Dios lo hizo primero
Los humanos son imitadores
No honran a Dios por sus invenciones, pero sacan patentes para las de ellos
TERMÓMETROS
El hombre ha fabricado termómetros muy sensibles y otros instrumentos para medir la temperatura, pero son rústicos si se les compara con las habilidades intraconstruidas que ciertas serpientes han empleado por miles de años. Por ejemplo, una serpiente de cascabel puede detectar un cambio de temperatura que corresponde a una milésima de un grado Celsius. A una boa constrictor le toma 35 milisegundos reaccionar ante un cambio de temperatura, mientras que a un instrumento sensible hecho por el hombre le toma un minuto medir el mismo cambio de temperatura. Dichas serpientes usan esta facultad que tienen de percibir los cambios de temperatura para buscar en la oscuridad víctimas de sangre caliente y capturarlas. Los detectores de temperatura también indican de qué dirección proviene lo que produce el calor.
HIPOTERMIA
Hoy día los cirujanos disminuyen la temperatura del cuerpo y reducen el ritmo cardiaco y respiratorio para efectuar ciertas intervenciones quirúrgicas, pero mucho antes de esto, los animales hibernantes empleaban la hipotermia. Por ejemplo, cuando la diminuta ardilla terrestre de pelaje rayado lleva a cabo su actividad de verano, su ritmo cardiaco es de centenares de palpitaciones por minuto y respira cientos de veces por minuto. No obstante, durante el sueño invernal, las palpitaciones del corazón de la ardilla se reducen a una o dos por minuto e inhala aire lentamente cada cinco minutos. La temperatura del cuerpo baja a casi la misma temperatura del frío invernal que hace afuera. Sin embargo, a pesar de estos cambios, la sangre sigue circulando, la tensión arterial permanece normal, no se interrumpe el suministro de oxígeno y se conserva el tono muscular.
ELECTRICIDAD
Impulsado por el tratado que escribió Luigi Galvani sobre la electricidad animal, el físico y químico italiano Volta inventó la primera pila eléctrica artificial de corriente continua. No obstante, miles de años antes, unas 500 variedades de peces eléctricos tenían pilas. El siluro africano puede producir 350 voltios, la gigantesca raya torpedo del norte del Atlántico produce pulsaciones de 60 voltios cuya intensidad alcanza 50 amperios, y las descargas que produce la anguila eléctrica de América del Sur han medido hasta 886 voltios. Las corrientes se producen mediante series de placas eléctricas... en efecto, pilas voltaicas. Cada placa eléctrica es una celda electroquímica individual que solo produce una pequeña fracción de un voltio. Pero cuando miles y a veces millones de ellas están conectadas de diversas maneras, en circuitos en serie y en paralelo en las creaciones de Dios, el resultado es una pila eléctrica natural.
GUERRA QUÍMICA
Las granadas de gases neurotóxicos tienen dos botes que contienen sustancias químicas que son relativamente inofensivas, pero cuando se dispara la granada, las sustancias químicas se mezclan y tras la explosión se libera el mortífero gas neurotóxico. Mucho antes de esto, y estrictamente para fines de defensa, el escarabajo escopetero o artillero había usado repelentes químicos. Las glándulas producen dos sustancias químicas diferentes, que están almacenadas en cámaras diferentes separadas por válvulas musculares. Cuando se le ataca, el escarabajo abre las válvulas y las dos sustancias químicas fluyen hacia una tercera cámara de paredes muy resistentes. Allí, una enzima provoca una reacción explosiva, con un estallido audible, y de una torreta que el escarabajo puede apuntar en cualquier dirección sale disparado un rocío nocivo. El escarabajo escopetero puede disparar repetidas veces, docenas de veces en cuestión de minutos, y las hormigas, las arañas, las santateresas, las aves o las serpientes huyen sofocadas.
ORDENADORES
Los ordenadores o computadoras hacen cosas fantásticas, pero no se les puede comparar al cerebro de los humanos. El cerebro humano... misterio que pesa menos de kilo y medio, que equivale al 2 por ciento del peso del cuerpo, usa el 20 por ciento de la sangre y el 25 por ciento del suministro de oxígeno. Los cálculos que se han hecho de la cantidad de neuronas que éste tiene fluctúan entre 10.000 millones y 100.000 millones, y la cantidad de conexiones de neuronas (sinapsis) fluctúa entre 100 billones y 500 billones. El cerebro recibe cien millones de detalles cada segundo, se explora a sí mismo cada décima de segundo y opera con una potencia de 20 vatios. El cerebro humano recibe, trata y evalúa información, toma decisiones, establece metas, inicia acciones, crea música y arte. Es solo en el cerebro humano donde pueden hallarse sistemas programados para el habla. Y es solo en el cerebro humano donde existe la necesidad innata de creer en un poder supremo y de adorarlo.
Es tal como dijo un científico: “Cualquiera que se refiera a un ordenador como un ‘cerebro electrónico’ nunca ha visto un cerebro.” No es de extrañar que el Dr. Richard Restak diga que el cerebro humano es “inmensamente más complicado que cualquier otra cosa en el universo conocido.” Y, en cierta ocasión, el antropólogo Henry Fairfield Osborn declaró: “Mi opinión es que el cerebro humano es el objeto más maravilloso y misterioso de todo el universo.”
EL SINFÍN DE ORIGINALES DE DIOS
Los murciélagos y delfines usan el sonar; los pulpos la propulsión a chorro; los mosquitos agujas hipodérmicas; las avispas hacen papel; los castores construyen represas; las hormigas hacen puentes; las abejas y los termes usan aire acondicionado; los peces, gusanos e insectos producen luz fría; los pájaros tejen, atan nudos, construyen incubadoras, hacen trabajos de albañilería, edifican sasa de apartamentos, desalan el agua de mar, tienen brújulas y relojes internos y navegan; los escarabajos usan escafandras autónomas; las arañas usan campanas de buzo, hacen puertas, son aeronautas; algunos peces y escarabajos tienen lentes bifocales; las tortugas mordedoras y los escorpiones de agua usan tubos de respiración; los ojos de los animales, al igual que las células solares del hombre, convierten la luz en electricidad; las hormigas son jardineras y ganaderas; un escarabajo poda árboles... la lista de los mecanismos de la creación que los inventores humanos copian es interminable. De las obras del hombre se dice que se deben al ingenio de éste; las de Dios son negadas con la aseveración de que se deben a la casualidad ciega... al menos, los evolucionistas hacen eso. ¡Increíble!