno, ciertamente han hecho buen progreso en dirección a lograr la unidad mundial dentro de sus filas.

El Sentinel de Milwaukee enfatizó este mismo punto cuando dijo lo siguiente acerca de los testigos de Jehová: “El acuerdo entre ellos no tiene que ver simplemente con las cosas triviales de la vida, sino con las cosas vitales... reglas de conducta, apego a principios, adoración de Dios.” El periódico brasileño O Tempo concordó: “Aunque hay muchas religiones imponentes que hacen propaganda en toda parte del orbe terrestre, hoy no existe una sola en la haz de la Tierra que muestre el mismo amor y unidad que la organización teocrática de los testigos de Jehová.”

Esto se debe a que los testigos de Jehová son súbditos leales del gobierno que han escogido. ¿Qué nación en la Tierra hoy día pudiera decir que SOLO tiene súbditos leales cuando se ve que a muchas de ellas las tienen en situaciones engorrosas los grupos radicales resueltos a derribar el gobierno, los ciudadanos que despliegan lealtad de dientes afuera, pero que deslealmente cometen fraude en sus impuestos, pasan por alto leyes inconvenientes para sacar ventaja personal, muestran desacato a las “decisiones que toman sus órganos principales” y se burlan de sus líderes?

En contraste, los súbditos del reino de Dios que ya está gobernando obedecen sus leyes en la medida que sus capacidades imperfectas les permiten, aun cuando no sea conveniente, porque aman la ley de Dios. Muestran respeto a las “decisiones que toman sus órganos principales” y gustosamente pagan a su gobierno lo que es justo y merecido.

De hecho, hasta están dispuestos a morir en defensa de su gobierno celestial, sí, dispuestos a morir por su país, por decirlo así. Su dechado, Jesucristo, no entregó su vida en defensa del Imperio Romano, ni para conservar el sistema judío de cosas, sino para adelantar los intereses del reino de Dios. Es esta lealtad inquebrantable al gobierno de Dios basada en amor a Dios lo que asegura la unidad de sus súbditos.

Sin embargo, esta unidad no ahoga el individualismo ni la variedad. El anterior ministro de relaciones exteriores de Israel Abba Eban dijo en una ocasión que “la diversidad nacional puede ser una fuente de vitalidad intensa y positiva, con tal que esté reconciliada con las restricciones y solidaridades de un orden internacional.” Los testigos de Jehová que viven en más de 200 diferentes naciones mantienen su “diversidad nacional” —su modo de vestir, costumbres locales, estilo de vida, toda la diversidad que Dios se propuso que hubiera entre la humanidad— y esto realmente es “una fuente de vitalidad intensa y positiva” porque les permite aprender unos de otros. Los grupos nacionales cuya característica fuerte es la hospitalidad están enseñando a los pueblos más restringidos a ser más francos y generosos; los que tienen talentos en asuntos de organización están ayudando a otros a ser más prácticos y eficaces; se están asimilando los buenos rasgos de otros, mientras que se están erradicando los rasgos negativos. Han aprendido a pensar de modo internacional, y así dejan que su “diversidad nacional” ‘se reconcilie con las restricciones y solidaridades de un orden internacional,’ en este caso el reino de Dios.

Respecto al logro de todo esto los testigos de Jehová no se atribuyen crédito personal. No dicen que ellos son los arquitectos de la unidad mundial. Dios es quien ha provisto la llave a la unidad mundial y la llave está disponible para que todos la usen. La unidad que los testigos de Jehová demuestran solo puede atribuirse al hecho de que están dispuestos a ajustar sus caminos a los caminos de Dios. Este proceder es sabio y es la única manera que le asegura a uno la vida en el nuevo sistema de cosas de Dios que se describe en Revelación 21:3, 4: “Y Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” ¡Esto es lo que el reino de Dios hará!

Los propuestos “Estados Unidos de Europa,” o aun una Organización de Naciones Unidas, es un sustituto defectuoso —en realidad, no es sustituto— del reino de Dios, a pesar de que el papa Paulo VI, al dirigir la palabra a la O.N.U. en 1965, mencionó que los pueblos estaban volviéndose “a las Naciones Unidas como la última esperanza para armonía y paz.” La realidad es que cada vez más personas están acudiendo al reino de Dios como la última esperanza, atraídas por la unidad mundial que éste ya ha producido en escala pequeña y en expectativa de la unidad mundial que éste pronto convertirá en realidad en escala global.

El deseo sincero de los publicadores de ¡Despertad! es que muchas más personas todavía se enteren de la maravillosa provisión de Dios y se aprovechen de ella. Se ha hallado la llave a la unidad mundial y ya se ha abierto la puerta a ella. ¡Regocíjese! ¡La unidad mundial ESTÁ a su alcance! ¿Se esforzará por aceptarla?

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