Los jóvenes preguntan...
¿Cómo puedo sobreponerme a un enamoramiento caprichoso?
“LE HE escrito cartas expresándole mis sentimientos —dice la joven—. Cada vez que le pregunto qué siente por mí, siempre me responde que no siente nada. Pero yo sé, por la manera como me mira y como actúa, que lo que me dice no es verdad.”
La realidad carece de significado para quien está cegado por un enamoramiento caprichoso. El joven implicado en este caso ha tratado de expresarle a la joven, de una manera bondadosa, que no está interesado en ella, y hasta ha recurrido a los ancianos cristianos por ayuda. Pero la joven no quiere aceptar el hecho de que él no le corresponda. Hasta cosas que él dice y hace inocentemente, ella las toma como indicio de su afecto por ella. De modo que la fantasía que ella se crea es un círculo vicioso.
Quizás tú también anhelas establecer una relación con alguien que no siente lo mismo por ti o, peor aún, que ni siquiera sabe que existes. Todos tus esfuerzos por atraer la atención de esa persona han fracasado. Hasta tal vez hayas hecho el ridículo en tus intentos por lograrlo. No obstante, confías locamente en que de algún modo las cosas cambiarán.
Si este es tu caso, entonces con toda probabilidad lo que estás sintiendo es un caprichoso enamoramiento juvenil. Este es un amor falso que se basa, no en llegar a conocer de manera razonable a la persona, sino en pura fantasía. En realidad, entre los jóvenes el objeto de este encaprichamiento es, por lo general, alguien que claramente está más allá del alcance de uno... una estrella de cine, un cantante popular, algún maestro o conocido de mayor edada. Afortunadamente, la mayoría de los jóvenes se sobrepone a estos caprichos. Pero en el caso de algunos, el poner fin a un enamoramiento de esta índole les trae como resultado síntomas dolorosos. ¿Existe alguna forma de aliviar el dolor?
No eres el único
En primer lugar, sírvate de consuelo el hecho de que no eres la primera persona en tener un amor no correspondido. Salomón, uno de los hombres más sabios que jamás ha vivido, se enamoró locamente de una atractiva joven israelita. Le compuso poesía entre la más hermosa jamás escrita. Le dijo que era “hermosa como la luna llena, pura como el sol relumbrante”... ¡y no logró absolutamente nada con ella! (El Cantar de los Cantares 6:10.)
Probablemente, por lo tanto, encontrarás que muchos de tus compañeros —y hasta tus padres— han pasado por la misma experiencia. De modo que no hay necesariamente nada anormal en lo que sientes. Pero aunque los apasionamientos o enamoramientos sin base razonable son comunes, también pueden llegar a estar fuera de control.
La Biblia, por ejemplo, contiene el relato de un joven llamado Amnón que se enamoró de una joven con tanta intensidad que ‘se sintió enfermo’. (2 Samuel 13:1-14.) Una joven que sintió un amor similar admitió: “No puedo comer [...] Ya no puedo estudiar. Despierta, sueño con él [...] Estoy en un estado miserable”. En efecto, tu salud y bienestar emocional pueden ser afectados por tal enamoramiento. ¿Cómo, entonces, puedes recobrar el control de la situación?
Encárate a la realidad
“El que está confiando en su propio corazón es estúpido”, dice la Biblia. (Proverbios 28:26.) Esto es particularmente cierto cuando estás atrapado en una fantasía romántica. Uno tiende a cegarse emocionalmente, y ve sólo lo que quiere ver. Sin embargo, el proverbio continúa diciendo: “Pero el que está andando con sabiduría es el que escapará”. Esto significa ver las cosas tal como son.
“¿Cómo se distingue entre una esperanza legítima y una esperanza sin base? —pregunta el Dr. Howard Halpern—. Mirando los hechos con cuidado y desapasionadamente.” Analiza esto: ¿Qué probabilidad hay de que llegues a desarrollar una verdadera relación amorosa con esa persona? ¿Está ya él o ella casado o casada? Por supuesto, las fantasías románticas con tal persona serían vanas, y sumamente incorrectas. ¿Es la persona alguna celebridad? De serlo, entonces, ¡lo más probable es que nunca la conocerás y mucho menos establecerás una relación amorosa con ella! Las probabilidades también disminuyen si la persona es mayor que tú, tal como un maestro o una maestra.
Si hasta ahora esa persona no ha mostrado interés por ti, ¿existe alguna razón legítima para creer que las cosas cambiarán en el futuro? Recuerda, ‘el corazón es traicionero’. (Jeremías 17:9.) El interpretar que ciertas cosas dichas y hechas inocentemente por otra persona manifiestan que ella está interesada en ti, frecuentemente equivale a cerrar los ojos a la realidad. Es una pérdida de tiempo y de emociones. Dicho sea de paso, en la mayoría de los países la costumbre es que el hombre tome la iniciativa en establecer la relación romántica. Una joven puede desacreditarse si persigue con insistencia a alguien que sencillamente no se interesa por ella.
Por último, haz frente a tus limitaciones, propias de tu juventud. ¿Qué harías si tal persona correspondiera a tus muestras de afecto? ¿Estás listo o lista para asumir las presiones y responsabilidades del matrimonio? Si no lo estás, entonces “quita de tu corazón la irritación” rehusando detenerte a pensar en fantasías. Hay un “tiempo de amar”, y en tu caso eso puede que venga años más tarde cuando seas mayor. (Eclesiastés 11:10; 3:8.)
Analiza tus sentimientos
‘Pero, ¿qué hay de los sentimientos que tengo ahora?’, preguntarás. Examina de cerca lo que sientes y cómo te sientes. Por ejemplo, el Dr. Charles Zastrow observa: “Uno se apasiona por alguien cuando idealiza a la persona de quien se ha enamorado, viéndola como un ‘novio o novia perfecto’; es decir, concluye que la otra persona tiene todas la características que se desean en un cónyuge”. No obstante, tal “novio o novia perfecto” no existe. “Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios”, dice la Biblia. (Romanos 3:23.)
Por eso, pregúntate: ¿Cuánto conozco yo a esa persona de quien me he enamorado? ¿Se basan mis sentimientos en conocimiento, o estoy enamorado de la apariencia? ¿‘Miro las cosas según su valor aparente’? (2 Corintios 10:7.) ¿Veo con claridad las faltas de esa persona, o estoy ciego a ellas? Un buen análisis objetivo del novio o la novia de tus sueños puede que te saque de tu estupor romántico.
Examina también la clase de amor que sientes. La Biblia dice: “El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso [...] no busca sus propios intereses”. (1 Corintios 13:4, 5.) ¿Es esta la clase de amor que sientes? O, ¿es la clase a la que se refiere la escritora Kathy McCoy, y que llama “amor inmaturo”? McCoy dice: “El amor inmaturo puede venir e irse en un momento [...] su punto de enfoque eres tú y sencillamente te enamoras de la idea de que estás enamorado o enamorada [...] El amor inmaturo es obstinado, posesivo y celoso [...] El amor inmaturo exige perfección”.
Puede resultar doloroso el que uno se dé cuenta de que ha desperdiciado emociones en solo un sueño. Sin embargo, el Dr. David Elkind hace esta observación: “Estos golpes de la desilusión pueden ser experiencias útiles que nos enseñen a ayudar a jóvenes a ver la diferencia entre lo que es la atracción física y la compatibilidad de caracteres”.
Cómo sacarte a él o a ella de la mente
Se reconoce que por mucho que se razone contigo, lo que sientes no se borrará completamente. Pero hay algunas cosas que puedes hacer para sacar de la mente tu dolor. Ante todo, ¡evita suministrarle “combustible” al problema! La lectura de novelas de pasión y el ver historias de amor en la televisión —o sencillamente oír cierta clase de música— puede empeorar tus sentimientos de soledad. De modo que rehúsa espaciarte en la situación. “Donde no hay leña, se apaga el fuego.” (Proverbios 26:20.)
Trata de cultivar algunas verdaderas amistades. Una fantasía romántica no sustituye a aquellos que realmente te quieren y se interesan por ti. No te ‘aísles’. (Proverbios 18:1.) Probablemente hallarás que tus padres te pueden ayudar mucho, especialmente si son cristianos. “Ellos serían las últimas personas a quienes les contaría de quién me enamoro”, dijo un joven. Pero por muchos que sean tus intentos por esconder lo que sientes, probablemente ellos ya hayan percibido que algo te está molestando. ¿Por qué no abordarlos y ‘darles tu corazón’? (Proverbios 23:26.) Algún miembro maduro de la congregación cristiana también puede resultar ser un buen oidor.
“Manténganse ocupados”, insta Esther Davidowitz a los adolescentes. Escoge un pasatiempo, haz algún ejercicio, estudia un idioma, inicia algún proyecto de investigación de la Biblia. El mantenerte absorto en actividades útiles puede aliviar bastante los dolores que te cause el alejarte de un enamoramiento imposible.
No es fácil sobreponerse a un apasionamiento juvenil. Pero, con el transcurso del tiempo, el dolor disminuirá. Además habrás aprendido mucho acerca de ti mismo y de tus sentimientos. Quizás estas lecciones hagan que valga la pena experimentar la congoja que causa un enamoramiento de esta índole.
[Nota a pie de página]
a Ve “Los jóvenes preguntan... ¿Tan solo un simple enamoramiento? que aparece en ¡Despertad! del 8 de enero de 1987.
[Ilustración en la página 18]
Para algunos es doloroso poner fin a un apasionamiento