¿Es la Biblia un libro del hombre blanco?
“EL CRISTIANISMO nos lo trajeron aventureros y oportunistas, quienes nos dejaron la Biblia y se llevaron todo lo demás.” Esta opinión de un locutor de radio de Botswana expresa lo que muchos africanos creen. En otras partes del mundo se opina de modo similar. En África muchas personas de la raza negra lo expresan así: ‘La Biblia es un libro del hombre blanco. La trajeron al África y la utilizaron junto con la religión de ellos para dominarnos y robar nuestra tierra.’
¿Son ciertas esas acusaciones? ¿‘Robaron la tierra’ los hombres blancos? ¿Fueron los “aventureros y oportunistas” quienes llevaron el cristianismo al África? ¿Es la Biblia realmente “un libro del hombre blanco”?
¿‘Robaron la tierra’ los hombres blancos?
Al examinar detenidamente las páginas de la historia, notamos que en muchos lugares sí lo hicieron. En el siglo quince, las naciones poderosas de Europa occidental —con barcos más grandes y mejores métodos de navegación— se aventuraban más lejos en el océano Atlántico. ¿Por qué? Además del espíritu de aventura y la curiosidad característicos de los europeos, había también, y esto principalmente, el deseo de “enriquecerse rápidamente” que los movía a hacer tantos viajes de descubrimiento y conquista.
Por ejemplo, en 1492 Colón navegó hacia el oeste y halló, no las Indias Orientales ni el Asia oriental, según creía, sino las islas del Caribe, que ahora se conocen como las Antillas. Con el tiempo, aventureros españoles como Cortez y Pizarro se apoderaron de extensas áreas de América del Norte, Central y del Sur. Al principio los españoles encontraron pueblos primitivos, y a éstos los “asesinaron, les robaron, los esclavizaron y los bautizaron,” como informó H. G. Wells en su obra Outline of History. Al poco tiempo “cargamentos de oro y plata comenzaron a hacer constantemente la travesía del Atlántico para el Gobierno español.”
El objetivo principal de Colón era hallar una ruta marítima hacia la India y el Oriente, donde había mercados lucrativos de especias y otras fuentes de riquezas. Los marinos portugueses de aquellos días tenían el mismo objetivo, pero escogieron la ruta alrededor del África. En 1498, Vasco de Gama circunnavegó el Cabo y llegó a la India. En poco tiempo los portugueses tenían factorías o establecimientos de comercio en África Oriental (Mozambique) y obtenían oro de Zimbabwe, lugar que ellos creían que era Ofir... la fuente principal de los fabulosos suministros de oro del rey Salomón. También tenían grandes centros de comercio en la India y el Lejano Oriente, incluso China. Pero, después de mucho pelear y derramar sangre, otras naciones europeas movidas por la ambición se apoderaron de la mayor parte del imperio comercial de los portugueses.
Finalmente, los europeos controlaron todas las Américas y grandes extensiones del Asia. “Para el año 1900, toda África estaba . . . dividida entre las Potencias europeas . . . con muchos disgustos y muchas disputas . . . En aquella lucha casi no se tomó en cuenta el bienestar de los nativos,” dijo el historiador Wells.
Las iglesias de la cristiandad colaboraron estrechamente con las potencias europeas. ¿Establecieron éstas el verdadero cristianismo en África y en otras partes del mundo? No lo hicieron. ¿Cómo podían hacerlo si ellas mismas no estaban practicándolo? Llevaron la Biblia, pero no se aplicaron lo que ésta dice. El “espíritu” de la Biblia es unidad, paz y verdadera hermandad interracial. Su mensaje principal es que el reino de Dios en manos de Cristo es la única esperanza para la humanidad. Pero las naciones europeas, aunque alegan ser cristianas, han discutido y peleado por toda su turbulenta historia, y en este siglo esa contienda alcanzó un punto culminante al estallar la I y II Guerras Mundiales, y actualmente están preparándose frenéticamente para una III Guerra Mundial. Y en vez de proclamar el reino de Dios, confían en una organización política hecha por el hombre, las Naciones Unidas, como la única esperanza de la humanidad.
Puede que usted concuerde en que estos hechos sean ciertos, pero quizás todavía opine que la Biblia es un libro del hombre blanco. Puede que usted diga: ‘Sin embargo, fueron los blancos los que llevaron la Biblia al África. Además, la Biblia fue escrita por hombres blancos y habla solo de los blancos.’
No obstante, ¿es el hecho de que el hombre blanco haya llevado la Biblia al África y a otros países realmente razón para rechazarla? Si un cartero le trajera una carta de un amigo o pariente amado, ¿la rechazaría usted porque el cartero sea blanco? Difícilmente. Además, recuerde que el hombre blanco también llevó al África bicicletas, radios, automóviles y aparatos de televisión, y sin embargo casi todos los africanos se complacen mucho en obtenerlos.
Consideremos ahora . . .
¿Fue escrita la Biblia por blancos acerca de blancos?
Para la mayoría de los negros del sur de África solo hay tres divisiones raciales... negros, blancos y asiáticos, y clasifican a los árabes, judíos y otros pueblos del Oriente Medio, no como asiáticos, sino como blancos. Pero tal como hay diferentes naciones y tipos de negros, así también hay diferentes tipos de blancos. Toda la Biblia fue escrita por israelitas, o judíos, quienes son orientales o gente del Oriente Medio... pero no son de las razas blancas de Europa que conquistaron al África. Es interesante el hecho de que Moisés, el hombre que escribió los primeros cinco libros de la Biblia, nació y vivió en el norte de África hasta que tenía 40 años de edad.
Pero el verdadero autor de la Biblia es el Dios Todopoderoso mismo, Jehová, Aquel a quien todas las razas y tribus de la humanidad deben su existencia. Los 66 libros que componen la Biblia, o las Sagradas Escrituras, desde Génesis hasta Revelación, fueron escritos bajo la guía e inspiración de El. “Toda Escritura es inspirada de Dios.” (2 Timoteo 3:16) Este es el factor vital y verdaderamente importante. El Gobernante Supremo del universo no es un racista insignificante. No le interesa en lo más mínimo las diferencias menores de la piel y el pelo, las cuales significan muchísimo para los hombres de miras estrechas y sentimientos mezquinos. La Biblia informa que cuando Pedro llegó a la casa de Cornelio, un oficial romano, Pedro halló reunido allí a un grupo de gentiles, a quienes los judíos despreciaban. Pero a todos aquellos gentiles les interesaban profundamente las “buenas nuevas.” Por eso Pedro dijo: “Comprendo ahora que es cierto que Dios trata a todo el mundo por igual. Quienquiera que le tema y haga lo que es correcto, él lo acepta, prescindiendo de la raza a que pertenezca.”—Hechos 10:34, 35, Today’s English Version.
El Maestro más sobresaliente que el mundo haya visto, Jesucristo, aceptó y enseñó el relato bíblico de la creación de Adán y Eva, la primera pareja humana. (Mateo 19:3-6) ¿Eran nuestros primeros padres humanos de tez clara u oscura? No lo sabemos. Quizás hayan sido de un color intermedio. Pero sí sabemos que “Adán llamó a su esposa por nombre Eva, porque ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera.” (Génesis 3:20) El apóstol Pablo confirmó esto al decir: “De un solo hombre él [Dios] creó a todas las razas de la humanidad.” (Hechos 17:26, TEV) Esto indica que la primera pareja fue creada con la facultad innata de producir las razas y los tonos de piel diferentes que ahora existen. De acuerdo con esto, todos estamos emparentados y debemos formar una hermandad mundial. En su libro The Races of Mankind, el profesor R. Benedict escribió: “Las razas de la humanidad son lo que la Biblia dice que son... hermanas.”
Algunos quizás objeten: ‘¿Pero no es cierto que en la Biblia se pronuncia una maldición en contra de la raza negra?’ Muchos opinan que sí, tanto negros como blancos, y especialmente los que viven en el sur de África. Pero eso es completamente falso.
En cierta ocasión después del diluvio global, Cam, hijo de Noé, fue culpable de conducta irrespetuosa para con su padre. Canaán, hijo de Cam, probablemente tuvo parte en abusar de Noé de algún modo. Por eso, fue apropiada la siguiente declaración de Noé: “Maldito sea Canaán. Llegue a ser él el esclavo más bajo para sus hermanos.”
Años después los cananeos llegaron a ser notorios por su inmoralidad, pues la misma religión de ellos incluía escandalosos excesos sexuales. La maldición profética se cumplió cuando Israel, que descendió de Sem, subyugó a los cananeos, quienes más tarde llegaron a estar bajo el yugo de los medo-persas, los griegos y los romanos... descendientes de Jafet.—Génesis 9:20-27.
Puesto que los cananeos eran de raza blanca, la maldición no tenía nada que ver con los negros, quienes descienden de Cus, otro hijo de Cam. Esta mala interpretación de la Palabra de Dios ha causado muchas dificultades y mucho sufrimiento a la raza negra. Esto fue especialmente cierto cuando estaba en operación la infame trata de esclavos bajo las banderas de naciones “cristianas.” El historiador H. Fisher dijo: “Es un comentario terrible sobre la civilización cristiana el hecho de que el período más largo que se conoce de incursiones para conseguir esclavos comenzó con la acción de España, Portugal, Francia, Holanda e Inglaterra más de mil años después de haber sido la fe cristiana la religión establecida de Europa Occidental.”
Los dueños de esclavos, quienes en su mayoría iban con regularidad a la iglesia, justificaban aquel sistema mediante referirse a la maldición mítica de los negros. Hoy día, en algunos lugares, muchas personas blancas todavía usan ese mismo argumento para tratar de justificar la discriminación contra los negros.
En cuanto a la crítica de que la Biblia solo habla acerca de los blancos, es cierto que la mayoría de los sucesos bíblicos tienen que ver con pueblos del Oriente Medio, a quienes muchos africanos consideran “blancos.” (Esto explica por qué las ilustraciones de escenas bíblicas generalmente presentan a “blancos” u orientales.) Sin embargo, no es siempre así. Por ejemplo, Ebed-melec, a quien Dios favoreció por salvar la vida del profeta Jeremías, era africano. (Jeremías 38:7-13; 39:15-18) Muchos de los que estuvieron presentes en el día del Pentecostés, cuando el espíritu santo fue derramado sobre los primeros discípulos, eran de África. (Hechos 2:7-11) El hombre a quien Felipe predicó en su carro, como se relata en Hechos 8:26-38, era de Etiopía.
La Biblia condena la maldad en toda raza
Es obvio que en toda raza hay quienes hacen lo bueno y quienes hacen lo malo. Pero la Biblia condena toda forma de maldad, prescindiendo del color de la piel de los que la practiquen. Por ejemplo, en toda raza gente rica ha explotado a gente pobre, tal como dice la Biblia: “El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” (Eclesiastés 8:9) Pero la Biblia también advierte: “¡Oigan esto, ustedes los ricos! ¡Lloren y griten por las desgracias que van a sufrir! . . . El pago que no les dieron a los hombres que trabajaron en su cosecha, está clamando contra ustedes; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores.”—Santiago 5:1-4, Versión Popular.
La Palabra de Dios también condena las prácticas feas tanto de ricos como de pobres de toda raza, tales como fornicación, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas y borracheras. Advierte que “los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Gálatas 5:19-21) No obstante, dentro de poco este poderosísimo reino de Dios pondrá fin al inicuo arreglo actual e introducirá un reinado de 1.000 años de paz.—Daniel 2:44; Salmo 37:10, 11; Revelación 20:1, 2.
Además de proveer este glorioso mensaje de esperanza, la Biblia da consejo excelente sobre la vida matrimonial, la vida de familia y sobre un sinnúmero de problemas que hacen que el vivir sea tan difícil hoy. El mensaje bíblico produce tranquilidad de ánimo y ofrece la perspectiva de vivir en un paraíso terrestre. ¿Para quiénes? ¿Solamente para los hombres blancos? No; pues la Biblia misma dice que es para “una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.” (Revelación 7:9) ¿Estará usted entre ellos? Si así es, se requiere que usted aprenda y aplique ahora el consejo que Jehová Dios da a toda la humanidad mediante Su Palabra, la Biblia.
[Comentario en la página 22]
La Biblia habla sobre una maldición contra Canaán, no contra la raza negra
[Ilustración en la página 21]
Si un cartero le trajera una carta, ¿la rechazaría usted porque él sea de otro color?
[Recuadro en la página 23]
Descendientes de Cam, hijo de Noé
CUS
(Etíopes de África oriental y Arabia)
MIZRAIM
(Egipcios)
PUT
(Habitantes de África oriental)
CANAÁN
(Gente blanca a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo)