¿Cómo traerá Dios la paz? ¿y cuándo?
“Desde los albores de la civilización, la institución maestra del hombre ha sido el estado [...] Nunca ha habido, sin embargo, un único estado de carácter global que rigiera sobre toda la humanidad.”
“Siempre ha habido una multitud de estados [...] y sus enfrentamientos han precipitado las guerras, que han sido una de las enfermedades de la civilización.”
“El orden global actual, compuesto de estados soberanos independientes, no es capaz de mantener la paz.” (Mankind and Mother Earth [La humanidad y la madre Tierra], por Arnold Toynbee.)
A LA luz de las declaraciones supracitadas, ¿cuál es uno de los principales obstáculos para establecer la paz? El que la humanidad se halle dividida en estados soberanos. En una palabra, el nacionalismo.
El historiador Arnold Toynbee describió el nacionalismo como “la más poderosa y viciosa de las tres ideologías poscristianas del mundo occidental. [Según Toynbee, las otras dos son el ‘comunismo mundial’ y el ‘capitalismo mundial’.] [...] El nacionalismo representa un noventa por ciento de la clase de religión que practica un noventa por ciento de la raza humana”. No obstante, por miles de años el nacionalismo ha dividido a la humanidad. Entonces, ¿cómo puede el Dios de paz librar a la Tierra de este azote?
La base para el cambio
El cambio ya está teniendo lugar de una manera sutil. La semilla de la paz y del pensamiento supranacional está siendo sembrada en la mente de millones de personas alrededor del mundo. ¿Cómo puede llevarse a cabo tal labor? Por medio de la obra docente de alcance mundial que los testigos de Jehová están realizando. El registro de este grupo religioso prueba que son apolíticos... completamente neutrales respecto a cuestiones políticas y nacionalistas. Esta postura se basa en la aplicación de las enseñanzas de Cristo que, a su vez, están basadas en la verdad fundamental que declara: “Dios es amor”. (1 Juan 4:8.)
Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”. También dijo: “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen”. (Juan 13:35; Mateo 5:44.) En vista de estas palabras de Jesús, ¿cómo podrían sus seguidores verdaderos entrenarse para la guerra? ¿Cómo podrían odiar y matar amparándose en el concepto arbitrario del nacionalismo? Sencillamente, ¡no podrían!
Por esa razón, los testigos de Jehová ya integran entre sí una hermandad mundial que se prepara para vivir en un nuevo orden aquí sobre la Tierra bajo el gobierno del Reino celestial de Dios. Ellos son una prueba viviente de que es posible reeducar a la gente de tal modo que puedan vivir en paz con sus semejantes de todas las razas, tribus y lenguas. En cierto sentido, ellos ya constituyen un cuerpo organizado que engloba a representantes de toda la humanidad. Actualmente, millones de Testigos y personas que se asocian con ellos han ‘batido sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas’. No están interesados en empuñar las armas en contra de su semejante ni en aprender más la guerra. (Isaías 2:4.)
Se acercan grandes cambios
Hace más de 2.500 años la Biblia dijo, respecto a los acontecimientos en el tiempo del fin, lo siguiente: “El Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. [...] Triturará y pondrá fin a todos estos reinos [sus competidores políticos], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. (Daniel 2:44.) Este es el mismo Reino que se enseña a los cristianos a pedir en la oración del Padrenuestro. Los testigos de Jehová anuncian el gobierno de ese Reino y saben que Dios no dejará de cumplir su promesa porque “es imposible que Dios mienta”. (Hebreos 6:18; Tito 1:2.)
Para que Dios traiga paz a la Tierra, se requiere otro gran cambio: un cambio en la gobernación espiritual. Satanás debe ser quitado. Esa es una de las razones por las que Cristo Jesús tuvo que morir como mártir, “para que por su muerte redujera a nada al que tiene el medio para causar la muerte, es decir, al Diablo”. (Hebreos 2:14.) En armonía con la profecía de Revelación, Satanás pronto quedará reducido a inactividad. Entonces, no habrá más gobernantes políticos sobre quienes él pueda influir a fin de promover propaganda belicista. Las personas amantes de la paz podrán volverse al Dios de paz para ser gobernadas por él y disfrutar de tranquilidad. (Revelación 20:1-3.)
En una hermosa visión, Juan vio este nuevo gobierno celestial rigiendo la Tierra y escuchó una voz desde el cielo decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. [...] Y él limpiará toda lágrima de los ojos de ellos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. (Revelación 21:1-4.)
Usted también puede hallar paz ahora y paz perfecta en el futuro por medio de conocer los propósitos de Dios para la humanidad y para esta Tierra que sigue siendo hermosa a pesar del maltrato.
[Comentario en la página 12]
La semilla de la paz y del pensamiento supranacional está siendo sembrada en la mente de millones de personas alrededor del mundo