Los jóvenes preguntan...
¿Por qué debo ser agradecido?
“EL MUNDO me debe el sustento”, así cantó uno de los personajes en la versión de Walt Disney del cuento de Pinocho. Y esa parece ser la filosofía que muchos jóvenes hoy en día han adoptado en la vida. No sienten en particular ninguna deuda de gratitud a nadie... ni a los padres, ni a la sociedad, ni siquiera a Dios.
Una encuesta realizada en Francia con jóvenes entre las edades de 16 y 22 años mostró que la mayoría pone la libertad de vivir la vida como a uno le plazca muy por encima de tener “más respeto a la familia, la patria o la religión”. ¿Qué opinas tú de estas cosas?
Puede que ni tus antecedentes ni tus perspectivas para el futuro te den base obvia para sentirte agradecido por tu porción en la vida. Puede que seas uno de los millones de jóvenes que han sido criados por solamente uno de los padres o por ninguno de ellos. Quizás en la escuela te enseñaron maestros que eran indiferentes. Tal vez, tras haber terminado la escuela, emprendiste tu carrera laboral estando sin empleo. No es de extrañar que en el mundo insensible de la actualidad algunos jóvenes no se sientan deseados, amados, enseñados, y que estén desempleados. Se comprende por qué quizás algunos pregunten: ¿De qué tengo yo que estar agradecido?
Desagradecidos a los padres
La ingratitud a los padres no es nada nuevo. En el siglo XVII Shakespeare puso estas palabras en el rey Lear: “¡Cuánto más punzante que el colmillo de una serpiente es tener un hijo ingrato!”.
Con toda justicia, debe reconocerse que aunque muchos jóvenes hoy son ‘hijos ingratos’, la culpa generalmente recae sobre los padres. Un sabio de antaño escribió: “Si uno viene mimando a su siervo desde la juventud, éste hasta llegará a ser un ingrato en el período posterior de su vida”. (Proverbios 29:21.)
Esto ha sido cierto en el caso de muchos hijos mimados. Han crecido y se han convertido en adolescentes y adultos que sienten que ‘el mundo les debe el sustento’ pero que ellos no deben nada a nadie.
¿Por qué estar agradecido a tus padres?
Afortunadamente, no todos los padres miman a sus hijos, ni todos los hijos llegan a ser ‘ingratos’. Si a ti te criaron ambos padres, debes sentirte agradecido. Por supuesto, no hay padres perfectos. Pero eso no es razón para no agradecer lo que han hecho por ti. Lo que les has costado desde tu nacimiento tanto en tiempo como en dinero es incalculable. Tal vez contestes que tú no pediste nacer. Es cierto, pero existes, y alguien ha tenido que cuidarte por muchos años. Miles de niños son abandonados por sus padres y no todos llegan a ser adoptados. Tus padres amorosamente no te abandonaron, e hicieron lo mejor que pudieron para criarte. ¿No les debes gratitud?
Hasta si te criaron padres adoptivos, tanto más deberías estarles agradecido, pues ellos no fueron los que te trajeron al mundo. Puede que hayan pagado una gran suma de dinero para tener el derecho de criarte; o, dependiendo de donde vivas, puede que el Estado les haya pagado por criarte. De una manera u otra, les debes agradecimiento, ya que el dinero no puede comprar amor ni atención.
O quizás te crió solamente uno de tus padres. Una señora joven que reside ahora en Italia recuerda la actitud que tenía para con su madre, quien sola tuvo que criarla. Ella escribe: “Parece que los jóvenes piensan que sus padres deberían ser perfectos. Debo confesar que esto fue verdad en mi caso cuando era más joven. Solo más adelante llegué a comprender que no estaba justificado el que yo no le mostrara respeto a mi madre. Me ayudó muchísimo preguntarme: ¿Es mamá una mala persona? No, yo estaba convencida de que realmente era una buena persona. Siempre hacía lo mejor que podía de acuerdo con su entendimiento. Pero es imperfecta como lo soy yo. Por eso lamenté mucho la manera desconsiderada como obré antes de entender ese punto”.
Otros merecen tu agradecimiento
¿Cuántos jóvenes, en un momento crucial en la vida, han recibido ayuda y orientación de alguien que no les debía nada? Pudo haber sido un amigo de la familia, un maestro de la escuela, o alguien, hombre o mujer, de la congregación cristiana.
Es tal como dice un antiguo proverbio: “Una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es!”. (Proverbios 15:23.) Un buen consejo, dado al tiempo debido, puede evitar consecuencias catastróficas. (1 Samuel 25:33.) La Biblia indica que las mujeres de juicio sano y de experiencia pueden ofrecer dirección valiosa a las mujeres jóvenes. (Tito 2:3-5.) En particular, los ancianos de la congregación pueden ayudar a los jóvenes a evitar dificultades y a seguir tras buenas metas en la vida. (Lee 2 Timoteo 2:20-22.) En efecto, una palabra de guía puede marcar el punto de viraje en la vida de un joven. ¿Recuerdas haberte beneficiado de tal consejo oportuno? Si así es, ¿has recordado agradecerlo?
Lydie, una joven cristiana de Francia recuerda una crisis por la que pasó a la edad de 16 años. Tras haber llegado a ser testigo de Jehová bautizada, se concentró demasiado en los estudios escolares y su interés por las actividades cristianas y por las reuniones se enfrió. Un día, calmadamente, anunció que no quería asistir más a las reuniones de los Testigos ni participar en la obra de predicar. Sus padres le hablaron bondadosamente, pero con firmeza. Entonces, tres ancianos de la congregación pidieron hablar con ella. Ella creía que la iban a ‘ahogar con textos bíblicos que prueban que ella debería salir a predicar’. En lugar de ello, escucharon sus quejas, le mostraron comprensión bondadosa y le ofrecieron ayuda fraternal. Ella escribe: “¡Qué sorpresa! Quedé asombrada por su actitud bondadosa. Gracias a su ayuda amorosa entré en razón”. Lydie es ahora una ministra cristiana de tiempo completo.
Agradecidos a Dios
Sin duda, la peor forma de ingratitud que manifiestan en la actualidad muchos jóvenes es la ingratitud a Dios. La mayoría de ellos ponen las cosas materiales por encima de Dios.
Felizmente, muchos jóvenes por todo el mundo se dan cuenta de cuánto le deben a Dios. El joven Michel vive con su madre —que es Testigo— en un pequeño pueblo remoto en la isla francesa de Córcega. Cuando un corresponsal de ¡Despertad! le pidió que pusiera por escrito cualquier razón que le viniera a la mente por la cual estar agradecido a Dios, él hizo una lista de 24 razones. Comenzó con el don de la vida y las cosas que se necesitan para conservarla y disfrutar de ella. Entonces, después de reflexionar, apuntó las bendiciones espirituales de las que disfruta, como el tener una madre creyente y hermanos espirituales que están dispuestos a viajar largas distancias para ayudarlos a él y a su madre.
Como Michel, muchos miles de jóvenes sienten agradecimiento por el “Dios vivo” que “da a toda persona vida y aliento y todas las cosas”. (Hechos 14:15-17; 17:24-28.) Para estos jóvenes, la ingratitud de muchos de sus compañeros es una prueba más de que vivimos en “los últimos días” del presente inicuo sistema de cosas. El apóstol Pablo escribió: “Sábete esto: en los últimos días se presentarán momentos difíciles, pues los hombres serán egoístas, apegados al dinero, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos”. (2 Timoteo 3:1, 2, Cantera-Iglesias.)
Cientos de miles de testigos de Jehová jóvenes tienen por delante un futuro brillante en la justa “nueva tierra” ya cercana. (2 Pedro 3:9, 13.) Mientras tanto, muchos de ellos muestran su gratitud dedicando cuanto tiempo les es posible hablando a otras personas sobre esta gran esperanza. Y aunque la familia carnal de ellos no comparte su fe, ellos disfrutan del calor de una familia mundial de hermanos espirituales. (Marcos 10:29, 30.)
Así, sea que pienses en tus padres, tus maestros, los amigos con experiencia que te han aconsejado, o, sobre todo, en Jehová, “el Dios que da esperanza”, medita sobre todas las razones que tienes para ‘mostrarte agradecido’. (Romanos 15:13; Colosenses 3:15.)
[Comentario en la página 20]
“Me ayudó muchísimo preguntarme: ¿Es mamá una mala persona? No, yo estaba convencida de que realmente era una buena persona”
[Fotografía en la página 21]
Los niños también pueden mostrar su agradecimiento en cosas sencillas