¿Qué significa para usted la ropa?
“PARA mí, la ropa significa abrigo, cobertura y comodidad”, contestó una mujer.
“¡Decoración!”, respondió otra.
“Lo es todo —dijo un señor—. Pues sin ella no podría salir de mi casa ni efectuar mi trabajo.”
Sí, las opiniones respecto a la ropa varían, pues no hay dos personas que sean exactamente iguales. Por eso, ¿qué punto de vista tiene usted sobre la ropa? ¿Piensa usted sobre la ropa que usa y cómo la usa? Y ¿qué dice de usted su ropa?
Más que simple cobertura
Por supuesto, la función básica de la ropa es cubrir el cuerpo. Pero en este marco, la variedad es infinita. Por ejemplo, el sari hindú, el kimono japonés, el mumu hawaiano y el aba del Oriente Medio todos cubren el cuerpo, pero de maneras completamente diferentes. El hamburgo alemán, la boina francesa y el kafiyé árabe todos cubren la cabeza del hombre, pero cada uno es diferente del otro. Los zuecos, las sandalias y las botas todos cubren los pies, pero de diferentes maneras. ¿Y quién puede decir cuál es más cómodo... la falda escocesa, o los pantalones estadounidenses?
Prescindiendo de lo que opinemos sobre la ropa, esta revela mucho sobre nosotros y sobre nuestros sentimientos para con otras personas. Antes que siquiera digamos una palabra, nuestra ropa ha dicho algo sobre nosotros. La gente nos juzga y nos clasifica basándose en lo que nos ponemos y cómo nos lo ponemos. Por ejemplo, tanto un mendigo vestido en andrajos como un hombre en esmoquin llevan ropa, pero hay una enorme diferencia en la impresión que causan y en la manera como se trata a cada uno.
La ropa se está usando cada vez más como medio de expresar el estilo de vida que se ha elegido, las preferencias políticas, la identidad nacional, y así por el estilo. Por ejemplo, en Shanghai, China, muchas mujeres están favoreciendo el usar más maquillaje, los vestidos que dejan al descubierto las piernas y los atuendos nupciales al estilo occidental... un desprendimiento definitivo del pasado. Por otro lado, en algunos países del Oriente Medio y en otros países musulmanes las mujeres están volviendo al tradicional vestido islámico.
Hasta en un nivel más personal, hay que tomar decisiones en cuanto a qué usar y cuándo y dónde usarlo. Los pantalones vaqueros pudieran ser ideales para labrar la tierra, trabajar en la casa u otras ocasiones informales, pero difícilmente serían apropiados para ocasiones formales y de negocio, o para reuniones en las que se rinde adoración. Lo que usualmente nos ponemos cuando vamos a hacer la compra tal vez no sea apropiado para una velada nocturna con algunas amistades. También se debe ejercer cautela al escoger ciertos tipos de ropa, pues la “nueva moralidad” y los estilos de vida que esta refleja ejercen mucha influencia en las tendencias y las modas.
La inmensa gama de posibilidades en el vestir presenta a todos, hombre o mujer, joven o viejo, un desafío interesante que exige que se ejerza discreción y se haga un examen cuidadoso. ¿Piensa usted detenidamente en cuanto a lo que usará y en cómo lo usará? ¿Sobre qué base hace usted su selección? ¿Y qué refleja respecto a usted su ropa?
El desafío de elegir
“Lo que una vez era preocupación por la calidad se ha convertido en obsesión por la etiqueta del diseñador”, dice Barbaralee Diamonstein para la revista Vogue. De hecho, para la mayoría de la gente, el elegir ropa ya no es simplemente cuestión de calidad, función y necesidad. Más bien, somos víctimas de un bombardeo constante de anuncios que prometen belleza, categoría, fama y popularidad si usamos ropa que ostenta la firma o el emblema de un diseñador u otro.
Para resistir esas artimañas publicitarias, o para controlar nuestro propio impulso de comprar, se requiere fuerza de voluntad y disciplina. Pocas son las personas que pueden resistir la sugerencia: “¡Oh! No vacile en comprarlo. ¡Se le ve estupendo!”. Aunque esas palabras suenan como música a nuestros oídos, también pueden resultar desastrosas para nuestro presupuesto. ¿Cede usted fácilmente a las palabras persuasivas de un vendedor agresivo? ¿O puede usted resistir la presión de comprar un artículo que usted realmente no necesita ni puede costear? Si puede resistirla, lo encomiamos.
No queremos decir que no se pueda elegir algo que sea nuevo y esté de moda. Pero la cautela es la clave. Siempre es buena norma vestirnos de acuerdo con nuestra edad, personalidad y estilo de vida, en vez de dejarnos controlar por lo que esté de moda o ceder a la presión que ejerzan nuestros compañeros para que adoptemos cierto estilo. Simplemente porque cierto estilo esté de moda no quiere decir que sea lo que le convenga. Por ejemplo, en el estilo andrógino, que recientemente popularizaron ciertos cantantes de “rock”, se hace borrosa la línea divisoria entre lo masculino y lo femenino, pues se usan maquillaje, peinados y manerismos que se copian del sexo opuesto. No es sensato adoptar un estilo tan solo porque sea popular entre ciertos grupos. Y note en la Biblia lo que Deuteronomio 22:5 declara sobre este asunto.
Básicamente, el estilo, como lo define el diccionario, es el modo de practicar algo, más bien que la cosa misma. En el vestir, es la presentación general de uno mismo más bien que la clase de ropa que uno se pone. Es mucho más valioso cultivar un estilo personal que refleje buen gusto y moderación que el seguir constantemente lo último en moda y diseño.
Cómo comprar con perspicacia
Un buen guardarropa no es asunto de tener mucha ropa o vestir lo último en la moda, sino que usualmente es el resultado de comprar y seleccionar con cuidado. Así, antes de ir de compras, fíjese bien en la ropa que ya tiene. Quizás pueda alterar o eliminar prendas que hace algún tiempo no usa. Experimente con la ropa que tiene y descubra cómo puede intercambiar las prendas de su vestuario para crear nuevos estilos. El hacer esto le permitirá estar en mejor posición para decidir lo que haga falta.
Cuando compre, piense en cómo una nueva prenda de vestir o accesorio combinará con la ropa que ya tiene. Escoja prendas de vestir que armonicen tanto con el color como con el estilo de su ropa. Es bueno invertir en líneas simples y clásicas porque son flexibles y visten bien por largo tiempo. También aprenda a sacar el máximo provecho de su guardarropa existente por medio del uso eficaz y variado de accesorios. Tales prácticas le permitirán usar la ropa por más tiempo y disfrutar más de ella.
Es de gran importancia el comprar en el momento oportuno y en el lugar apropiado. Esto requiere que se planee un poco, pero las recompensas valen la pena. “Tengo por costumbre comprar ropa solo durante las temporadas en que están a precio reducido”, dice una señora. No obstante, simplemente porque algo esté a precio reducido no quiere decir que sea una buena compra. Así que trate de desarrollar un buen ojo para escoger prendas de buena calidad. “Compro en tiendas de descuentos o espero a que otras tiendas reduzcan drásticamente los precios —añade ella—. Así puedo comprar artículos de buena calidad sin salirme de mi presupuesto.”
Cómo mantener el equilibrio
Una apariencia desaliñada pudiera transmitir la idea de indiferencia y falta de amor propio, incluso desinterés egoísta por el efecto que se produce en otras personas. Por otro lado, una apariencia que denote que se es extremadamente consciente de la moda pudiera revelar un punto de vista egocéntrico y narcisista. Por consiguiente, sería bueno examinar nuestros motivos. Pregúntese: ¿Estoy tratando de opacar a los demás mediante un despliegue ostentoso de ropa? ¿Estoy usando ropa para competir con otras personas o para estar a la altura de ellas? Y ¿es mi ropa apropiada para la hora, el lugar y la ocasión?
No cabe duda de que la ropa dice mucho respecto a nosotros. Dice si somos modestos o presumidos, respetuosos u altivos. Testifica de nuestro buen gusto y amor propio, o nos puede traicionar al mostrar que somos egoístas y descuidados. Sí, pueden susurrar, hablar o gritar respecto a nosotros. Así que el ser equilibrado en la ropa que se escoge es esencial.
Teniendo presente que la ropa es simplemente una extensión de la persona que somos por dentro, debemos usar ropa que refleje buen gusto y que sea atractiva, y evitar los estilos que sean inmodestos y extremados. Si damos la debida atención a lo que usamos y a cómo lo usamos, nuestra ropa hablará bien de nosotros.
[Fotografías en las páginas 16, 17]
Los estilos discretos y atractivos varían de un país a otro
[Recuadro en la página 18]
Sugerencias para tener un guardarropa de calidad
“El que una prenda de vestir sea de calidad garantiza que por muchos años quedará cómoda, entallará bien y recobrará su forma después que se limpie”, dice un ejecutivo de Hart Schaffner & Marx Clothes. A continuación se dan algunas sugerencias para tener un guardarropa de calidad.
◻ Gaste tanto como pueda para obtener calidad
◻ Evite lo novedoso y los extremos en los colores, las telas y los estilos
◻ Insista en que sea ropa de buen corte y buena fabricación
◻ Escoja la tela y el color que se ajuste al propósito de la prenda de vestir
◻ Enganche la prenda, airéela, y déjela descansar por 24 horas antes de volvérsela a poner
◻ Límpiela solo cuando sea necesario; siga las instrucciones cuidadosamente