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¡Despertad! 1981
g81 22/4 págs. 17-19

María... ¿puede ayudar?

Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Brasil

“SERÁ la demostración más importante de fe en el hemisferio occidental.” Así se anunció la dedicación de un santuario a la Virgen María durante la visita del papa Juan Pablo II, la primera visita de un papa al Brasil. Puesto que casi el 90 por ciento de la población de 120 millones de personas del Brasil profesa el catolicismo, había la posibilidad de que se realizara dicha predicción. Y el hervidero de gente que acudió a ver al papa pareció apoyar el anuncio que se había hecho.

El papa se halló muy ocupado durante los 12 días de su visita. Comenzando con la capital de la nación, Brasilia, el papa visitó 13 ciudades. Ordenó a 74 sacerdotes en Río de Janeiro, inició el congreso eucarístico en Fortaleza, visitó una prisión en Brasilia, un barrio pobre en Río de Janeiro, y hospitales para leprosos en Salvador y Belem. El papa pronunció unos 70 discursos sobre diversos temas: la justicia social, la violencia, el materialismo, la juventud y la planificación de familia. Pero, para los brasileños, el punto culminante fue la consagración de la capilla nacional de la Virgen María en Aparecida, un pueblecito a mitad de camino entre Río de Janeiro y São Paulo.

El nombre del santuario de Nuestra Señora Aparecida se deriva de la manera en que se halló o apareció repentinamente la pequeña imagen de María en el año 1717. Según el relato, se había asignado a tres pescadores para que suministraran pescado al gobernador del estado. Después de haber pasado algún tiempo pescando sin tener éxito, ellos arrastraron la red, pero, en vez de recoger pescados, habían recogido una pequeña imagen sin cabeza. Después de echar la red por segunda vez, recogieron en ella la cabeza de la imagen. Desde ese momento en adelante, lograron recoger tanto pescado que la barca estuvo en peligro de hundirse.

Este “milagro” dio comienzo a la devoción a Nuestra Señora Aparecida, esta imagen de 43 centímetros que ahora está en la basílica. Se dice que el único santuario que excede a éste en tamaño es el de San Pedro, en el Vaticano. Por eso la consagración de la basílica, que se había esperado por largo tiempo, se anunció como un suceso de suma importancia.

Pero se esperaba más de la visita.

Un periódico declaró que el “papa viene a promover la unidad de la Iglesia” y “la entera nación lo recibirá como pastor que predica la paz.” Había poca duda de que la unidad y la paz de la Iglesia Católica en el Brasil estaban en peligro.

Semanas antes de la visita del papa se estaba dando mucha publicidad a los desacuerdos que existían entre los cardenales y los obispos del Brasil respecto al papel que la Iglesia debería desempeñar en asuntos sociales. Según el emisario del papa, ‘Él (el papa) está bien al tanto de los desacuerdos, y viene a estimular la unidad y la amistad entre los religiosos.’ El periódico Daily Post escribió acerca de la “contienda entre las facciones tradicionalista y reformista de la Iglesia,” y concluyó: ‘Las medidas que la Iglesia y el papa tomen tendrán como propósito asegurar la supervivencia de la Iglesia en el Brasil.’

Haciendo resaltar otro problema que la Iglesia afronta, el nuncio papal en el Brasil, Carmine Rocco, declaró, “Efectuamos muy pocas ordenaciones.” Comentando sobre esto, el periódico Veja informó: “El Brasil quizás sea el mayor país católico del mundo, pero ciertamente los brasileños son las personas menos entusiásticas en cuanto a servir en la Iglesia: en todo el país, con sus supuestos 90 millones de católicos declarados, solamente se pudo preparar a 74 ciudadanos para ser ordenados como sacerdotes por el papa Juan Pablo II. . . . La escasez de sacerdotes . . . es uno de los problemas que más preocupan a la Iglesia en el Brasil hoy, . . . peor aún que eso es que no hay personas que estén interesadas en hacerse sacerdotes.”

¿Puede ayudar María?

Pensando en este problema, y en vista de la consagración del santuario de María en Aparecida, los católicos sinceros podrían razonablemente preguntarse: ¿Puede María ayudar a la Iglesia en esta crisis? ¿Me puede ayudar a mí a resolver mis problemas personales? Reflexione un momento sobre lo que ella ya ha logrado.

Hoy todo el género humano está endeudado a María debido a que por medio de ella vino al mundo el Hijo de Dios, Jesucristo, para proveer el rescate que libra del pecado y la muerte. Además, al demostrar su castidad, humildad, fe y obediencia, María puso un buen ejemplo para las mujeres cristianas. Considere lo siguiente: Cuando se le informó que daría a luz un hijo por obra del espíritu santo, ella humildemente se sometió a ello, diciendo: “¡Mira! ¡La esclava de Jehová! Efectúese conmigo según tu declaración.”—Luc. 1:38.

Luego, estando “en estado avanzado de gravidez,” María no se quejó cuando se le hizo necesario viajar con su esposo para inscribirse en su ciudad natal, ni se quejó cuando tuvieron que alojarse en un pesebre, con el resultado de que el niño naciera allí en el pesebre. Unos días después, reconociendo su propio estado de imperfección, ella obedientemente se presentó en el templo para ser purificada de acuerdo con la ley mosaica. (Luc. 2:1-7, 22-24; Lev. 12:1-6) Sí; no hay duda de que María ya ha logrado hacer mucho.

Pero, ¿qué hay de ahora? ¿Deberíamos acudir a María por ayuda? Muchas personas creen que sí. Un periódico comentó: “La fe que la gente tiene en esta santa se discierne no solamente por la existencia de la Basílica. . . . en el Patio de los Milagros, . . . hay montones de muletas, enormes cruces, fotografías y cientos de otros objetos que, según afirman los peregrinos, son evidencia de los favores y los milagros que la Patrona ha concedido.” Una revista de noticias informó: “El papa atribuye importancia especial a la devoción que se rinde a Nuestra Señora, pues coloca en su escudo pontifical el emblema clásico de la Virgen: la ‘M,’ como en María.” Además, durante su discurso de consagración, él llamó a María “la madre de Dios” y dijo que era ‘venerada e invocada como Madre y patrona, intercesora y defensora.’

Tristemente, muchos que han invocado la ayuda de María y otros “santos” han quedado desilusionados. Considere, por ejemplo, la situación de los católicos de Chile y el Perú, donde las santas patronas son la Virgen del Carmen y Santa Rosa. Muchas chilenas se visten de color pardo durante toda la vida para mostrar su devoción a la Virgen del Carmen. Pero, ¿qué pasó durante la Guerra del Pacífico (1879-1883)? Los chilenos hicieron promesas solemnes y oraciones a la Virgen del Carmen y los peruanos a Santa Rosa mientras sus ejércitos luchaban en combate mortal. Chile venció al Perú. ¿Significaba eso que la Virgen del Carmen era más poderosa que Santa Rosa?

¿Pudiera ser que tal vez se esté pasando por alto lo que la Biblia dice acerca de la oración... que para que las oraciones sean aceptables tienen que dirigirse a otra persona y por mediación de otra persona y con un propósito muy diferente del que se acaba de mencionar? (Examine usted mismo lo que la Biblia dice en Lucas 11:2; Filipenses 4:6; Juan 14:6; 15:16; Santiago 4:1-3; 1 Juan 3:22; 5:14.)

La mezcla que existe en el Brasil entre la devoción que se da a María y la que se da a Iemanjá, una diosa afro-brasileña, igualmente perturba. El fraile dominicano Raimundo de Almeida Cintra dice que para los que practican el candoblé, una forma de voduismo, “existe verdadera identificación . . . entre Iemanjá y Nuestra Señora de la Concepción.” (Letras cursivas agregadas) Según el mismo fraile, los documentos del Concilio Vaticano II “nos invitan a asimilar e incorporar algunos de estos elementos [de diferentes religiones].” (Letras cursivas agregadas) De modo que no es sorprendente encontrar imágenes de María y de Iemanjá lado a lado sobre el mismo altar para que sean veneradas y para que se dirijan oraciones a Iemanjá en el mismo estilo y ritmo de las oraciones de la Iglesia Católica.

Esta mezcla de cultos hace surgir una pregunta: ¿A quién se está venerando, ¿a María, o a Iemanjá? Además, un informe indica que el 70 por ciento de los católicos nominales del Brasil también practican alguna forma de espiritismo. En vista de eso, no es sorprendente el que uno de los objetivos de la visita del papa fuera “asegurar la supervivencia de la Iglesia en el Brasil.” Se esperaba que una reunión en masa para la consagración de la basílica ayudaría a ‘muchos fieles a volverse a Aparecida con el fin de reavivar su fe.’

No obstante, en lo que toca a la veneración de cualquier criatura, sea humana o de otra índole, los católicos deberían recordar lo que el ángel dijo al apóstol Juan cuando éste se prosternó para adorarlo. El ángel dijo: “¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! . . . Adora a Dios.”—Rev. 19:10.

En vista de lo susodicho, y a pesar del hervidero de gente que se congregó para ver al papa, ¿cree usted que exista base sólida para creer que María pueda ayudar a usted o a la Iglesia del Brasil?

Una fuente de ayuda

La experiencia de una chilena que era devota de la Virgen María servirá para ilustrar lo que sí ayuda a los católicos sinceros. La hija de esta señora, quien estudiaba la Biblia, le dijo a la señora que no era correcto invocar: “Santa María, madre de Dios.” Un día preguntó a su madre: “¿Quién creó la Tierra?” “Dios, por supuesto,” fue la respuesta. “Entonces, ¿cómo puede él haber tenido una madre?”

Después de haber meditado sobre esta pregunta por algún tiempo, la madre comenzó a hacer preguntas, y la hija le sugirió: “La siguiente vez que los testigos de Jehová pasen por aquí, ¿por qué no les pides que te lo expliquen con la Biblia?” Así lo hizo; y después de unas cuantas conversaciones, usando su propia Biblia católica, ella aprendió que María no fue la madre de Dios, sino la madre de Jesús, el Hijo de Dios. También aprendió que Dios no aprueba el uso de imágenes en Su adoración, de modo que se deshizo de todas sus imágenes. Ha llegado a comprender el valor de lo que la Biblia dice en Salmo 121:1, 2: “¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene de Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra.”

Como católico sincero, ¿se ha preguntado usted a qué se debe la falta de unión que hay en su iglesia, o la falta de “amistad entre personas religiosas” o la mucha mezcla de ritos paganos y ritos católicos? El conocimiento de la Biblia le ayudará a contestar sus preguntas. Durante los años pasados, los testigos de Jehová han ayudado a miles de católicos, espiritistas y otras personas a lograr este conocimiento. Con gusto le ayudarán a usted también. ¿Por qué no hacer como hizo la señora chilena ya mencionada y sacar tiempo para hablar con los testigos de Jehová la próxima vez que se le presente la oportunidad?

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