De nuestros lectores
Esperanza para los enfermos mentales
Deseo expresarles mi agradecimiento por sus artículos sobre “Esperanza para los enfermos mentales” (8 de septiembre de 1986). Actualmente estoy recibiendo tratamiento para una enfermedad mental. He tenido problemas desde hace muchos años, pero al no saber qué hacer, sencillamente me conformaba con la situación. Sin embargo, el pasado mes de septiembre comencé a encontrarme mucho peor. Acudí al hospital para que me examinasen y me prescribieron unos medicamentos. Mi condición ha mejorado sensiblemente. Me alegro de que dijesen que esos medicamentos no crean hábito y también que quienes los toman no son débiles. Desearía que pudiese desaparecer la vergüenza relacionada con aceptar esta clase de tratamiento.
T. K., Japón
Nacionalismo
No puedo comprender por qué critican constantemente el nacionalismo cuando ustedes mismos tratan de mantener una posición apolítica. La religión, la historia y un sentido de nacionalidad son los principios que guían el destino humano. Muchas personas afirman que Cristo fue en su tiempo un judío nacionalista opuesto a la gobernación extranjera de Roma.
J. M., Escocia
Concerniente al nacionalismo, el historiador británico Arnold Toynbee dijo: “Es una condición mental en la cual damos nuestra máxima lealtad política a una fracción de la raza humana [...] prescindiendo de las consecuencias que esto le acarree a la mayoría extranjera de la raza humana”. El autor Ivo Duchacek hizo la siguiente observación: “El nacionalismo divide a la humanidad en unidades mutuamente intolerantes”. El anterior secretario general de las Naciones Unidas, U Thant, comentó: “Muchísimos de los problemas que arrostramos hoy día se deben a actitudes falsas o son el resultado de ellas [...]. Entre estas está el concepto del nacionalismo estrecho... ‘mi país, tenga razón o no’”. El renombrado escritor argentino Jorge Luis Borges dijo que el nacionalismo “es el canalla principal de todos los males. Divide a la gente, destruye el lado positivo de la naturaleza humana, conduce a desigualdades en la distribución de las riquezas”. Con respecto a Jesucristo, él expresó claramente su posición al contestar la pregunta de Pilato: “¿Eres tú el rey de los judíos?”, diciendo: “Mi reino no es parte de este mundo”. (Juan 18.36.)—La dirección.
Escasez de agua
Sírvanse enviarme 200 ejemplares de su revista sobre el tema: “¿Estamos quedándonos sin agua?” (22 de noviembre de 1986). ¡Cuán vital y oportuna es esta información acerca del agua! Les agradezco que sean conscientes de esta situación tan peligrosa.
W. J. K., Sistemas de Agua Potable, Estados Unidos
¿Remedio sencillo para las úlceras?
Usé el tratamiento a base de agua que apareció en la página 31 de su revista del 8 de marzo de 1984. Estuve tomando Tagamet durante muchos meses sin poder solucionar cierto problema estomacal ni reducir suficientemente el dolor. Dejé de tomar la medicación y bebí 500 cm.3 (16 onzas) de agua las veces al día que ustedes mencionan en su artículo y también en cualquier otro momento que sentía dolor. Cuando bebía el agua, el dolor desaparecía en diez minutos. En poco tiempo ya no necesité más antiácidos, y en dos meses ya no necesité seguir más ese tratamiento. ¡Difícilmente podía creer que un tratamiento tan sencillo que no costaba dinero fuese tan eficaz!
C. G., Estados Unidos
El tema al cual hace referencia fue un informe basado en un artículo de fondo del Dr. F. Batmanghelidj que apareció en el número del 19 de junio de 1983 del “Journal of Clinical Gastroenterology”. La revista “¡Despertad!” no recomienda ninguna forma de tratamiento como superior a otra, pero publica reseñas como la citada simplemente para mantener informados a nuestros lectores. No estamos recomendando que todos los pacientes que sufren de úlcera dejen los medicamentos que les han sido prescritos y adopten este remedio sencillo, pero nos satisface saber que algunas personas se han beneficiado de la información.—La dirección.