De la pugna entre evolución y creación
(Para el artículo “Protesta contra la exhibición smithsoniana” que salió en inglés véase g81-S 8/6 pág. 28)
Los monos les fallan a los evolucionistas
◆ “Si una cantidad suficiente de monos dieran con los dedos en el teclado de máquinas de escribir por suficiente tiempo,” va el argumento que presentan unos evolucionistas, “con el tiempo escribirían las obras completas de Shakespeare.” Hasta ahora los evolucionistas se sentían suficientemente seguros al hacer esta declaración formal “científica.” ¿Quién podía refutarla? Pero ahora este flojo argumento al que se adhirieron por largo tiempo ha sido derribado.
◆ El Dr. William Bennett, profesor de física en la Universidad de Yale, se especializa en diseñar programas de computadora u ordenador para resolver problemas científicos extraordinarios. Él ha aplicado las reglas de la probabilidad a los monos sentados a las máquinas de escribir, y programado computadoras para simular el golpeteo de ellos en las teclas. El informe que se presentó en el Times de Nueva York del 6 de marzo de 1979 da el veredicto de la computadora. El Dr. Bennett calcula que “si en un segundo un billón de monos escribieran a máquina diez letras escogidas al azar, se necesitaría, como promedio, más de un billón de veces el tiempo que el universo tiene de existencia tan solo para producir la oración: ‘Ser o no ser, ésa es la cuestión.’”
◆ La respuesta de la computadora es: “No ha de ser.”
“Los creacionistas tienden a ganar”
◆ Algunos maestros de escuela secundaria han adoptado una vía docente de dos aspectos en cuanto a la enseñanza del origen de la Tierra y de la vida que hay en ella. Por dos días enseñan que la Tierra tiene miles de millones de años de antigüedad y el hombre ha descendido de animales que le antecedieron y, al fin, de organismos unicelulares. A mitad de la semana cambian a un concepto más antiguo de los orígenes... el de la creación. The Wall Street Journal, en su número del 15 de junio de 1979, ofrece este comentario acerca de un caso de esto: “Abordar este asunto desde dos diferentes vías tiene buena recepción en este pueblo de Iowa oriental de unas 33.000 personas. ‘Queremos enterarnos de todos los hechos,’ dice un estudiante, ‘no sólo de los que los evolucionistas quieren que oigamos.’ Los padres no se han quejado tampoco.”
◆ En 1975, el Tribunal de Apelaciones de los EE. UU. rechazó un estatuto de Tennessee en el cual se ordenaba que se diera a “la creación como se enseña en el Libro de Génesis” igual tiempo de difusión que a enseñar la evolución. Una ley de esa índole habría puesto rápidamente a la Biblia en la sala de clases. Los esfuerzos que se hacen por aprobar nueva legislación evitan esto, porque encierran el intento de enseñar “la creación como la revela la ciencia.” Hasta ahora, ningún estado ha aprobado ninguna de estas nuevas leyes, aunque la Biblia no tiene que ver con el asunto, puesto que solo se usa evidencia científica como prueba para la creación.
◆ Los creacionistas opinan que no se les está tratando con imparcialidad. “Es el proceso de Scopes a la inversa,” dice Ronald Lee, un creacionista que encabeza el capítulo que la organización de Estudiantes para la Investigación de los Orígenes tiene en la Universidad Estatal de Iowa. “Antes, restringían la evolución,” dice él. “Ahora, están restringiendo la creación.” Creacionistas con sobresalientes credenciales como maestros de ciencia viajan a escuelas secundarias y universidades para debatir la cuestión con profesores evolucionistas. Un maestro de ciencias, Robert Sloan, profesor de paleontología en la Universidad de Minnesota, admite que en estos debates “los creacionistas tienden a ganar.”
◆ “Ganamos,” dice Richard Bliss, del Instituto de Investigaciones sobre la Creación, “porque los hechos científicos que favorecen el modelo de la creación son mucho mejores que los que favorecen el modelo de la evolución. Ellos retroceden hacia lo religioso; nosotros nos adherimos a la ciencia.” Ellos tienen fe en fósiles que jamás han sido hallados, mientras que los creacionistas se adhieren a los datos conocidos de la genética.
◆ John Whitehead, profesor de antropología en la Universidad Estatal de Ball, en Indiana, defiende la evolución por alguna caracterización no científica: “La gente, y especialmente los estudiantes universitarios no graduados, están dispuestos a aceptar casi cualquier sistema loco en estos días.”
◆ El grueso de la gente, incluso estudiantes, está aceptando la evolución.