¿Por qué están abandonando la Iglesia de Suecia?
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Suecia
“LA IGLESIA de Suecia va cuesta abajo; más personas están renunciando, menos se bautizan.” “Crisis seria amenaza a la Iglesia.” “En la Iglesia hay gran inquietud tocante al futuro.” “La Iglesia ha perdido su dominio sobre el pueblo sueco.”
Declaraciones y encabezamientos como éstos abundan en los diarios suecos. Testifican del hecho de que la Iglesia de Suecia, la iglesia oficial del país, está experimentando lo que muchos miembros de ésta consideran la peor crisis que ese organismo haya experimentado hasta la fecha. Uno de los sacerdotes expresó su evaluación de la situación al escribir en un diario: “La situación actual es extremadamente tenebrosa en la Iglesia de Suecia. Realmente hay razón para creer que los que estamos en la Iglesia hemos llegado a lo último.”
¿Qué ha sucedido con esta Iglesia, la cual históricamente ha tenido una posición firme en Suecia? En 1593 fue declarada oficialmente, en cuanto a confesión, luterana-evangélica. En 1686 se unió al Estado, y así se convirtió en la Iglesia Estatal de Suecia. Esto significaba que prácticamente todo el que naciera en Suecia llegaría a ser miembro de la Iglesia.
Al principio esta calidad de miembro era permanente. Nadie podía renunciar. De acuerdo con una ley eclesiástica de 1686, toda clase de desasociación o apostasía estaba prohibida y se castigaba con la pérdida del derecho a herencia y con destierro. No fue sino hasta el 1 de enero de 1952, después de haberse instituido una nueva ley de libertad religiosa, que se hizo posible renunciar a la Iglesia.
Testigos de Jehová los primeros en renunciar
Durante los primeros años después de aquello, pocas personas se valieron de su derecho a renunciar. En general a los suecos sencillamente no les interesaba este asunto. Los testigos de Jehová fueron la excepción. Ellos renunciaron casi inmediatamente. Los Testigos dijeron que querían demostrar que pertenecían a una hermandad cristiana internacional, a una iglesia que está libre de la influencia de todo estado político o gobierno, y gobernada solo por Dios mediante su Hijo, Jesucristo. Hasta ahora, más de 17.000 testigos de Jehová han renunciado a la Iglesia de Suecia.
Lo que preocupa actualmente a las autoridades de la Iglesia de Suecia es que muchísimas otras personas han renunciado durante los pasados 10 años. Unas 110.000 personas han entregado su renuncia a los sacerdotes locales. Además, una encuesta reciente muestra que el 10 por ciento de los miembros de la Iglesia tienen planes de renunciar. Esto representaría otras 800.000 personas.
La cuestión de las sacerdotisas
El Instituto Sueco para la Sociología de la Religión llevó a cabo un estudio que revela que la razón principal por la cual la gente está renunciando es que han perdido su fe e interés en la Iglesia. A menudo esto se debe a la enconada disputa que se está peleando en la Iglesia tocante a la cuestión de las sacerdotisas.
En 1958 el Parlamento Sueco decidió permitir la ordenación de mujeres al sacerdocio. De un total de unos 2.900 miembros del sacerdocio que sirven en la Iglesia de Suecia, actualmente unos 330 son mujeres. Esto ha causado una tormenta de reacciones tanto entre los sacerdotes como entre los legos. La mayoría de los sacerdotes, como un 58 por ciento, están de acuerdo con que haya sacerdotisas, mayormente por el asunto de la igualdad entre las personas sin distinción por razón de sexo. Pero una facción de un 42 por ciento de los obispos y sacerdotes se opone a la idea, algunos con muchísimo vigor, y señalan a las palabras del apóstol Pablo en Primera a los Corintios 14:34: “Las mujeres guarden silencio en las congregaciones.”
La revista semanal Vecko-Journalen del 20 de marzo de 1978 informa: “La cuestión de las sacerdotisas se ha convertido en un tumor maligno de la Iglesia.” Y en la misma revista apareció una entrevista con el arzobispo, Olof Sundby, quien dijo lo siguiente en relación con la renuncia de miembros debido al punto en disputa de las sacerdotisas: “No es tanto una cuestión de diferentes opiniones en cuanto al punto en disputa como lo es nuestra manera de encararnos a la oposición, algo que a menudo se caracteriza por falta de amor y tolerancia.”
El diario Smålandsposten del 27 de enero de 1979 dijo: “Que la disensión que existe en nuestra iglesia termine antes de que desaparezca todo respeto a la iglesia y a nuestros sacerdotes, y nuestros santuarios queden vacíos del elemento más importante: la gente.”
Pero la lucha enconada sigue rabiando y los “santuarios” están quedando vacíos de gente. Un estudio reciente revela que solo el 1,98 por ciento de la población sueca asiste a la iglesia, y en Estocolmo, la capital de Suecia, la cifra correspondiente es de 0,78... ¡menos del uno por ciento! Un superintendente de la Iglesia, un sacerdote, sugirió recientemente a las autoridades de la Iglesia que se cerraran la mitad de las iglesias de Suecia para relevar a por lo menos 1.000 sacerdotes y músicos de la Iglesia de su deber de preparar y celebrar servicios. El trabajo que se ahorrará se utilizaría para “ayudar a la iglesia y a la sociedad a salir de su crítica situación.”—Svenska Dagbladet, 20 de noviembre de 1980.
Un apartarse de la Biblia
Hay otra razón para las renuncias en aumento. De acuerdo con el Instituto para la Sociología de la Religión, muchos opinan que los sacerdotes, en sus puntos de vista y tratos, se han apartado de la Biblia. Por ejemplo: señalando a versículos de la Biblia tales como Romanos 1:26, 27 y Primera a los Corintios 6:9, 10, a muchas personas les parece repugnante el que una cantidad cada vez mayor de sacerdotes acepten y hasta bendigan la homosexualidad. Otros opinan que es indecente el que los sacerdotes, en sus esfuerzos por hacer que la gente asista a la Iglesia, hayan abierto sus santuarios a políticos mundanos, cantantes, músicos y otras personas del mundo del entretenimiento, y hasta hayan dejado que éstas se encarguen del servicio. Recientemente, en todo el país miembros de la Iglesia se escandalizaron cuando un pastor primarius de Estocolmo invitó a astrólogos y adivinos para que expusieran sus ideas y pronosticaran el futuro mediante horóscopos a visitantes de la Catedral de Estocolmo (Storkyrkan).
Miembros de la Iglesia también se han vuelto contra el punto de vista indulgente tocante a la moralidad sexual, el cual se está esparciendo entre los sacerdotes. Un obispo de Estocolmo que se retiró recientemente recomendó abiertamente que los jóvenes de su iglesia vivieran juntos libremente, y dijo que estaba dispuesto a casarlos tan pronto decidieran hacerlo.
El hecho de que muchos sacerdotes favorezcan los abortos gratis, los cuales ahora han alcanzado el nivel de un aborto por cada tres nacimientos en Suecia, también ha espantado a miembros de la Iglesia.
En el periódico Norra Skåne del 22 de octubre de 1980, un auxiliar de vicario resume de la siguiente manera su punto de vista de la situación tocante a la ‘mundanalidad’ de la Iglesia: “Hoy día se permite casi cualquier cosa en nuestra Iglesia. Los que aspiran a ser sacerdotes pueden rechazar la mayor parte de la Biblia y todavía alcanzar la ordenación. Los sermones pueden tratar de casi cualquier asunto que no sea la pura y clara Palabra de Dios sin que nadie intervenga. El voto clerical de predicar la Palabra de acuerdo con las Escrituras y el credo de la Iglesia parece ser un voto vacío que no tiene importancia ni encierra compromiso alguno.”
Naturalmente, los suecos están perdiendo fe en Dios y en Cristo a medida que notan la falta de fe entre sus guías espirituales. Esto es lo que un decano honorario de una catedral de la Iglesia de Suecia, Gustav Adolf Danell, alega en un artículo acerbo que apareció en el diario Smålands Dagblad del 3 de enero de 1980. Él dice: “¿Cómo es posible que sacerdotes, a quienes se entrena para que duden de las verdades bíblicas, puedan guiar a otras personas a una fe que ellos mismos no tienen? La Iglesia está convirtiéndose en un instrumento excelente para la descristianización continua de nuestro pueblo.”