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  • El día de Año Nuevo... ¿cuán nuevo?
  • ¡Despertad! 1981
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¡Despertad! 1981
g81 22/12 págs. 21-24

El día de Año Nuevo... ¿cuán nuevo?

AL ANOCHECER de la víspera de Año Nuevo, Juan sale de su hogar y sube al automóvil para ir a recoger a su amiga. Más tarde, al doblar en la calle donde ella vive, Juan sonríe al pensar en lo que sucederá a medianoche, el momento en que se da la bienvenida al Año Nuevo bulliciosamente, y en que se tiene derecho a besar a toda muchacha bonita en el baile.

Pero él se propone vigilar la cantidad de bebidas alcohólicas que consuma, pues no quiere tener un accidente de regreso a casa. Sin embargo, esto no será fácil; casi todos los presentes en las fiestas de Año Nuevo beben demasiado.

El regresar tarde a la casa no representa ningún problema. Después de todo, Juan no tiene nada planeado para el día de Año Nuevo aparte de dormir hasta pasado del mediodía y mirar el partido de fútbol durante la tarde.

Juan no se considera persona religiosa. Así que, es posible que se sorprenda al saber que todo lo que está incluido en sus planes —el bullicio, el besar a las muchachas bonitas, el beber— se originó de ritos de religiones antiguas con las que Juan no hubiera querido tener nada que ver.

Las personas del Japón, México, China, Alemania y otros países que, como Juan, celebran el Año Nuevo, lo hacen de una manera diferente a la de él y a la manera de celebrarlo en los otros países. Pero ellas también apoyan los mismos mitos antiguos, por lo general sin saberlo. ¿Cuáles son esos mitos? ¿Por qué es el día de Año Nuevo la festividad humana más antigua, más universal y la menos entendida?

Las primeras celebraciones del día de Año Nuevo

Para entender lo que se hará en la fiesta de Año Nuevo a la que Juan se encaminaba, dirijámonos a la antigua Mesopotamia, donde se celebraron las primeras fiestas del día de Año Nuevo.

Los mesopotámicos creían que el universo fue creado después de una lucha colosal entre su dios Marduk y Tiamat, la diosa del caos. De manera violenta, Marduk produjo orden de en medio del caos. Cada año, al llegar las lluvias vivificantes, se conmemoraba su logro.

Puesto que el rey representaba el orden, éste se aislaba por varios días, durante los cuales el populacho literalmente volvía a crear el caos mediante beber, permitir que los esclavos insultaran a sus amos, y cometer inmoralidad sexual. Los antiguos romanos incorporaron la misma idea en su fiesta de las saturnales que celebraban en diciembre.

¿Acaso no se parece esta celebración un poco a la fiesta de Juan? Debería parecerse. Es tal como dice un libro de celebraciones que se publicó en 1972: “En la víspera de Año Nuevo alrededor del mundo se bebe excesivamente. Esta borrachera es un legado seglar de un rito que en un tiempo tuvo carácter religioso; una restauración personal del mundo caótico que existió antes de que Dios creara el cosmos ordenado,” esto es, según el punto de vista de la religión de la antigua Babilonia.

La fiesta del Año Nuevo en Babilonia, que se hallaba desarrollada allí a mayor grado, también incluía un complicado rito de exorcismo, para sacar de la ciudad a los ‘demonios del caos’ al comienzo del Año Nuevo. En la fiesta a la que se dirigía Juan esto se hace utilizando matracas, sirenas y silbatos de barcos. Los chinos, quienes obtuvieron muchas de sus ideas religiosas de Babilonia, ahuyentan a los demonios con triquitraques.

Combate ceremonial

Por supuesto, los antiguos babilonios no tenían un juego de fútbol en el día de Año Nuevo. Pero para la celebración propia de ellos, se traían a la ciudad todos los dioses de los pueblos que rodeaban a Babilonia y se unían en un desfile impresionante para ayudar a Marduk a ganar su batalla contra Tiamat. Se revivía la gran batalla misma mediante la lectura pública del Enuma elish, la epopeya de la creación que relataba la historia.

Hoy, en Pasadena, California, se efectúa un grandioso desfile antes del juego de fútbol que se celebra en el Estadio de las Rosas el día de Año Nuevo. ¿Es el juego una versión moderna de la antigua batalla ceremonial? Al respecto, la Encyclopœdia Britannica dice lo siguiente: “Los juegos de fútbol en los Estados Unidos tienen todos los visos de las fiestas religiosas . . . un lado que representa lo malo y el otro que representa lo bueno, dependiendo del punto de vista de los concurrentes. Dirigiendo a la congregación están las sacerdotisas (las jóvenes que inician los vítores) . . . Operando sobre el principio de la magia simpática, las sacerdotisas procuran transferir el entusiasmo de la muchedumbre a los combatientes apropiados.”—Macropædia, 1976, Tomo 7, pág. 202.

Sea que este juego proceda de un antiguo rito o no, para algunos aficionados ha tomado un significado religioso.

Adivinación

En muchos países germánicos, hay la costumbre de derretir plomo o estaño y sumergirlo en agua al dar la medianoche, justamente a la llegada del Año Nuevo. Entonces, al mirar la forma que se crea o la sombra que proyecta esa forma, cada uno procura adivinar lo que el Año Nuevo le tiene reservado.

En México, muchedumbres visitan la antigua ciudad maya de Mitla el 1 de enero. Entre las ruinas hay una piedra conocida como la ‘Columna de la Vida.’ Mientras una persona procura abrazar la columna completamente, alguien más, utilizando el ancho de un dedo, determina el espacio que sobra entre las dos manos extendidas. Se supone que esto corresponda al número de años que vivirá la persona que está abrazando la columna.

Los japoneses se preocupan mucho con relación al primer sueño que tendrán en el Año Nuevo, pues creen que les revelará lo que será su suerte en el año venidero. Hay amuletos y papeles especiales para la buena suerte que se pueden comprar a fin de asegurarse un sueño placentero.

Todo esto nos recuerda los esfuerzos que hacían los antiguos babilonios para adivinar el futuro. La fiesta del día de Año Nuevo era de especial importancia en la adivinación babilónica, porque era entonces cuando se “sellaba el destino” para el año venidero.

Una gran cantidad de personas continúan con esta tradición hoy. Juan no lo sabe, pero el besar a una muchacha bajo el muérdago originalmente era una manera de adivinar con quien uno se casaría. ¡Juan realmente ‘sellaría su destino’ si hubiese tenido que casarse con cada muchacha que él besó bajo tales circunstancias!

“¿Solo pasando un buen rato?”

“Todo eso es muy interesante,” es posible que diga Juan, “pero para mí, el día de Año Nuevo no es más que una ocasión para divertirme.” Muchas personas piensan así. Poniendo la historia religiosa a un lado, ¿es el día de Año Nuevo una festividad inofensiva?

En los Estados Unidos mueren alrededor de 400 personas en accidentes de tránsito cada día festivo del Año Nuevo, y la mitad de esas muertes están relacionadas con las bebidas alcohólicas. Mientras el movimiento de vehículos aumenta en un 4 por ciento durante los períodos feriados, las muertes de tránsito aumentan en un 24 por ciento. ¿A qué se debe que esas personas mueran? A la “diversión” relacionada con las bebidas alcohólicas.

Pero los Estados Unidos no es el único país que tiene este problema. Francia, Alemania Occidental, Canadá y Portugal solo son unos cuantos de los países cuyo índice de mortalidad en las carreteras supera a la de los Estados Unidos.

El que en tiempos modernos se “vuelva a crear el caos” durante la víspera del Año Nuevo lleva también a otros problemas. Un ayudante del jefe de la policía de la ciudad de Nueva York describe la situación así: “El día de Año Nuevo es una época en que la gente bebe, y cuando la gente bebe pierde el control.” Durante las primeras pocas horas de 1980, en la ciudad de Nueva York se asesinó a 6 personas, se cometieron 30 delitos graves en los trenes subterráneos, y en una muchedumbre congregada en Times Square hubo 50 lesionados y se arrestó a 51 personas. Mientras tanto, en Reno, Nevada, miles de parrandistas corrieron por tres horas destruyendo todo lo que encontraban a su paso, arrojándoles piedras a los policías y rompiendo las vidrieras de los establecimientos comerciales. ¿Fue esto ‘solo pasar un buen rato’?

¿Qué hará usted?

Sea que usted se considere cristiano o no, probablemente usted verá el valor práctico del consejo bíblico que se halla en Proverbios 22:3: “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse.” Si usted puede prever algún riesgo en sus planes para el día de Año Nuevo —a causa de beber en exceso, asociaciones peligrosas, conductores borrachos en las carreteras— ¿por qué no cambia sus planes? Puede que usted salve su vida y la de los que lo acompañan.

¿Qué hay si usted se considera cristiano?... ¿afectaría esto su modo de ver la celebración del día de Año Nuevo? Bueno, ¿puede usted imaginarse al apóstol Pedro yendo a una fiesta de Año Nuevo? Note lo que él escribió en su primera carta, capítulo cuatro, 1Pe 4 versículo 3: “Bastante tiempo pasasteis ya viviendo en plan pagano, dados como estabais a libertinajes y vicios, crápulas, comilonas, borracheras y nefandas idolatrías.”—Nueva Biblia Española.

En vista del origen de las celebraciones del día de Año Nuevo, ¿no es probable que Pedro consideraría las fiestas del Año Nuevo de hoy día como estar “viviendo en plan pagano”?

“¡Pero no es como si me divirtiera así cada noche!,” puede que digan algunos. “Esta es una ocasión especial... solo una vez al año.”

En cuanto a eso, sería bueno preguntarse cómo el darse al exceso “esta sola vez” afectará su reputación, tanto para con Dios como para con los hombres.

“Las moscas muertas son lo que hace que el aceite del ungüentario apeste, borbotee. Así le hace un poco de tontedad al que es precioso por sabiduría y gloria.” (Ecl. 10:1) Tal como una sola mosca inmunda puede arruinar el aceite costoso, un buen nombre puede quedar arruinado por una sola noche de tontedad. ¿Por qué correrse el riesgo?—Ecl. 7:1.

En esta víspera del día de Año Nuevo, miles de personas ‘pasarán un buen rato’ en una fiesta, tratarán de conducir el auto de regreso a la casa, y se lesionarán o perderán la vida o harán que otros se lesionen o pierdan la vida. Otros miles se sentirán avergonzados o avergonzarán a sus cónyuges al comportarse tontamente en una atmósfera saturada de bebidas alcohólicas. Otros, debido al medio en que se hallan, no podrán resistir la tentación de cometer actos inmorales.

Estos son algunos de los riesgos a los que se expone Juan en esta víspera del día de Año Nuevo. ¿Se expondrá usted a ellos también?

[Ilustración en la página 23]

“Los juegos de fútbol . . . tienen todos los visos de las fiestas religiosas.”—Encyclopœdia Britannica

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