Los jóvenes preguntan...
¿Cómo puedo superar la separación de mis padres?
“Cuando mis padres se separaron, tuvimos que mudarnos. Como ya no teníamos automóvil, siempre que mamá tenía que dejarnos al cuidado de una ‘niñera’ o ir a cualquier otro lugar, necesitaba tomar el autobús. También hubo cambios en casa. Se suponía que papá pagaría nuestra manutención, pero muchas veces no lo hacía y mamá tenía que poner el resto. Con el tiempo dejó de pasarnos dinero.”—Anne.a
DESPUÉS de catorce años los padres de Anne siguen separados, pero no se han divorciado. Si has pasado por la triste experiencia de ver que tus padres se separan es probable que comprendas muy bien cómo debe sentirse esta joven. Aunque quizás ya ha pasado el tiempo suficiente —semanas, meses o años— para que se haya superado el golpe inicial, puede que a veces te preguntes cómo te las arreglarás para seguir viviendo de esta manera. Todavía no se han divorciado ni tampoco se han reconciliado. La sombra de la incertidumbre sigue afectando tu vida.
También es posible que te sientas solo. Cuando los padres de Brad se separaron, su madre aceptó dos empleos y se matriculó en una escuela para aprender un oficio. Brad, que la echaba mucho de menos, recuerda: “Una noche me metí a escondidas en el automóvil para ir con ella al trabajo, pero como allí molestaba, tuvieron que llevarme a casa”. Desde luego, muchos hijos de padres separados tienen la sensación de que la ruptura matrimonial les ha hecho perder a ambos padres, no solo a uno. Mike, otro joven, lo explica así: “Perdimos a papá por otra mujer y entonces perdimos a mamá por sus empleos”.
Soledad, incertidumbre, una situación económica diferente...; estos son problemas a los que tendrás que enfrentarte si tus padres se han separado. Pero, ¿cómo enfocarlos de manera positiva?
Cómo cambiar tu enfoque de la vida
Esta batalla, como casi todas, comienza en ti mismo, en tu mente y corazón. Tal vez tiendas a no dejar de dar vueltas al asunto de la separación de tus padres, a preocuparte de forma obsesiva y hasta a caer en un ciclo de autocompasión del que resulta muy difícil escapar. Sin embargo, puedes evitar que la ansiedad te agobie.
En un artículo anterior de esta misma serie, asemejamos la posibilidad de superar la separación de tus padres con capear un temporal en tu vida.b Precisamente la Biblia narra una ocasión en la que el apóstol Pedro tuvo que capear un temporal literal en el mar. En lo más recio de la tempestad vio a Jesucristo andando indemne sobre las aguas. Jesús hasta invitó a Pedro a caminar hacia él sobre el mar, pero no había dado muchos pasos, cuando Pedro comenzó a hundirse. ¿Por qué?
Mateo 14:30 explica: “Pero al mirar a la tempestad de viento, [a Pedro] le dio miedo, y [...] comenz[ó] a hundirse”. Lo que Pedro necesitaba era fe, no temor. Pero cuando enfocó su atención en la tempestad, con sus impresionantes olas azotadas por el viento, tuvo miedo. Dejó de centrar su mirada en Jesús, el único que podía impedir que se hundiese. Lo mismo te puede suceder a ti. Cuantas más vueltas des a tus problemas, más temibles te parecerán. Por eso es mejor que centres tu atención en las soluciones.
Meg, cuyos padres están separados, lo explica así: “No te centres demasiado en la situación presente. De todas formas no vas a poder cambiarla”. Randy se hace eco de la misma idea al decir: “Cuando piensas de forma negativa no haces más que meterte en esta ciénaga, cavilando constantemente en lo mismo, como un camión atascado en el barro”. ¿Cómo consigues desatascarte?
Comunícate
Meg dice: “Habla del asunto con alguien de experiencia, una persona con madurez espiritual y que te ayude a ver las cosas con claridad”. Esa clase de amigo puede ayudarte a enfocar tus pensamientos de forma más positiva. Como dice Proverbios 17:17: “El amigo ama en todas las circunstancias, y es como un hermano en las adversidades”. (La Biblia, versión de Salvatore Garofalo.) De modo que mientras luchas con el problema de la separación de tus padres, y en especial con la soledad que conlleva, es probable que necesites comunicarte con tus amigos y contar con ellos más que nunca.
No obstante, una palabra de advertencia: No todos los amigos te ayudarán a superar la situación, y algunos hasta te causarán más problemas. Mike recuerda: “Cuando mis padres se separaron desarrollé un afecto casi exagerado por mis amigos. Nos divertíamos juntos, pero sobre todo nos metíamos en problemas juntos —como drogas y peleas—. Por un tiempo solía pensar que si perdía a mis amigos lo habría perdido todo. Más tarde me di cuenta que estaba equivocado, porque no eran verdaderamente leales. Se volvieron en contra mía y uno de ellos hasta se hizo pasar por mí cuando la policía lo descubrió causando destrozos en la escuela”.
No todos los amigos lo son de verdad. Como lo expresa Proverbios 18:24: “Hay amigos que causan la ruina, y hay quien ama con más apego que un hermano” (Biblia de Jerusalén). Afortunadamente, Mike encontró con el tiempo la clase apropiada de amigos. Respecto a uno en particular, nos dice: “Era como un hermano mayor para mí. Estudiábamos la Biblia y hacíamos otras cosas juntos. Hasta me llevó a trabajar con él, y nunca me hizo sentir que fuese una carga. Aquello afectó mi vida hasta el día de hoy. Si no le hubiese encontrado, no sé lo que habría sido de mí”.
¿Dónde puedes encontrar esa clase de amigos? Jesús prometió que la congregación cristiana suministraría muchos “hermanos, y hermanas, y madres, e hijos” para quienes no los tuviesen. (Marcos 10:30.) Y fue en las reuniones de los testigos de Jehová donde Mike encontró a sus nuevos amigos.
Lo mismo le sucedió a Tom, quien recuerda: “Un hermano de la congregación me acogió como si fuese su hijo mayor, y una hermana de edad llegó a ser como una abuela para nosotros. La congregación siempre nos quiso y es sorprendente cuánto ayuda eso”. Así que Tom dice: “Si no tienes padre, busca uno en la congregación. Mientras tanto, salvaguarda las relaciones familiares que sí tienes y estrecha esos vínculos”. Tus hermanos, abuelos y otros parientes pueden llegar a ser amigos fieles para ti. (Proverbios 13:20.)
Pero la mayor amistad que jamás entablarás es la de tu Creador Jehová. La promesa que se registra en Santiago 4:8 es muy consoladora, en especial cuando los padres se separan: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”.
Sigue una rutina espiritual
La asistencia regular a las reuniones cristianas te ayudará a hacer precisamente eso: a acercarte a Dios por medio de aprender acerca de Él. Las reuniones también te ayudarán a encontrar nuevos amigos. (Hebreos 10:24, 25.) Pero las reuniones y otras actividades cristianas pueden aportarte algo más: dan organización a tu vida y una rutina que seguir. Eso tiene especial importancia si la separación ha desbaratado mucho la rutina de tu familia y ha llenado tus días de incertidumbre.
Es cierto que ahora quizás sientas un peligroso impulso de rebelarte contra toda rutina organizada. Tal vez la escuela te parezca particularmente pesada. Mike recuerda: “Adopté una actitud de despreocupación. Empecé a ir mal en la escuela y pensaba: ‘Si mis padres no se preocupan lo suficiente como para mantener unida a la familia, entonces yo tampoco me preocupo’. Su separación se convirtió en mi razón para no esforzarme”.
Pero no cometas el error de utilizar la separación de tus padres como excusa para descuidar lo que más te puede ayudar. El libro Surviving the Breakup (Cómo superar la separación) dice que a los hijos de padres divorciados “la escuela les era particularmente útil, pues proporcionaba un orden [...]. Era evidente que muchos niños recibían en la escuela ese tipo de apoyo prescindiendo de cómo les fuese en sentido académico y social dentro del aula”.
La escuela también puede ayudarte a desarrollar cualidades, habilidades y un sentido de disciplina que te serán útiles a lo largo de tu vida, hasta capacitarte para un empleo. Si tu familia ha sufrido un revés económico debido a la separación, como sucede en muchos casos, quizás veas la ventaja de prepararte ahora para conseguir un empleo que te ayude a satisfacer tus necesidades en el futuro.
Al fin y al cabo, tu futuro no está fuera de control. Puedes superar la separación de tus padres y tienes los medios para hacerlo. Los que estudian la temática del divorcio han observado que muchos jóvenes superan incólumes la ruptura matrimonial de sus padres. Muchos hasta aprenden de los errores de sus padres, con lo que, en cierto sentido, la experiencia los refina.c
Tu futuro no tiene por qué ser incierto ni solitario. Si te comunicas con la clase apropiada de amigos, te apegas a una rutina espiritual bien organizada y evitas obsesionarte con tu problema, tu futuro puede ser bastante seguro. Podrá ser sin duda largo y feliz. (Proverbios 3:1, 2.)
[Notas a pie de página]
a Se han cambiado algunos nombres.
b El artículo “Los jóvenes preguntan... Mis padres van a separarse. ¿Qué debo hacer?” publicado en la revista ¡Despertad! del 22 de agosto de 1990, comenta algunos peligros que hay que evitar, como la ira y la venganza.
c El artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Arruinará mi vida el divorcio de mis padres?”, publicado en la revista ¡Despertad! del 22 de diciembre de 1987, indica que no estás condenado a repetir los errores de tus padres.
[Fotografía en la página 18]
Si tus padres se separan puede que, más que nunca antes, necesites amigos. ¿Dónde puedes encontrar la clase de amigos que te conviene?