Centenario del Parque Nacional de Yosemite
AL ADENTRARSE en las montañas desde Merced (California, E.U.A.), el conductor difícilmente se imagina el imponente panorama que le espera al salir de uno de los túneles de la autopista. En ese mismo momento se queda impresionado por las enormes dimensiones del alto valle de Yosemite, situado a 1.200 metros sobre el nivel del mar, y de cuyo fondo se elevan enormes montañas y escarpados picos. A la izquierda se alza en vertical El Capitán, con una altura de 1.100 metros; a la derecha está la catarata de Bridalveil (Velo Nupcial), cuyo salto es de 190 metros; a lo lejos, también a la derecha, se divisa la enorme masa montañosa de Half Dome, que se eleva a una altura de 2.698 metros. Este espectáculo tan repentino y sobrecogedor trae a la memoria estas palabras bíblicas: “La Roca [Jehová], perfecta es su actividad”. (Deuteronomio 32:4.)
Millones de personas de todo el mundo han disfrutado de la belleza y el esplendor del Parque Nacional de Yosemite desde que el Congreso de Estados Unidos lo declaró como tal en 1890. En 1864 el Congreso ya había donado el valle de Yosemite a California como parque público. En la actualidad, durante la temporada alta Yosemite está invadido de gente, pero si lo que usted busca es un poco de soledad, siempre puede aventurarse a ir a la alta sierra y contemplar todo el panorama a vista de pájaro.