¿Un cuello de zorro vivo?
Caminaba por una importante calle comercial de Cheltenham (Inglaterra) cuando algo me hizo parar en seco. ¿Estaba viendo visiones? ¿Era un cuello de zorro lo que llevaba aquella señora, o se trataba realmente de un zorro vivo?
Mis dudas estaban justificadas. Allí se encontraba la señora, frente a un puesto de flores, tan tranquila y ¡con un zorro vivo alrededor del cuello! Muerto de curiosidad, le pregunté cómo lo había domesticado para que estuviese tan quieto y calmado en una calle tan transitada. Me explicó que su perro lo había atrapado cuando solo era un cachorrito. Ella se quedó con él y lo crió, y así llegó a convertirse en un animal de compañía. No pude resistir el impulso de sacar una fotografía.
Pero aquello también me hizo pensar en que la mayoría de las personas ansían poder disfrutar de una relación armoniosa con los animales. Y según la profecía bíblica, llegará el día en que “el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño”. (Isaías 11:6, Versión Popular.)—Contribuido.