Adolescentes... ¿cómo pueden promover la paz en la familia?
“ESCRIBO para pedirles ayuda —decía la carta de una joven adolescente—. Parece que siempre estoy discutiendo con mis padres. Me siento completamente sola y, a menudo, deprimida. Si no hallo una solución pronto, me quitaré la vida. [...] P.D.: No me recomienden que hable con mis padres. Nadie me hace caso.”
Aunque tal vez no te sientas tan desesperado como esta joven, en muchos hogares donde hay adolescentes se producen conflictos similares. Las causas comunes de discusión en el hogar suelen ser: las tareas domésticas, las restricciones de horario, los estilos de vestir y de arreglo personal, el rendimiento escolar, el concertar citas, y la actitud personal del joven hacia otros miembros de la familia.
Sin embargo, muchos jóvenes han descubierto que la aplicación del consejo bíblico verdaderamente promueve la paz. Y, naturalmente, hay verdaderas ventajas de estar en paz con tus padres. (Véase el recuadro de la siguiente página.) Entonces, ¿qué consejo bíblico te ayudará a conseguirla?
‘Hónralos y obedécelos’
La Biblia da este mandato en Efesios 6:1-3: “Obedezcan a sus padres. [...] ‘Honra (enaltece y considera dignos de estimación) a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra’”. (Versión Popular.) Y, ¿no deberías tú honrar a tus padres, que te han dado la vida, te han alimentado desde tu tierna infancia, se han sacrificado para darte albergue, ropa, comida y han cuidado de tu salud? La obediencia significa estar dispuesto a hacer lo que padres temerosos de Dios piden de ti... aun si te fuera difícil hacerlo. ¡Claro, esto es más fácil decirlo que hacerlo! Sin embargo, el prestar atención al consejo de tus padres, que tienen mucha más experiencia en la vida que tú, puede hacerte más sabio y protegerte de dolorosos pesares.
Es cierto que esto pudiera requerir el tener que aprender a hacer cosas que no te parezcan agradables, o hasta tener que aceptarlas. Pero este aprendizaje es esencial para que puedas hacer frente a las presiones de la vida adulta. El Dr. Paul Gabriel, siquiatra infantil, halló que los “niños que saben enfrentarse a una situación”, también “pueden soportar frustraciones”. Aprenden a encararse a la desilusión sin derrumbarse y a aceptar situaciones inevitables. La Biblia también muestra que el hacer frente a la adversidad desarrolla la personalidad. En Lamentaciones 3:27 se dice: “Bueno le es al hombre físicamente capacitado llevar el yugo durante su juventud”.
Pero, ¿y si pensaras que tus padres no toman en cuenta tu punto de vista? La Biblia recomienda: 1) Háblales calmadamente, en lugar de acalorarte. (Proverbios 29:11.) 2) Exprésate en términos “dulces”. Pide consideración y ayuda, en lugar de exigirlas. (Proverbios 16:21.) 3) Sé razonable. Respalda tu punto de vista con razones sólidas, en lugar de apoyarte en meras justificaciones, tales como: “Si es lo que todo el mundo hace”. (Véase Filipenses 4:5.)
Háblales ‘franca y sinceramente’
En su adolescencia, a Gregory le parecía que había recibido muy poco apoyo emocional de su madre. Las restricciones que ella le imponía le parecían irrazonables. Sin causas justificadas, su madre solía imputarle malos hechos. La angustia interior de Gregory le conducía a provocar choques diarios. Un ministro, a quien Gregory se dirigió por ayuda en el Salón del Reino de los testigos de Jehová, lo instó a hablar ‘franca y sinceramente’ con su madre. (Job 33:3, VP.)
“Me costó mucho llegar a explicarle lo que yo realmente sentía. Necesitaba su comprensión y apoyo emocional —dijo Gregory—. La ayudé a que entendiera que yo no estaba haciendo nada malo y que estaba muy dolido por su falta de confianza en mí. Pues bien, a partir de entonces ella comenzó a entender mis sentimientos y nuestra relación mejoró. Además, procuré obedecerle y evité darle motivos para que desconfiara de mí.” Cuando no se satisfacen las necesidades emocionales de los jóvenes, por lo general, se desarrolla en ellos resentimiento. Pero el hablar franca y sinceramente con los padres puede mejorar el ambiente en el hogar.
Puedes evaluar mejor lo que significó para Gregory el que la situación en su hogar mejorara, si tomas en cuenta que él era parte de un tipo de familia con problemas peculiares que está aumentando rápidamente hoy, a saber, las familias de un solo padre o madre.
Familias de un solo padre o madre
Actualmente, uno de cada cinco niños en los Estados Unidos vive con solo uno de sus dos padres, una situación que existe también en otros países. Una madre soltera del Perú comentó acerca de la gran carga que representa para ella el tener que trabajar una jornada laboral y luego hacerse cargo de las tareas domésticas. No obstante, ella dijo: “Lo que hace más dura la vida es que los niños no respeten mis órdenes”.
Si eres parte de una de estas familias, muéstrate compasivo por medio de cultivar lo que la Biblia llama ‘sentimientos de compañero’. (1 Pedro 3:8.) Sé obediente. Demuestra que eres un verdadero hijo o hija por medio de ayudar, no solo en las tareas domésticas, sino también dándole apoyo emocional a tu padre o madre. Debes estar agradecido de tener a alguien que se preocupa por ti y está dispuesto a criarte apropiadamente. El poder hacer frente con éxito a los desafíos adicionales que originan del hecho de pertenecer a familias con solo uno de los padres hará de ti una mejor personaa.
Es cierto que no hay hogares perfectos. Sin embargo, concéntrate con espíritu apreciativo en los aspectos positivos de tu hogar y, entonces, promueve la paz.
[Nota a pie de página]
a Véase el artículo “Tú y yo y nadie más, mamá”, en el número del 8 de julio de 1981 de ¡Despertad!
[Recuadro en la página 7]
La importancia de una buena relación entre padre e hijo
“Ha habido consenso entre los estudios [aproximadamente 200] que se han analizado respecto a que el logro académico, el sentido de liderazgo y la creatividad de los niños, están directamente relacionados con el afecto, la aprobación, [y] la comprensión [...] en la relación de padres e hijos.” (Journal of Marriage and the Family [Revista del matrimonio y la familia], por James Walters y Nick Stinnett.)
“Cuando un adolescente llega a ser adicto a las drogas o al alcohol, su papel en la familia puede tener un efecto decisivo en lo que respecta a la adicción y su tratamiento.” (The Journal, “Drug Abuse: A Family Affair” [“Drogadicción: una cuestión familiar”], por M. Hager.)
“De acuerdo a un estudio realizado, mientras más satisfechos estén los adolescentes con la comunicación y ayuda que reciben de sus padres, mayor será su sentido de amor propio.” (Adolescence, por E. Atwater.)