¿Base científica para descubrir agua con una vara?
TAL parece que no hay base científica para algunas de las reacciones que afirman obtener ciertos zahoríes, individuos que buscan agua con una vara. En algunos casos la vara en forma de horquilla da tirones violentos, en otros casos la atracción es tan fuerte que la vara se rompe. Otros adivinadores afirman que pueden encontrar agua con solo valerse de un mapa de la zona. Tales informes hacen surgir sospechas de que ciertas fuerzas demoníacas están envueltas en este asunto. La revista La Atalaya del 1 de abril de 1963 publicó un artículo interesante sobre el tema de los espíritus inicuos y sus actividades. Tomó la posición de que es muy posible que haya fuerzas demoníacas envueltas en estas experiencias.
Sin embargo, el artículo también dijo: “Aunque la investigación científica hasta la fecha no concuerda en que la búsqueda de agua mediante el uso de una rama ahorquillada esté basada en la operación de leyes naturales, esto no quiere decir que la opinión de tales investigadores sea absolutamente correcta. Puede ser que haya implicadas en ello ciertas leyes básicas de la naturaleza.”
En estos términos, 17 años más tarde apareció un artículo interesante en una revista de buena reputación, New Scientist. (8 de febrero de 1979) Bajo el título “La búsqueda de agua por medio de vara logra nuevo crédito,” un subtítulo decía: “Informes de la Unión Soviética sobre experimentos científicos de buen éxito en las artes antiguas de hallar agua y minerales por medio de la adivinación han obligado a adoptar un punto de vista nuevo en cuanto a la posible aplicación práctica de la técnica.” Los geólogos soviéticos envueltos “recalcaron los méritos de un método en particular recientemente desarrollado en la Unión Soviética que se conoce como ‘BPM.’” El artículo de New Scientist añadió: “¡Resulta que BPM (método biofísico según sus siglas en inglés) sencillamente es un nuevo nombre respetable para la búsqueda de agua y minerales con una vara!”
Atacada por la Iglesia
“La primera evidencia fidedigna del método de buscar agua con una vara,” según la Encyclopedia Americana, “viene de la Alemania medieval: en 1556, Georgius Agricola publicó en su De re metallica, una descripción de cómo los mineros teutones se valían de varas para localizar minerales y yacimientos metalíferos. Martín Lutero y otros clérigos pensaron que esta forma de adivinación tenía posibles relaciones satánicas. A pesar de las prohibiciones eclesiásticas, el método se propagó de Alemania a otros países europeos.” La Americana entonces describe el método:
“El artefacto tradicional, que todavía es el instrumento más popular, es una vara ahorquillada en forma de Y. Cada gajo de la vara se sostiene en una mano. Las palmas de la mano se mantienen hacia arriba, la punta de la vara se dirige hacia adelante y se mantiene en una posición horizontal o ligeramente levantada. Cuando el extremo de la vara se dobla, se indica la presencia del objeto deseado. En el pasado se preferían varas de madera de avellano. Hoy en día se emplean diversas maderas, así como varas hechas de barba de ballena, nilón, y metal.”
Después de declarar que la búsqueda de agua con vara fue “cuestión de controversia desde el principio y que a menudo la Iglesia la atacó como la obra del Diablo,” New Scientist disputó las afirmaciones de que solo ciertas personas tienen este poder. Basándose en un estudio efectuado con personas ordinarias, “parece que la habilidad de obtener tales reacciones está mucho más propagada que lo que se creía. . . . Al usar estos artefactos que, como la vara tradicional de avellano sencillamente obran como amplificadores mecánicos de alta potencia de los pequeños movimientos de la mano, centenares de personas hallaron que podían experimentar reacciones de zahorí.” De modo que no es la vara lo que es atraído por el agua o el yacimiento metalífero. Esta sencillamente amplifica y hace visible movimientos pequeños e imperceptibles de la mano. En confirmación de esto, la Americana dijo: “Algunos adivinadores afirman que pueden detectar objetos usando solamente las manos.”
El artículo de New Scientist informó sobre un estudio que dos científicos que al principio eran escépticos condujeron en el Laboratorio de Investigación de Agua de la Universidad del Estado de Utah. No usaron zahoríes con experiencia, sino que “probaron las habilidades de 150 adivinadores novatos, la mayoría de los cuales eran miembros del personal y estudiantes de la Universidad del Estado de Utah. Los investigadores de Utah hicieron el importante hallazgo de que más del 99 por ciento de las personas que participaron en la prueba obtuvieron reacciones de zahorí.”
Se sugiere una base científica
Según científicos de la Universidad de Illinois y de la Universidad Estatal de Moscú algunos sistemas biológicos tienen “una sobresaliente sensibilidad a cambios sumamente pequeños en los campos ambientales magnéticos y electromagnéticos.” Los experimentos han demostrado que las palomas mensajeras perciben el campo magnético de la Tierra y lo usan como sistema de dirección. Las abejas melíferas también lo sienten, y experimentos recientes sugieren que hasta algunos caracoles lo perciben. ¿Puede la mano humana responder a las variaciones del campo magnético? Si así es, ¿cómo estaría esto relacionado con la presencia de agua? El artículo en New Scientist explica:
“¿Cómo podría tal teoría explicar el fenómeno del hallazgo de agua y minerales por medio de varas, o BPM según lo aplican los geólogos soviéticos? Las vetas de minerales y el agua corriente subterránea están asociadas con discontinuidades geológicas como fallas, y grandes zonas de fractura y deslizamiento planos, viejos canales de corrientes, cavidades de solución en la piedra caliza, tubos de lava en rocas volcánicas y así por el estilo. Estas discontinuidades ocasionan pequeñas perturbaciones geofísicas, en, por ejemplo, la intensidad del campo magnético, las cuales pueden ser responsables por la reacción de los zahoríes. Así creen los geólogos soviéticos que han estado usando el BPM por más de un decenio y cuya obra merece mejor reconocimiento en el Occidente.”
Según esta teoría, se cree que las variaciones en la intensidad del campo magnético, ocasionadas por formaciones geológicas particulares, son las causantes de la reacción de los buscadores de agua con vara, y no la presencia o ausencia del agua o los metales. Sin embargo, estas formaciones favorecen el depósito de vetas metálicas o de acumulaciones de agua. Se han suministrado muchos ejemplos exitosos de la aplicación de esta práctica en la Unión Soviética tanto para hallar yacimientos metalíferos como para hallar agua corriente.
En las pruebas ya mencionadas que se efectuaron en la Universidad del Estado de Utah, a cada uno de los 150 adivinadores principiantes se les dio 30 bloques de madera y se les pidió que caminaran por recorridos de prueba prescritos. Habían de arrojar un bloque dondequiera que sintieran una reacción de adivinación. Cada cual anduvo el recorrido solo, y antes de que la próxima persona pasara se removían los bloques, una vez que las posiciones de éstos habían sido registradas. En un número significativo de casos los bloques fueron arrojados en las mismas ubicaciones. Después de informar sobre esto el artículo de New Scientist continúa diciendo:
“Estos resultados sugieren que valdría la pena examinar la posibilidad de que las reacciones de zahorí estuvieran relacionadas con las pequeñas variaciones en el campo magnético a lo largo de las trayectorias de la prueba, que se midieron por medio de magnetómetros de vapor de cesio. Se halló cierta correlación: los adivinadores obtuvieron el mayor número de reacciones a lo largo de los segmentos de la trayectoria en que ocurrían los mayores cambios en la tasa de aumento o disminución del campo magnético. Chadwick y Jensen llegaron a la conclusión de que la posible relación entre las reacciones de los zahoríes y los cambios del campo magnético relacionados con el agua corriente subterránea podía formar la base de la investigación futura.”
Conclusión
New Scientist llega a la siguiente conclusión: “Si la reacción de adivinación es tan general como esto muestra, y si las afirmaciones de los soviéticos en cuanto a la eficacia de BPM como una técnica de exploración de terreno en busca de yacimientos metalíferos y agua deben tomarse en su valor nominal, tal parece que habría toda razón para hacer de la busca de agua y minerales con vara el tema de un serio esfuerzo de investigación. . . . si se mostrara que la solución de un misterio antiquísimo, a menudo relacionado con la clarividencia y lo oculto, fuera sencillamente una cuestión de análisis cabal, se obtendría una demostración oportuna del valor del método científico.”
Aun si se probara que hay reacciones a los cambios en el campo magnético, los cuales algunos atribuyen a la presencia de agua, esto no explica las reacciones extremas que sienten algunos individuos que afirman que el palo o vara da tirones tan fuertes que a veces se rompe por la violencia de la reacción. Y tampoco hay explicación a la afirmación que hacen algunas personas de que por medio de pasar la vara sobre el mapa de una zona pueden encontrar agua. En tales casos es posible que las fuerzas demoníacas sí estén funcionando. Los espíritus inicuos a veces se valen de las reacciones normales y las deforman completamente, o toman una verdad y la tuercen a tal extremo que ésta se convierte en un engaño craso.