De nuestros lectores
La hermandad del hombre
A veces sus redactores dan un reportaje superficial respecto a los hechos. Por ejemplo, en el artículo intitulado “La hermandad del hombre... ¿solo una ilusión?” se culpa a Napoleón de haber destrozado la ilusión de una fraternidad. Ese es un parecer superficial. Se destrozó la hermandad mucho antes de Napoleón. Me atrevo a afirmar que, si los testigos de Jehová tuvieran voz absoluta en un país, tendrían que tomar parte activa en la política. Hasta provocarían una revolución, y lo que ésta produciría sería todo menos un sistema cristiano, porque en situaciones políticas no siempre se puede mantener una actitud tranquila y mansa entre la gente. Todos se convertirían en lobos rapaces, algunos más que otros, según el carácter de la persona. No se puede sencillamente cerrar los ojos y decir que esto jamás sucedería. Eso ciertamente es ser un poco presuntuoso.
E. A., Alemania
No se culpó a Napoleón de destrozar la ilusión de una fraternidad. Sencillamente se mencionó a Napoleón en el artículo para mostrar que las grandes esperanzas de la revolución francesa de 1789 de lograr “Libertad, Igualdad y Fraternidad” no fueron duraderas. Y esto quedó demostrado por lo que las conquistas de Napoleón efectuaron. No creemos que los hombres, ni siquiera los que sean los mejores, puedan realizar verdadera libertad, igualdad y fraternidad. Las mismas imperfecciones y tendencias pecaminosas del hombre siempre lo impedirán. Pero, creemos que el reino de Dios mediante Cristo Jesús sí logrará esta meta. El que dicha hermandad verdadera sea posible puede verse claramente ahora en la hermandad mundial de los testigos de Jehová, como se describe en el artículo “La verdadera hermandad del hombre hoy día.”—La dirección.
Mantenemos limpios nuestros hogares
Nos gustaría relatar nuestra experiencia también. Alquilamos una casita, pero estaba “sucia y deteriorada.” En cuestión de semanas habíamos rastrillado el área del césped, marcado sus confines, sembrado flores, lavado las ventanas, quitado la basura y los desperdicios, y así sucesivamente. Los dueños nos alabaron y nos prestaron sus herramientas. Más tarde solo aceptaron la mitad del alquiler para un mes para que pudiéramos comprar pintura para el interior de la casa. ¿Cuáles fueron los resultados? Se me ofrecieron tres diferentes empleos domésticos; en el caso de uno de estos trabajos la persona que me lo ofreció se basó estrictamente en lo que vio desde la carretera... ¡no pidió referencias y dos días antes que yo terminara el trabajo me envió por correo mi paga! Aunque siempre nos ha gustado ser limpios y nítidos, el artículo que ustedes publicaron nos sirvió de recordatorio grato y sin duda contribuyó a que consiguiera este empleo.
M. D., Nueva Jersey
Consejos provechosos
Les agradezco las revistas. Espero con gusto cada número. La investigación que ustedes llevan a cabo es de la mejor, y hallo que los consejos que dan son sumamente útiles para hacerle frente a la vida. Por ejemplo, su relato acerca de la pobreza ayuda a uno a ver dónde realmente hay falta de cosas materiales e hizo que yo sintiera mayor contentamiento con mi porción en la vida.
K. R., Canadá