BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g88 8/12 págs. 14-16
  • ¿Cómo puedo aprender cuando otros no quieren?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Cómo puedo aprender cuando otros no quieren?
  • ¡Despertad! 1988
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • La presión procedente de los compañeros
  • Cómo suavizar las presiones
  • No hagas caso de las distracciones que se produzcan en clase
  • ¡Exprésate!
  • Habla con tus padres
  • Cómo hacer que tus años escolares sean productivos
  • ¿Cómo puedo mejorar mis calificaciones?
    ¡Despertad! 1984
  • ¿Y si estudiar no es lo mío?
    Los jóvenes preguntan
  • ¿Cómo puedo mejorar de calificaciones?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas
  • ¿Qué hago si tengo mucha tarea?
    Los jóvenes preguntan
Ver más
¡Despertad! 1988
g88 8/12 págs. 14-16

Los jóvenes preguntan...

¿Cómo puedo aprender cuando otros no quieren?

PARA Nozomi, una estudiante de quince años de edad que cursa sus últimos años de enseñanza secundaria en Japón, aprender no es una tarea sencilla. “En lugar de tomarse los estudios en serio —dice ella—, mis compañeros desafían a los profesores, hablan de cosas inmorales y manifiestan un gran interés por el sexo opuesto.”

Hablar, flirtear, hostigar a los profesores y pelear son distracciones comunes en muchas aulas. Y aunque en tu escuela no sucedan estas cosas, es posible que te veas sometido a presiones sutiles que impidan que progreses en tus estudios. Roslyn, de trece años de edad, dice: “Estaba verdaderamente preocupada por lo que hubiesen pensado los muchachos si contestaba demasiadas preguntas. [...] De modo que me limitaba a responder solo las suficientes como para aprobar los cursos; no quería que me viesen como una sabionda”. En vista de estos hechos, ¿cómo puedes enfrentarte a todas las presiones que obstaculizan tu aprendizaje?

La presión procedente de los compañeros

A Brian le pusieron en una clase para estudiantes adelantados. ¿Cuál fue la reacción de sus compañeros? “Se ríen de ti si te colocan en una de esas clases. Opinan que eres un estúpido, porque eso significa que tendrás más deberes.” Es comprensible que a menudo parezca tentador aflojar el paso en los estudios. Pero, ¿tendría algún sentido que pasaras la mayor parte de tu adolescencia en la escuela y no derivaras ningún beneficio de todo ese tiempo? Puesto que las notas son un indicativo, aunque hay que admitir que imperfecto, de tu progreso en la escuela, ¿no es razonable que saques las mejores notas que puedas?

Es cierto que eso quizás represente que tengas que sufrir algunas burlas por parte de tus compañeros. Pero la Biblia advierte: “El temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo”. (Proverbios 29:25.) ¿Deberías temer tanto lo que los demás piensen que prefirieras poner a un lado tus propias convicciones y amor propio? ¿A quién deberías procurar agradar más: a tus compañeros de clase, o a tus padres y a tu Creador celestial? Además, los jóvenes que te desaniman de hacer un buen trabajo en la escuela ciertamente no piensan en tu futuro. Porque el Proverbio dice: “El que trabaja con mano floja será persona de escasos recursos”. (Proverbios 10:4.) Así que el que te suspendan en tus asignaturas escolares puede que te conduzca a que en el futuro fracases en el mercado laboral.

Cómo suavizar las presiones

Resiste a los compañeros de clase que te desaniman de aprender. Quizás no sea fácil; pero es posible que te sirva de ayuda comprender cuáles suelen ser los motivos de su hostigamiento. La revista ’Teen explica: “Los adolescentes que no adelantan en los estudios y se burlan de los buenos estudiantes por lo general temen el fracaso y no tienen confianza en sí mismos. Para encubrir el hecho de que su amor propio es tan bajo como sus notas, tratan de convencer a los demás de que, en realidad, están contentos de que no se les cuente entre los buenos estudiantes”. El joven que ‘sigue odiando el conocimiento’ simplemente pone de manifiesto su propia tontedad. (Proverbios 1:22.)

El libro The High School Survival Guide aconseja: “Si tus amigos te piden continuamente que violes tus convicciones, piensa de nuevo en si te convienen”. Los amigos de Michael influyeron en él para que faltase a las clases. “Pero entonces vi que descubrían a mis amigos y los expulsaban de la escuela. Me dije: ‘Esto no es para mí’.” De modo que rompió con aquellas amistades y empezó a aplicarse en la escuela.

Cuando tus compañeros vean que no cedes ante ellos, es posible que dejen de hostigarte. Un adolescente llamado Walt dice: “No espero que toda la clase cambie; pero [he comprobado que] si ven que no me incomodo, buscan a otro a quien molestar”. Además, recuerda que la presión de los compañeros no terminará cuando llegues a ser adulto. De modo que el aprender a manejar esta situación ahora, puede resultarte de mucho valor en el futuro.

No hagas caso de las distracciones que se produzcan en clase

Pero, ¿qué pasa cuando se producen distracciones molestas en clase? La Biblia dice: “El sabio escucha y absorbe más instrucción”. (Proverbios 1:5.) Julie Hahn, autora del libro “Have You Done Your Homework?” (“¿Has hecho tus deberes?”), reconoce que “las distracciones que provocan otros compañeros de clase pueden hacer que te sea difícil escuchar”. Sin embargo, ella indica que un buen oyente puede aprender incluso en un aula ruidosa. ¿Cómo? ‘Acudiendo a clase preparado para escuchar y razonar.’ Eso significa que hagas tus deberes la noche antes a fin de familiarizarte con la materia que se va a considerar.

También, toma apuntes de cosas significativas, no necesariamente apuntes elaborados, pero por lo menos una lista de los puntos principales y algunos detalles que los apoyen. Esto te ayudará a mantener el hilo en el momento en que surjan distracciones. Y cuando el concentrarte en clase sea sencillamente imposible, quizás no tengas más remedio que estudiar más en casa. Por pocos que sean los esfuerzos que hagas en esta línea, tus notas podrán mejorar. El estudiar en casa te da la oportunidad de esforzarte en un ambiente libre de las distracciones escolares.

¡Exprésate!

No obstante, puede que a veces una distracción —como el que dos chicas (o chicos) cuchicheen incesantemente— sea demasiado irritante para pasarla por alto. En algunos casos puede ser una buena idea el que trates de hablar con la persona o personas implicadas. Conviene que sepan cómo te sientes y cómo te afecta su comportamiento. Quién sabe si reaccionarán razonablemente y se callarán un poco.

Es posible que hasta descubras que el comportamiento irritante de tus compañeros obedece a que hay algo en ti que les molesta. A lo mejor el que estés dispuesto a ceder en algo o a disculparte sea lo apropiado. Y aunque la escuela es algo serio, no te hagas “justo en demasía” de modo que pierdas tu sentido del humor. (Eclesiastés 7:16.) Muchas veces se producen situaciones en clase que son verdaderamente graciosas. No hay necesidad de que te alejes de tus compañeros por ser inflexible y carecer de sentido del humor.

Si tus compañeros de clase reaccionan con hostilidad o rehúsan cambiar, quizás sea necesario que hables de ello con tu profesor. Pero espera el momento apropiado para hacerlo, preferiblemente en privado. (Proverbios 25:11.) Tal vez él pueda cambiarte de asiento en la clase o pasarte a otra donde los alumnos se tomen más en serio los estudios.

Habla con tus padres

Pero ¿y si fracasan todos tus esfuerzos por solucionar los asuntos con tus compañeros y profesores? Un padre cristiano que trabaja de maestro en una escuela pública aconseja: “Habla con tus padres de lo que sucede en la escuela: tus fracasos y tus dificultades. Ellos se interesarán más en ti y serán más comunicativos, y esto te ayudará a enfrentarte a la situación”. Probablemente tus padres quieran que les ‘des tu corazón’ de esta manera. (Proverbios 23:26.)

Es posible que hasta puedan darte algunas sugerencias prácticas. Por ejemplo: quizás te sugieran que prestes más atención a tus tareas escolares y te ofrezcan ayuda para hacerlas. O tal vez también tengan algunas ideas sobre cómo abordar a tu profesor y a los compañeros de clase que provocan distracciones. En algunos casos, hasta es posible que vean necesario hablar personalmente de tu situación a las autoridades escolares.

Cómo hacer que tus años escolares sean productivos

Recuerda: estás en la escuela para aprender. Y el que tengas éxito o fracases muy bien puede depender de los amigos que escojas. Una adolescente llamada Celia hace la siguiente observación: “Si quieres formar parte del grupo, vas a tener más problemas, porque, para aceptarte, esperan que hagas lo que ellos hacen”. Sí, “las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. (1 Corintios 15:33.) Por otro lado, las buenas compañías fortalecen nuestra resolución y aptitud para hacer las cosas correctas. Escoge amigos que compartan tus convicciones y quieran aprender.

A veces, uno simplemente tiene que vivir con cierta situación mala. Sin embargo “el ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene mucho vigor”. (Santiago 5:16.) Una muchacha cristiana escribe: “Las constantes distracciones pueden ser difíciles de aguantar. No tengo más remedio que cambiar de sintonía. Cuando siento deseos de gritar de frustración, oro a Jehová para que me dé autodominio”. Tú también puedes hacerlo, y no solo como último recurso. Haz que la oración sea parte de tu vida cotidiana.

Efectivamente, el aprender es una tarea difícil. Pero con determinación y la ayuda de tus padres, profesores y de Jehová Dios, puedes tener éxito, incluso cuando otros no quieran aprender.

[Fotografía en la página 15]

El tomar apuntes es una manera de cerrar el paso a las distracciones que se produzcan en clase

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir