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  • g83 8/9 págs. 11-12
  • ¿Qué esperanza hay de una solución completa?

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  • ¿Qué esperanza hay de una solución completa?
  • ¡Despertad! 1983
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¡Despertad! 1983
g83 8/9 págs. 11-12

¿Qué esperanza hay de una solución completa?

JOYCE y su esposo criaron a tres hijos a seis kilómetros de una planta de fundición de metales. Uno de los hijos sufre de cierta incapacidad para aprender. Otro ha padecido de fiebre reumática. Joyce sufre de asma, y muchos días no puede salir debido al humo de la planta.

“¿Cometimos un error al quedarnos aquí?”, pregunta ella. Su esposo, Lou, agrega: “Tenemos una granja al norte de la parte central de Idaho [...] Aviones que fumigan [sustancias químicas que sirven de pesticidas] pasan por allí constantemente. Así, ¿a qué otro lugar nos podemos ir? ¿A Los Ángeles? ¿A ‘Love Canal’? ¿A ‘Three Mile Island’? Uno se pregunta: ¿adónde puede irse uno?”.

Sí, ¿adónde puede irse uno para escapar de los efectos de la contaminación ambiental? Para hacerlo, en las palabras del apóstol Pablo con relación a la contaminación moral, ‘realmente tendría que salirse del mundo’ (1 Corintios 5:10). Por eso, aunque hay ciertas medidas que se pueden tomar para aliviar el problema, puede ser que tengamos que tolerar la contaminación como toleramos otras presiones de la vida.

Se necesita fuerza interior

“El hombre exterior ciertamente se gasta, pero el hombre interior recibe nuevas fuerzas cada día”, escribió el apóstol Pablo (2 Corintios 4:16, Phillips, en inglés). No podemos impedir que nuestros cuerpos se vayan “gastando”... aun si no hubiese contaminación todos seguiríamos envejeciendo y muriendo. Pero por medio de cultivar diariamente una amistad íntima con Dios, Pablo renovaba con “nuevas fuerzas” la fuerza impulsora interior que influía en la mente y el corazón. Pudo enfrentarse a los problemas por medio de fijar su atención en las promesas de Dios.

Aunque las presiones que experimentó Millie eran diferentes a las que experimentó el apóstol Pablo, no eran menos intensas que éstas. (Vea la página 3.) Ella dijo: “A veces me sentía tan adolorida y confusa que tenía que luchar cada minuto para aguantar”. ¿Qué le ayudó a enfrentarse a la situación?

“Nunca dejé de leer la Biblia y las ayudas bíblicas”, explicó Millie. “Tenía que colocarlas en la caja protectora de vidrio que tenía para la lectura a fin de no oler la tinta, y a veces a penas podía concentrarme. Pero rogaba: ‘Por favor, Jehová, simplemente muéstrame algo en tu Palabra que me ayude a pasar este día para que no me dé por vencida’. Él siempre contestaba mis oraciones y me ayudó a pasar por todo aquello.” Usted también puede cultivar dicha fuerza interior por medio de estudiar y aplicar la Biblia con la ayuda amorosa de los testigos de Jehová.

Otra fuente de fuerzas fue el apoyo animador de su familia y de otras personas de la congregación local de los testigos de Jehová. Grababan los discursos bíblicos para ella cuando no podía asistir a las reuniones, y algunas personas le hicieron ropa de materiales a los cuales ella no era sensible. Cuando su “casa de metal” libre de contaminación tuvo que transportarse a otra zona, muchas personas de varias congregaciones ayudaron.

‘¡Pero el vivir conforme a la Biblia no cambiará este mundo! No hará que otras personas dejen de contaminarlo’, piensan muchas personas. El completamente poner fin ahora a la contaminación causada por el hombre es un asunto increíblemente complejo. Por ejemplo, se ha dicho que el gobierno permitió que la fábrica “más llena de humo y más sucia de Gran Bretaña” continuara contaminando el ambiente debido a que, según se informa, ésta proporciona trabajo a casi 4.000 personas, de modo que el cerrarla ocasionaría problemas relacionados con el empleo en esa localidad.

El sistema económico actual, caracterizado por la codicia y la necesidad de obtener ganancias, además de que los consumidores en muchos casos compran el producto más barato y solo quieren frutas o verduras que parezcan perfectas, hace que sea difícil poner en práctica otros métodos que no causen contaminación. Después de hacer un resumen de cómo el gobierno permite que insecticidas peligrosos empapen el ambiente, Lewis Regenstein, en su libro America the Poisoned (La América envenenada), echa la culpa a “una combinación de presión industrial y falta de acción de parte del gobierno”. Hizo hincapié en ‘la desesperante ineficacia del presente sistema’. En realidad, se necesita reemplazar el sistema entero.

El Reino de Dios... un gobierno justo

Dios promete eliminar completamente el actual sistema de cosas codicioso y reemplazarlo con un gobierno justo bajo el Rey, Jesucristo, quien mostrará interés genuino en todos sus súbditos. “La sangre de ellos será preciosa a sus ojos [de Jesús]. Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia” (Salmo 72:14, 16). ¡Sí, puesto que el gobierno de Dios por Cristo conocerá por completo todo lo que está envuelto en la ecología, podrá proporcionar una abundancia de cosas para todos sin envenenar a los habitantes de la Tierra!

‘Pero ¿qué hay de los lugares que ya están impregnados de sustancias químicas tóxicas?’, tal vez se pregunte usted. En el pasado Dios mostró que podía purificar el agua y eliminar los venenos del alimento contaminado. (Vea 2 Reyes 2:19-22; 4:38-41.) En el futuro él volverá a usar dicho poder, junto con los procesos recuperativos de la misma Tierra, para crear un hermoso Paraíso libre de contaminación. (Lucas 23:43.)

Puesto que hay prueba abundante de que el hombre actualmente está “arruinando” nuestra Tierra de una manera que jamás se ha visto antes en la historia, ¡está cerca el tiempo en que el Reino de Dios ‘causará la ruina de los que están arruinando la tierra’! (Revelación 11:18.)

[Ilustración en la página 12]

Dentro de poco Dios hará desaparecer a los que están arruinando la Tierra y hará de ésta un Paraíso

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