De nuestros lectores
Prevención de accidentes
Les escribo respecto a su número intitulado “Los accidentes... ¿se pueden prevenir?” (8 de julio de 1985). En nuestra compañía de gas y electricidad tomamos muy en serio la seguridad. Procuramos recalcar la importancia de la seguridad tanto en el lugar de empleo como en otros lugares. Deseo que nos permitan reimprimir los artículos, en su totalidad o porciones de ellos, “Los accidentes... ‘¿por qué a mí?’” y “Los accidentes... su causa, y cómo prevenirlos” en nuestra publicación mensual “Safety Bulletin”.
E. A., supervisor de la compañía Shift, Iowa, E.U.A.
Ser solo amigos
Quiero expresar mi sincero agradecimiento por sus oportunos esfuerzos por amoldar la mente de los jóvenes. Me llamó la atención su artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Pueden ser ‘solo amigos’ un muchacho y una muchacha?” (8 de junio de 1985). Hace ya bastante tiempo que he estado reflexionando sobre este tema. Con la ayuda del consejo oportuno de ustedes he desistido de este proceder y he ayudado a la mayoría de mis amigos a tener un punto de vista equilibrado al respecto. Seguiré obteniendo su revista y la usaré para ayudar a todos mis amigos y a otras personas.
J. C. O., Nigeria
Acabo de leer el artículo intitulado “Los jóvenes preguntan... ¿Pueden ser ‘solo amigos’ un muchacho y una muchacha?”. La información es excepcionalmente buena, especialmente para los jóvenes solteros. Este artículo me recordó algo que he visto en varias ocasiones. La situación se asemeja a un triángulo que consiste en una relación o amistad muy estrecha entre un esposo, su esposa y la amiga íntima de la esposa. ¿No es cierto que es tan potencialmente peligroso el que el esposo y la amiga íntima de la esposa pasen mucho tiempo juntos, aunque la esposa también esté presente, como lo es el que jóvenes solteros procuren relaciones platónicas?
K. B., Nueva York, E.U.A.
Es cierto que puede existir el peligro de que surjan complicaciones emocionales en los casos en que haya una relación muy estrecha entre tres personas, sea que una de estas sea la amiga íntima de la esposa o el mejor amigo del esposo. Además, hay el mismo peligro cuando dos parejas siempre están juntas en estrecha compañía, sea en el empleo, en ocasiones sociales o en las vacaciones. El que una persona casada cultive una amistad estrecha, confidencial y afectuosa con alguien que no sea su cónyuge podría acarrear desastre y mucho dolor.—La dirección.
Madre y soltera
Respecto a su artículo “Los jóvenes preguntan... Madre y soltera... ¿podría ocurrirme a mí?” (22 de julio de 1985), quisiera sugerir que podrían haberlo titulado “Padres solteros”. Debieron haber dado más énfasis en el artículo a los errores que cometen tanto el muchacho como la muchacha. Opino que pudieron haber dado más énfasis a la responsabilidad moral que ambos tienen y haber dicho más sobre el problema de actitud que los varones tienen respecto a las relaciones sexuales premaritales, que también resulta en que jóvenes adolescentes queden embarazadas.
L. K. N., Inglaterra
Concordamos en que también es necesario dar énfasis a la responsabilidad que tienen los jóvenes varones y a las consecuencias morales a que podrían encararse. El artículo mencionado se dirigió especialmente a las jóvenes no casadas, aunque los últimos tres párrafos sí se dirigieron a los adolescentes en general, tanto a muchachos como a muchachas. Se publicarán otros artículos en la sección “Los jóvenes preguntan...” que tratarán diversos aspectos sobre este problema e incluirán consejo específico para los varones también.—La dirección.