La hermosura del diseño vacuno
“PAPÁ, hoy nuestra maestra dijo que la vaca tiene cuatro estómagos, que se han desarrollado mediante un proceso evolutivo. ¿Es cierto eso?”, preguntó Jenny, hermosa adolescente. “Y si es cierto, ¿por qué tenemos un solo estómago nosotros los humanos, si se supone que según la escala evolutiva estemos en un nivel superior al de la vaca?”
“Bueno, en primer lugar, hay que aclarar que en realidad la vaca tiene un solo estómago, pero éste se divide en cuatro cámaras. A los animales que comen mayormente hierba y heno y que rumian se les llama rumiantes. Permíteme sacar una lámina de este viejo sobre para que la veas [...] La primera cámara es la panza, que tiene una capacidad promedio de unos 190 litros, y ocupa alrededor de 80 por 100 del espacio estomacal de la vaca. El cuajar, realmente la cuarta cámara, es el verdadero estómago, donde están las glándulas digestivas, y se asemeja al estómago humano con todo y sus jugos gástricos, incluso el ácido clorhídrico. La hierba, bien mezclada con saliva, entra en la panza y la redecilla, donde es remojada, en agua, y sufre la acción de la fauna bacteriana. Luego es regurgitada, o devuelta a la boca, para mascarla de modo más completo.”
“¡Ah, sí, a menudo he visto las vacas rumiando!”
“Sí, las ovejas hacen lo mismo. Ese alimento bien mascado se trata nuevamente, y luego pasa a través de las otras dos cámaras, donde se absorbe parte del agua y sufre la acción de los jugos gástricos. La hierba y el heno están compuestos mayormente de celulosa, tal como nuestro diario. En efecto, hay vacas a las que se ha alimentado con papel de periódico desfibrado, mezclado con melaza. ¿Sabías que una vaca común produce cerca de 37 veces más saliva que nosotros los humanos? Las cuatro cámaras que consideramos abarcan tres cuartas partes de todo el abdomen. Pero ¿en qué resulta todo esto? Toda la hierba y el heno mantienen vivo al animal y lo ayudan a producir, durante la lactancia, la magnífica y sabrosa leche... un alimento maravilloso.”
“Bueno, no me parece que la vaca haya desarrollado este sistema digestivo bastante complicado mediante un proceso evolutivo.”
“No, no es razonable. El Creador diseñó la vaca para consumir hierba, que es tan abundante en nuestra Tierra, y convertirla en leche, con la cual hacemos queso, helado y otras cosas.”
“Como una fábrica.”
“Bueno, las fábricas por lo general son lugares malolientes, ruidosos, desagradables y plagados de huelgas. Pero la vaca, producto del Diseñador Maestro, es silenciosa, mansa y admirablemente eficiente. Tampoco ocasiona problemas laborales, puesto que la vaca pasa sus horas diurnas y parte de la noche comiendo y rumiando. Todo el mérito pertenece a Jehová por tan maravillosa producción.”
“Ahora puedo comprender que la vaca está bien diseñada para cumplir con su propósito y rendirnos ciertos servicios a los humanos, pero ¿qué hay del caballo? Él también come hierba y heno. ¿Tiene también cuatro estómagos, como la vaca?”
“No, no los tiene. Estamos de acuerdo con que el Creador diseñó el sistema digestivo de la vaca con un propósito en particular. Pero ella difícilmente es un animal de figura aerodinámica. ¿Puedes imaginarte a un jinete montando una vaca en una competencia seria con otras? ¡Qué va!
“En cambio, el caballo está diseñado para ser veloz y emplear su fuerza. Mediante la cría de caballos se han desarrollado algunos hermosos ejemplares que son apropiados para las carreras de caballos. En tiempos antiguos se criaron caballos bretones para llevar a soldados protegidos con una armadura pesada... ¡una carga no muy ligera, por cierto! En estos días se emplean los bretones para tirar de cargas pesadas. En Salmo 147:10 la Biblia habla del ‘poder del caballo’. Los egipcios de la antigüedad lo utilizaron extensamente con fines bélicos. Hasta la I Guerra Mundial se empleó en las batallas. ¿Recuerdas el poema ‘La carga de la brigada ligera’? De modo que el Diseñador Maestro no dotó al caballo del enorme estómago con el que dotó a la vaca. El caballo no rumia. Pero sí tiene un intestino ciego extraordinariamente grande entre el intestino delgado y el colon, y sirve de cavidad dilatoria para permitir que la celulosa de la hierba se remoje y se efectúe la fermentación bacteriana. A su debido tiempo esta masa pasa al colon, donde se absorben las sustancias nutritivas y provechosas. Luego el residuo no deseado llega al final del tubo digestivo. Por eso el caballo, como la vaca, libremente puede comer y vivir de la hierba y el heno, pero el Creador lo dotó de un sistema digestivo idóneo para sus características distintivas.
“Permíteme ilustrarte este punto para que lo comprendas. Supongamos que un aficionado a la música clásica fuera a un arquitecto y le pidiera que le diseñara una casa. Él quisiera un salón amplio donde pudiera tocar en su potente equipo estereofónico música grabada. El arquitecto diseñaría cuidadosamente la casa para satisfacer esta necesidad. Puede que su siguiente cliente fuera un novelista. Éste quizás desearía un estudio especial, no demasiado grande, donde dispusiera de suficiente espacio para su extensa biblioteca. El arquitecto diseñaría una casa idónea para satisfacer esta necesidad.”
“Sí, eso suena razonable, pero volvamos a la vaca [...] Me desconcierta que nosotros los humanos, que, según se dice, estamos en el apogeo del desarrollo evolutivo, tengamos un solo estómago, mientras que la vaca, falta de inteligencia, tiene uno complicado que consta de cuatro cámaras. ¿Cómo es eso?”
“Querida mía, el estómago humano realiza solo parte de nuestro proceso digestivo. De hecho, podemos vivir sin estómago... algunas personas viven sin uno. El intestino delgado que tenemos es mucho más importante para nosotros. Puede encargarse de una extensa variedad de alimentos. Piensa en la enorme variedad de alimentos gratos a nuestro paladar que podemos comer. Esto es prueba del amor que el Creador tiene a la humanidad, y él nos ha dotado de un proceso digestivo adecuado. No sé en lo que piensa una vaca cuando se deja caer pesadamente en el suelo para rumiar, pero sí sé que tu mamá nos prepara unas comidas deliciosas, que esperamos con anhelo y nos comemos con gran placer. Además: ¿Quisieras que tu figura se pareciera a la de una vaca? ¡Qué pregunta absurda!, ¿no es cierto? No, eres una hermosa muchacha, tienes una figura encantadora y estás dotada de la capacidad de disfrutar de muchos alimentos sabrosos. Dios nos hizo así. Pero la vaca está diseñada para producir leche deliciosa de la hierba y el heno comunes. Nuestro Creador ciertamente es un Diseñador Maestro. [...] ¿Por qué te sonríes?”
“Estoy pensando en la ocasión en que el rey malo Nabucodonosor estuvo comiendo hierba por siete años.” ¿Cree usted que él también estuvo rumiando? (Daniel 4:23-33.)
[Diagrama en la página 25]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Etapas de la digestión en el estómago de cuatro partes de un rumiante respresentativo
1 alimento entra en la panza y la redecilla
duodeno
panza herbario
ranura esofágica
esófago
redecilla
libro
cuajar
2 después de fermentarse, el alimento es regurgitado y masticado
3 alimento tragado de nuevo, y digerido completamente en el libro y el cuajar