Ingenieros del mundo animal
“Hay criaturas en la Tierra que han curado nuestras enfermedades, han construido nuestros rascacielos, han ganado nuestras guerras. Hicieron esto antes de que cualesquiera de nosotros existiera.” Esto fue lo que se dijo en un informe que se publicó en un número reciente de la revista Science Digest. ¿Quiénes son estos ingenieros/científicos que trabajan con tanta maestría? “Son los árboles, los insectos, los peces y la humilde maleza, los cuales componen la vida de este planeta”, dijo la revista.
He aquí algunos logros de los “ingenieros” del mundo animal, que los humanos inventaron posteriormente.
Los artefactos modernos para explorar el espacio, y ciertas armas, usan sistemas químicos de retropropulsión. Pero desde mucho antes el escarabajo escopetero o artillero estaba usando un principio parecido para protegerse. Las glándulas del escarabajo producen peróxido de hidrógeno y una mezcla de dos compuestos de hidroquinona. Éstos están almacenados en cámaras diferentes, separados mediante válvulas musculares. Cuando el escarabajo es perturbado, las válvulas se abren y el contenido de las cámaras fluye a otra cámara de reacción de paredes gruesas. Al mismo tiempo se añade una enzima que causa una reacción explosiva que libera oxígeno. El aumento en la presión del gas hace que la solución cáustica salga con fuerza del reactor y el escarabajo la dispara al agresor. ¡Ay!
Antes que los marinos humanos aprendieran a hacer nudos, o los sastres aprendieran a tejer fibras, el pájaro tejedor ya sacaba fibras de las hojas y las tejía —anudándolas y enrollándolas— para construir un nido colgante. Los planificadores municipales opinan que un centro residencial tiene ventajas económicas y comunales sobre los lugares de habitación individuales y aislados. Algunas especies de tejedores previeron esto. Trabajan juntos para construir un techo de paja en las ramas fuertes del árbol y entonces cuelgan su morada debajo de este techo. Éste puede sostener el peso de hasta cien nidos.
Antes que los ingenieros humanos lo hicieran, el castor represaba vías fluviales y alteraba el ambiente para acomodarlo a sus propias necesidades. Y antes que los humanos siquiera construyeran canales, el castor ya estaba haciendo algo similar. ¿Cómo? Pues, para transportar árboles grandes desde el lugar donde los derriba hasta donde construirá la represa, puede que excave por tierra un canal —tal vez de hasta unos 305 metros (1000 pies) de largo— hacia el cual desvíe parte del agua del río. Así puede transportar los árboles por el canal hasta el lugar donde los necesite.
En Chile hay un caracol marino que parece haber “inventado” la palanca. Éste tiene dos fuertes dientes protuberantes en el borde inferior de su sólida concha. A la hora de la comida, el caracol usa estos dientes para despegar lo que ha de servirle de alimento: un pequeño molusco que está pegado de una roca. ¿Cómo lo despega? El caracol encaja los dientes, como si fueran cuñas, debajo de la concha de su presa. Entonces, por medio de meter el pie, usa el principio de la palanca para despegar la presa.
Finalmente, ¿ha pensado usted alguna vez en lo útil que puede ser la lengua? La lengua de muchos moluscos se parece a la escofina que usamos para limar madera. Ellos la usan para cortar en pedacitos los trozos de alimento. La lengua del pájaro carpintero es como un arpón o anzuelo. Es espinosa y tiene ganchos afilados que sacan los insectos que están escondidos en las grietas de la madera. ¿Cuán duras son las herramientas de los ingenieros de la naturaleza? Considere el caso de algunos caracoles de mar que se alimentan de las algas que están pegadas a las rocas. Tienen en la lengua capas de magnetita, que es un óxido de hierro casi tan duro como el cuarzo. Por eso, la revista Science Digest dice: “La naturaleza trabaja con materiales que son casi tan duros como nuestro acero más fuerte”.