La falsificación... ¡evite que lo engañen!
SE ACERCA la hora del cierre y hay una larga fila de personas que esperan al lado del mostrador para pagar por las compras que han hecho en la tienda de comestibles de la vecindad. La cajera, cansada, apenas mira al hombre que está delante de ella. Él está haciendo una compra pequeña, pero le entrega un billete de 20 dólares para pagarla.
“¿No tiene un billete de menos valor?” pregunta ella. “Lo siento, pero es todo lo que tengo,” contesta él. Ella, suspirando, echa un vistazo a la fila de clientes y, apresuradamente, le cambia el billete, deseosa de seguir despachando a los clientes.
Esta cajera no lo sabe, pero acaba de aceptar un billete falso de un hombre que practica el pasar dinero falso. A ella le acaban de robar 20 dólares, igual como si el cliente le hubiese apuntado una pistola para robarle. Cuando el banco donde la tienda efectúa sus negocios rehúse aceptar el billete al darse cuenta de que es falso, habrá pasado demasiado tiempo para poder recordar de dónde vino el billete.
La falsificación ha existido desde el tiempo en que los chinos inventaron originalmente el papel moneda... alrededor de la era de Carlomagno. Las autoridades dicen que desde ese entonces “todo dinero que ha sido puesto en circulación por cualquier estado” ha sido falsificado. Hoy en día la falsificación es categóricamente una industria mundial. De hecho, ¡algunos de los mejores dólares americanos falsificados están hechos en Hong Kong!
La Interpol, una organización policíaca internacional, se estableció principalmente para dar organización mundial a la lucha contra la falsificación. No hay visos de que esta lucha esté por terminar. Por todo el globo terráqueo, sin importar que su dinero local sea la libra esterlina inglesa, el dólar estadounidense o el yen japonés, aumenta el peligro de que le pasen dinero falso. ¿A qué se debe esto? La razón principal es la tecnología.
Peligro en las multicopistas
Hubo un tiempo en que la falsificación requería los talentos de un artista y grabador diestro para hacer las planchas de imprenta que se necesitaban para producir el dinero falso. Hoy en día, cualquiera puede hacer una falsificación cruda en la máquina copiadora de una oficina. En Michigan se arrestó a un muchacho de 14 años de edad por haber hecho precisamente eso. Usaba los dólares falsificados para conseguir cambio de máquinas que daban cambio. (Las máquinas que proveen cambio de monedas han sido ajustadas de modo que este ardid ya no dé resultados.) De modo que no sorprende saber que los funcionarios encargados de poner en vigor la ley en los Estados Unidos tienen un programa de instrucción intitulado “No caiga en la tentación,” para los oficinistas que tienen acceso a equipo copiador de alta calidad.
‘¡Pero yo nunca me dejaría engañar por dinero que ha sido copiado en la máquina de una oficina!’ tal vez afirme usted. No se sienta tan confiado. ¡Por 10 años la policía de la ciudad de Nueva York estuvo buscando a un falsificador que producía billetes tan mal hechos que a veces se tomaban por dinero de teatro! Hasta el nombre de George Washington, cuyo rostro aparece en el billete, lo escribía con mala ortografía. ¿Cómo pudo él seguir circulando estos billetes tan mal copiados? Falsificaba billetes de un dólar y nadie se tomaba la molestia de mirarlos.
¡FÍJESE en su dinero!
“Prescindiendo de la clase de dinero que esté manejando la gente, las personas sencillamente nunca se fijan en su dinero con suficiente frecuencia,” así se expresó un especialista de la policía. Los falsificadores cuentan con esta tendencia. Si usted cultiva el hábito de fijarse brevemente en el dinero que la gente le da, es más que seguro que no será engañado por alguien que practica el pasar billetes falsos. ¿En qué cosas debería fijarse?
Un experto declara: “Lo sorprendente es que a menudo la mejor manera de revisar un billete para asegurarse de que sea genuino es dejar que los sentidos de la vista y el tacto determinen o evalúen eso en términos generales. La gente a menudo identifica billetes falsos sin poder saber exactamente cómo lo ha logrado.”
En otras palabras, el acostumbrarse a mirar el buen dinero es el mejor entrenamiento para reconocer el dinero falso. Sin importar la clase de dinero que se use en su país, usted puede cultivar un “sentido” de lo que es dinero genuino. Entonces, si alguna vez recibe dinero falso, simplemente verá algo que le chocará. También, puede ser que no se sienta bien al tacto, porque a los falsificadores se les hace muy difícil duplicar el tipo de papel que la mayoría de los países usan para el dinero.
Si usted sospecha, sencillamente ponga el billete sospechoso al lado de un billete genuino bajo suficiente luz. En la mayoría de los casos el billete falso no puede pasar esa prueba de comparación.
¿A qué se debe la diferencia?
Un perito en este asunto, miembro del Servicio Secreto de los Estados Unidos, dijo: “Se puede ver la diferencia porque la mayor parte del dinero de los países se imprime mediante planchas que han sido esmeradamente grabadas al aguafuerte por artesanos y artistas peritos en la materia. Esas planchas producen líneas claras y definidas con detalles delineados con exactitud. En cambio, la mayor parte de las planchas falsificadas se producen mediante un proceso fotográfico que utiliza ácido para grabar las líneas en la plancha. Estas líneas grabadas con ácido nunca salen tan definidas y claras como las líneas que se graban al aguafuerte.”
Aunque es cierto que al emplear un lente de aumento se puede ver que faltan líneas, o que hay líneas separadas o borradas en un billete falso, la mayoría de la gente se daría cuenta, aun sin hacer eso, de que el billete falso simplemente no tiene la alta calidad del billete genuino. Otra clave para identificar el dinero falso encierra su número de serie... los billetes falsos a menudo llevan el mismo número de serie, o quizás los números de serie estén mal alineados. Lo más seguro, también, es que los billetes falsos sean nuevos y crujientes. Al fin y al cabo, el que practica la profesión de pasar billetes falsos los compra nuevos, y no sería nada raro que usted fuera la primera persona que recibiera el billete que él le está dando.
Los blancos favoritos para los que pasan dinero falso
No espere que la persona que practica el pasar dinero falso esté nerviosa o tenga la mirada furtiva. La persona que pasa dinero falso no siempre tiene apariencia de ladrón. Ella seguramente tiene esa práctica como profesión; compra un buen número de estos billetes por la mitad de su valor nominal y entonces va buscando a personas que acepten los billetes sin sospechar. ¿Cuáles son sus blancos preferidos?
Los lugares favoritos de los que pasan dinero falso son los talleres de reparación de automóviles, los restaurantes, los supermercados, los bares, los grandes almacenes y las tiendas de bebidas alcohólicas. Los cajeros o cajeras de estos establecimientos por lo general no están entrenados como lo están los empleados de bancos para reconocer el dinero falso. Además, no es cosa rara que los clientes de esos negocios paguen por pequeñas compras con billetes de 10 ó 20 dólares, que son las denominaciones que más comúnmente se falsifican. A menudo hay filas largas que apremian a la persona cansada que atiende la caja a ceder a la tentación de descuidarse de dar una mirada rápida y fija a cada billete. Si usted trabaja en uno de esos lugares, ¡esté alerta! Especialmente tenga cuidado con billetes nuevos y flamantes de diez y veinte dólares que le entreguen personas desconocidas.
Con cada vez mayor frecuencia las comunidades rurales y los centros comerciales están convirtiéndose en lugares favoritos para los que pasan dinero falso porque éstos piensan, y con razón, que los dependientes en esos sectores tienden a sospechar menos que los dependientes de las ciudades. Es interesante el hecho de que puede hallarse consejo práctico para los dependientes en el libro bíblico de Proverbios, que declara: “Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos.” (Pro. 14:15) ¡Este consejo aplica tanto a billetes de banco como a simples palabras!
¿No tendría usted razón para sospechar si un desconocido entrara en su tienda y pidiera cambio para un billete de veinte dólares, o lo utilizara para hacer una compra pequeña? Si un transeúnte se detuviera para comprarle una docena de huevos en su granja y le pagara con un billete de diez dólares, ¿no tendría usted razón para notarlo? Si un desconocido deseara que se le diera cambio, ¿no debería usted tomarse los pocos segundos necesarios para revisar el billete cuidadosamente aunque haya una larga fila ante su mostrador?
Lo que usted debería hacer
Si usted se diera cuenta de que le han dado un billete falso, quizás lo que primeramente tendería a hacer sería devolvérselo al cliente con una expresión de indignación. Por supuesto, el cliente, aun si éste fuera alguien que practicara como profesión el pasar dinero falso, quedaría escandalizado y declararía que era inocente... y la persona que practica como profesión el pasar dinero falso sale del establecimiento lo más pronto posible, llevándose consigo la prueba.
La mayoría de las autoridades que vigilan por la observación de las leyes recomiendan, más bien, que se retenga el billete falso y se avise a la policía. Usted pudiera sencillamente decir: “Permítame llevar este billete al gerente para revisarlo,” y éste, en cambio, haría que alguien llamara a la policía.
Sin embargo, no olvide que el que practica como profesión el pasar dinero falso es un criminal y ladrón. Alguien de esa índole podría ser una persona peligrosa aunque no lo aparentara. No exponga su vida a peligro tratando de detener a la persona que está resuelta a huir. Más bien, concéntrese en retener en la memoria una buena descripción de la persona y de su automóvil, si es posible, incluso el número de la licencia.
Luego, la policía sugiere que usted ponga las iniciales suyas y la fecha del día en el billete, y lo maneje lo menos posible, puesto que lo más probable es que el billete tenga las impresiones digitales de la persona que haya pasado el billete falso. Entonces el billete debe guardarse bajo cubierta para proteger las impresiones digitales hasta que pueda ser entregado a las autoridades debidas.
¿Podría realmente suceder?
Si usted no está alerta, ¿podría realmente ser que le pasaran dinero falso? No hay duda alguna de ello. ¡En los últimos 10 años la cantidad de dinero falso que se ha impreso aquí en los Estados Unidos ha aumentado a casi el triple, y la cantidad que efectivamente se pasa ha aumentado a más del doble! Aunque es cierto que el dólar americano es el dinero más popular entre los falsificadores, ninguna denominación monetaria está exenta de tal “atención.”
Por lo tanto ¿por qué no comenzar ahora a cultivar los buenos hábitos de fijarse en el dinero que la gente le da? Especialmente no olvide estar alerta a billetes nuevos que le dan personas desconocidas. Sea “astuto” y no olvide que, si por descuido usted ha aceptado dinero falso, le han robado.
A pesar de que la falsificación sigue aumentando, ¡usted puede evitar que lo engañen!
[Comentario en la página 28]
El acostumbrarse a mirar el buen dinero es el mejor entrenamiento para reconocer el dinero falso
[Comentario en la página 29]
Especialmente tenga cuidado con billetes nuevos y flamantes de diez y veinte dólares que le entreguen personas desconocidas