Crisis en África del Sur
En los siguientes tres artículos el corresponsal de “¡Despertad!” en África del Sur considera la crisis y la solución
“LOS disturbios municipales dejan un saldo de 26 muertos.” “Emociones divididas en el entierro de 15 víctimas de los disturbios.” “Continúa la violencia general.” “Asciende a 13 el total de víctimas en África del Sur por los sabotajes perpetrados con bombas en los pasados 10 días.” A diario los titulares y la prensa relatan los horribles y tristes sucesos. Un comentarista se expresó de la siguiente manera: “África del Sur se enfrenta a la peor crisis de su historia, tanto interior como exteriormente”.
Los informes noticieros y las vívidas escenas de la situación llegan a los hogares de millones de personas por todo el mundo. Como resultado de esto, muchos creen que la entera África del Sur se halla en una situación caótica. Pero esto no es cierto. En la mayoría de las zonas donde habitan los blancos y en las zonas rurales de la población negra, la vida continúa siendo normal.
No obstante, en algunos barrios de la población negra están ocurriendo cosas terribles. Muchos televidentes se horrorizaron al ver cómo a una joven negra, acusada de ser confidente de la policía, se le pateó, pisoteó y quemó viva. Con frecuencia, el rencor de la muchedumbre se dirige en contra de los empleados del gobierno o de sus colaboradores. Algunos policías negros han sido asesinados y a centenares de personas les han quemado o dañado su casa.
La mayoría de los manifestantes son adolescentes o de menos edad. Para ellos la violencia está convirtiéndose en un modo de vida. Peor aún, los maleantes se han aprovechado de los disturbios para atacar y robar a gente inocente.
Los disturbios han perjudicado la economía sudafricana. La moneda nacional ha sufrido una grave devaluación. Muchas empresas comerciales han tenido que cerrar, ocasionando así desempleo. La reputación de África del Sur a nivel internacional ha menguado. El número de las sanciones y de las amenazas del retiro de inversiones es mayor que nunca antes.
Esto también está afectando a los países vecinos de Suazilandia, Botswana, Lesotho y África del Sudoeste o Namibia, países cuya economía depende grandemente de África del Sur. Ya por muchos años los dos principales países vecinos, Mozambique y Angola, han sufrido una crisis de mayor gravedad que la de África del Sur, con intensas luchas civiles y una economía severamente dañada.
África del Sur es un país hermoso, dotado de muchos recursos naturales: buenas tierras de labranza, oro, diamantes, carbón, cobre y muchos otros minerales valiosos. Entre sus variados grupos étnicos de negros, blancos, mestizos e indios, hay muchas personas buenas y bondadosas.
África del Sur es también un país muy religioso. La mayor parte de la población, tanto blanca como negra, cree en Dios. Sin embargo, el país está terriblemente dividido. ¿Se ha de culpar en parte a la religión por esto? ¿Qué ha ocasionado esta situación angustiosa? Y, aun de mayor importancia, ¿existe alguna solución?