Los jóvenes preguntan...

Las bebidas alcohólicas... ¿por qué no?

Para tomar una decisión responsable con relación a la bebida, realmente debes enterarte de algunos datos sobre las bebidas alcohólicas y cómo pueden afectarte éstas. Pero en lo que toca a las bebidas alcohólicas, mucha gente se deja llevar por las sensaciones que ellas producen, más bien que por los hechos. ¿Qué hay de ti? ¿Qué hay si tomas una prueba corta? Marca cierto o falso las siguientes declaraciones. Las respuestas aparecen en la página 14.

Cierto, o falso

1. Las bebidas alcohólicas son principalmente estimulantes ___

2. Cualquier cantidad de alcohol que se ingiera es perjudicial para el cuerpo humano ___

3. La sangre absorbe con la misma rapidez todo tipo de bebidas alcohólicas... licor, vino, cerveza ___

4. Una persona puede desembriagarse con mayor rapidez si bebe café negro o se da una ducha fría ___

5. La misma cantidad de alcohol tiene el mismo efecto en toda persona que bebe ___

6. La borrachera es lo mismo que el alcoholismo ․ _

7. Cuando se toman junto con otras drogas sedantes (como los barbitúricos), las bebidas alcohólicas multiplican los efectos de la droga, y viceversa ___

8. El cambiar de bebida evitará que la persona se emborrache ___

9. El cuerpo digiere el alcohol tal como digiere la comida ___

10. Es arriesgado conducir un automóvil inmediatamente después que uno se ha tomado uno o dos tragos ___

BUENO, ¿cómo te fue? ¿Aprendiste algo? Sin embargo, esto es en realidad mucho más que solo una prueba académica. El conocer los hechos sobre las bebidas alcohólicas es asunto serio. Si conoces los escollos, puedes evitarlos. La Biblia advierte: “A su fin [el vino u otra bebida alcohólica, cuando se toma en exceso] muerde justamente como una serpiente, y segrega veneno justamente como una víbora”. (Proverbios 23:32.)

El caso de un joven llamado Juan, del nordeste de los Estados Unidos, ilustra bien la manera como las bebidas alcohólicas, cuando se abusa de ellas, pueden ‘morder justamente como una serpiente’. Juan se había casado durante la adolescencia. Cierta noche tuvo una pelea con su joven esposa y salió enfurecido de la casa. Se dispuso a emborracharse. Después de beberse de golpe toda una pinta (casi medio litro) de vodka, cayó en estado comatoso. De no haber sido por los esfuerzos que hicieron los médicos y las enfermeras, Juan hubiera muerto. Evidentemente Juan no sabía que el beberse rápidamente una gran cantidad de licor puede ser mortal. El que desconociera los efectos que producen las bebidas alcohólicas casi le costó la vida.

Pero eso no es todo. Aparentemente Juan pensó que podía ahogar en la bebida sus problemas, que de alguna manera éstos desaparecerían. Y él no es el único que piensa así. Cuando un corresponsal de ¡Despertad! preguntó a cierta cantidad de jóvenes por qué se habían envuelto en la bebida, varios respondieron: ‘Como escape’. ¿Escape de qué? De las presiones que hay en casa. Otros dijeron que bebían porque no podían con el trabajo escolar ni tenían la capacidad para ocuparse de algunos otros problemas. Así que el estar achispado es un escape.

Pero ¿lo es? De nuevo, es útil saber un poco acerca de cómo pueden afectarte las bebidas alcohólicas.

Efecto de rebote

Cuando bebes, el alcohol que contienen las bebidas espiritosas te deprime el cerebro al disminuir tu nivel de ansiedad. Eso significa que te sientes tranquilo, menos ansioso, menos preocupado que antes de beber. De repente tus problemas no parecen ser tan graves. Por eso, la Biblia dice: “Den ustedes licor embriagante al que está a punto de perecer”. ¿Por qué? Como dice el proverbio, para que se ‘olvide de su penoso afán’a. (Proverbios 31:6, 7.)

Pablo experimentó eso. Este adulto joven bebía, cuando era adolescente, para escapar de los problemas de familia. “Aprendí a temprana edad que el beber era un modo de aliviar la presión a la que me hallaba sometido —recuerda Pablo—. Me tranquilizaba mentalmente.” Si eso fuera todo, pudieras pensar que el beber para buscar alivio no sería una idea tan mala, que no causaría mucho daño. Después de todo, cuando desapareciera el efecto de la bebida, uno volvería a recuperar el nivel normal de ansiedad, ¿no es cierto?

¡Falso! Las bebidas alcohólicas tienen un efecto de rebote. El Dr. Stanley E. Gitlow, sicoterapeuta, explica: “Cuando desaparece el breve efecto sedante, el otro efecto del alcohol, el aumento de la actividad sicomotora, se pone de manifiesto. No hay nadie en el mundo que pueda conseguir un efecto sedante de droga conocida alguna sin que a éste le siga un efecto de agitación que desaparece con mayor lentitud”.

Eso significa lo siguiente: Después de algunas horas, cuando desaparece el efecto sedante del alcohol, tu nivel de ansiedad aumenta, pero a un nivel más alto que el que tenías antes de beber. Así que te sientes más ansioso o más tenso que antes que te pusieras a beber. Experimentas los síntomas que se sufren al desaparecer los efectos que produce el alcohol, y ésos pudieran durar hasta 12 horas después de que hayas estado bebiendo.

Si en ese momento te tomaras otro trago, sentirías alivio, o sea, tu nivel de ansiedad volvería a disminuir. Pero algunas horas más tarde, éste aumentaría, ¡esta vez a un nivel más alto que antes! Y así continuaría el ciclo. No tienes que ser alcohólico para que experimentes este efecto de rebote. Cualquiera lo puede experimentar, si bebe lo suficiente.

De modo que, en conjunto, las bebidas alcohólicas no reducen en realidad la ansiedad, sino que pudieran aumentarla. Sin embargo, sucede algo más que eso, cuando desaparecen los efectos del alcohol, todavía tienes los mismos problemas, ¡tan grandes o hasta más grandes que antes! De modo que el consumo de bebidas alcohólicas como escape realmente no es buena idea.

Por supuesto, eso no quiere decir que sea incorrecto que personas adultas beban moderadamente de vez en cuando. No, la Biblia presenta un punto de vista muy equilibrado sobre la bebida. Por ejemplo, apropiadamente reconoce que el vino pone de “humor alegre” el corazón (Ester 1:10). Al mismo tiempo, aconseja con franqueza: “El beber demasiado te hace alborotador y tonto. Es estúpido emborracharse”. (Proverbios 20:1, Today’s English Version.)

[Nota a pie de página]

[Recuadro en la página 14]

Respuestas a la prueba de cierto o falso

1. FALSO. Las bebidas alcohólicas son principalmente calmantes. Te pueden achispar por el hecho de que reducen tu nivel de ansiedad, lo cual te hace sentir tranquilo, menos ansioso que antes de beber.

2. FALSO. El beber moderadamente o el ingerir pequeñas cantidades de alcohol no parece hacer ningún daño serio al cuerpo. No obstante, el beber en demasía y por tiempo prolongado puede causar daño al corazón, el cerebro, el hígado y otros órganos.

3. FALSO. El licor o las bebidas espiritosas generalmente se absorben con mayor rapidez que el vino o la cerveza.

4. FALSO. El café puede despertarte, y una ducha fría te mojaría, pero el alcohol continúa en la sangre hasta que el metabolismo del hígado lo transforma a una proporción de más o menos 14 gramos (media onza) de alcohol por hora.

5. FALSO. Una serie de factores, tales como tu peso y si has comido o no, pueden influir en la manera como ha de afectarte el alcohol.

6. FALSO. La “borrachera” describe el resultado del consumo en exceso. El “alcoholismo” es un trastorno que está caracterizado por falta de dominio con relación a la bebida. Sin embargo, no todo el que se emborracha es alcohólico, y no todos los alcohólicos se emborrachan.

7. CIERTO. Cuando se mezclan con bebidas alcohólicas, algunas drogas exageran mucho las reacciones usuales que se esperan de cierta bebida alcohólica o de la droga por sí sola. Por ejemplo, el mezclar bebidas alcohólicas y tranquilizantes o sedantes pudiera resultar en síntomas graves de desintoxicación, estado comatoso y hasta la muerte. Por lo tanto, un trago más una píldora no equivale al efecto de dos tragos o dos píldoras. Más bien, el efecto de la droga se multiplica tres veces, cuatro veces, diez veces o hasta más.

8. FALSO. Lo que causa la borrachera es la cantidad total de bebidas alcohólicas que se consume, sea ginebra, “whisky”, vodka o cualquier otra bebida espiritosa.

9. FALSO. El alcohol no tiene que ser digerido lentamente, como se tienen que digerir la mayoría de otros alimentos. Más bien, alrededor de 20 por 100 pasa inmediatamente a la sangre, a través de las paredes del estómago. El resto pasa del estómago al intestino delgado, donde entonces lo absorbe la sangre.

10. CIERTO. En ciertas circunstancias, hasta un solo trago puede afectar tu juicio, dificultar que reacciones normalmente y hacer que te tomes riesgos innecesarios. No obstante, generalmente solo se requieren dos tragos de tamaño ordinario en un intervalo de unos cuantos minutos para que, en el caso de la mayoría de las personas, la capacidad de conducir un auto sufra menoscabo.

[Ilustración en la página 13]

Cuando se abusa de ellas, las bebidas alcohólicas pueden ‘morder como una serpiente’