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  • ¡Despertad! 1991
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¡Despertad! 1991
g91 8/2 págs. 11-13

¿Qué consuelo hay para las víctimas?

PARA quienes se enfrentan a la pérdida repentina de sus seres queridos en accidentes imputables al alcohol, “no [hay] tiempo [...] de decir ‘adiós’ [...] o ‘te quiero’”, dice Janice Lord, autora de Survivor Grief Following a Drunk-Driving Crash (El pesar de los dolientes tras un accidente provocado por un conductor borracho).

Como hemos visto, los dolientes tienen que enfrentarse a muchas consecuencias: sobresaltos, horror, ira y desesperación. La muerte de seres queridos en ese tipo de accidentes crea una sensación de pérdida permanente, por lo que a veces llegan a creer que el mal que han sufrido nunca se reparará por completo.

En vista del dolor que causa tal clase de muerte, muchas autoridades trabajan para promulgar leyes y crear condiciones que contribuyan a reducir la enorme cantidad de víctimas que se producen cada año. Por ejemplo, cierta autoridad comentó que en la personalidad de los convictos por conducir embriagados se había observado una serie de debilidades y propuso la creación de unos centros a los que estos tuvieran que presentarse para recibir instrucción y asesoramiento en cuestión de empleo y consumo de drogas, y de esa forma ‘ser reforzados y fortalecidos’ para vencer sus debilidades.

¿Qué se necesita en realidad?

Por muy deseable que sea, ninguna persona ni institución humana puede borrar el mal causado a las víctimas, ni tampoco hacer volver a los muertos. Lo que se necesita para reparar todo el daño va mucho más allá de lo que el ser humano puede proveer. Lo que de verdad se necesita en el mundo es un sistema totalmente diferente, que no se funde en los conceptos actuales egoístas y destructivos de ‘emoción a toda costa’ que siegan tantas vidas.

¿Hay base sólida para esperar esa clase de mundo mejor donde tales tragedias pertenezcan al pasado? Sí, la hay. De hecho, existe una esperanza segura de un nuevo mundo aquí en la Tierra en el que estas tragedias cesarán, un mundo donde hasta las víctimas de accidentes volverán a vivir. ¡Qué gozo indescriptible habrá cuando estas personas se reúnan con sus seres queridos! Será un nuevo mundo donde el tiempo habrá borrado para siempre los recuerdos tristes de tragedias pasadas.

Esa esperanza de un nuevo mundo se encuentra en la Palabra inspirada de Dios, la Biblia, donde se registra: “[Dios] realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro”. (Isaías 25:8.) Esto incluirá la resurrección de los muertos, pues el apóstol Pablo escribió: “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos”. (Hechos 24:15.) Cuando Jesús y los apóstoles resucitaron a personas que habían muerto demostraron la realidad de esta promesa. (Lucas 7:11-16; 8:40-42, 49-56; Juan 11:1, 14, 38-45; Hechos 9:36-42; 20:7-12.)

La vida en un nuevo mundo aquí en la Tierra, incluso la vida de los resucitados, estará hermosamente coronada con la perfección humana. El poder sanador de Dios hará que la mente y el cuerpo de todos los que vivan entonces estén completamente sanos: “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. “En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos mismos de los sordos serán destapados. En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo clamará con alegría.” (Isaías 33:24; 35:5, 6; véase también Mateo 15:30, 31.)

La Biblia describe la condición futura de la humanidad en la Tierra diciendo que Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. (Revelación 21:4.) El Dador de estas maravillosas perspectivas que tanta felicidad producirán declara: “Las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear”. (Isaías 65:17, 18.)

Sin embargo, ¿mediante qué autoridad se realizará? Por la autoridad y el poder del magnífico Dador de esperanza, el Creador del universo, Jehová Dios. En Su Palabra, garantiza que ese tipo de nuevo sistema donde “la justicia habrá de morar” pronto reemplazará a este sistema de cosas actual, egoísta y violento, que ya está sumido en sus “últimos días”. (2 Pedro 3:13; 2 Timoteo 3:1-5, 13; Proverbios 2:21, 22.)

Consuelo procedente de la Palabra de Dios

Al igual que las demás personas, los testigos de Jehová no son inmunes a las tragedias de nuestros tiempos, ni tampoco esperan que en este mundo peligroso Dios impida que mueran, ya sea por accidente o por otras causas. Ellos saben que eso no está en armonía con la voluntad de Dios para este tiempo. Eclesiastés 9:11 dice: “El tiempo y el suceso imprevisto les acaecen a todos”. No obstante, los Testigos hace mucho tiempo que acuden a la Palabra de Dios, pues Sus promesas proporcionan consuelo duradero a todos los que las aceptan.

Una testigo de Jehová sufrió mucho cuando un conductor borracho mató a su cuñado y dejó a la esposa de este (su hermana) incapacitada mentalmente a causa de una grave lesión cerebral, lo que hizo que necesitara atención continua. Este matrimonio también era testigo de Jehová. La cuñada del difunto cuenta:

“Durante la mayor parte de ese año, lloraba con frecuencia y estaba furiosa contra el joven que había provocado esta tragedia y contra sus padres por no haberle supervisado mejor. A veces hasta me sentía furiosa contra Dios y los ángeles por no haberlo impedido. ¡Qué pérdida tan lamentable de dos personas estupendas que servían a Dios!

”Por supuesto, yo sabía que Dios no era el responsable directo ni tampoco era Su deseo que tales cosas sucedieran. Pero yo había pensado que Él dirigía todos nuestros pasos y nos protegía del daño. Entonces me di cuenta de que tenía que cultivar un punto de vista más equilibrado sobre estas cosas y empecé a buscar la explicación.

”Necesité tiempo para poder echar a un lado el dolor y poder razonar sobre lo ocurrido. Yo había pensado como Asaf, quien en el Salmo 73 registró que parecía como si los inicuos fuesen los favorecidos. Pero en ese mismo salmo, la Palabra de Dios continúa diciendo que Dios no favorece a los inicuos y que a Su debido tiempo serán aniquilados.

”Llegué a darme cuenta de que mi modo de pensar era el equivocado y no el de Dios. El problema radicaba en que yo aplicaba mal ciertos versículos bíblicos. Dios no garantiza que nos librará de accidentes, enfermedades o muerte en este tiempo, sino que tales bendiciones las promete para el futuro, para Su nuevo mundo. Cuando comprendí que lo que la Palabra de Dios realmente decía era que Dios nos ofrece ahora protección espiritual, no física, mi cólera remitió poco a poco. Ahora podía ver también quién era el verdadero promotor de las calamidades: Satanás el Diablo, que fue homicida y mentiroso desde que se rebeló contra Dios. Y la Biblia deja bien claro que el dios de este mundo tan lleno de sufrimiento es precisamente Satanás. (Juan 8:44; 2 Corintios 4:4.)

”Tan pronto como me di plena cuenta de la verdad de por qué existe el sufrimiento, por qué lo permite Dios y cómo lo eliminará, vi claro que Dios no es nuestro adversario, sino nuestra salvación.

”También me consoló mucho saber que por medio de Su espíritu santo Jehová sustenta a los que le sirven. La Biblia nos asegura que el espíritu santo nos suministrará ‘el poder que es más allá de lo normal’, la fuerza para resistir lo irresistible. Además, Jehová también nos consuela con la esperanza de volver a estar con nuestros seres queridos en la resurrección. Así podemos vencer la adversidad.” (2 Corintios 4:7.)

Un futuro magnífico

A lo largo de los años, muchas personas, incluyendo testigos de Jehová, han experimentado tragedias de diversos tipos, lo que confirma la verdad de la Palabra de Dios de que el tiempo y el suceso imprevisto acaecen a todos. (Eclesiastés 9:11.) No obstante, las experiencias de los siervos de Dios también confirman la verdad bíblica de que Jehová consuela y sustenta a Su pueblo en los momentos de necesidad y también garantiza un magnífico futuro en Su nuevo mundo, donde tales calamidades pertenecerán al pasado.

Es muy consolador saber que en el justo nuevo mundo de Dios habrá verdadero amor al prójimo y un gran respeto por el precioso don de la vida. Estas excelentes cualidades reemplazarán lo que ahora satura este mundo: el egoísmo y la explotación de las debilidades humanas con fines lucrativos. También habrán pasado las ansiedades, las presiones y los temores de este mundo actual que empujan a muchos a sentir la necesidad de abusar del alcohol o de otras drogas.

Mientras llega ese día, los testigos de Jehová componen una hermandad mundial vinculada por la fuerza unificadora del amor. (Juan 13:34, 35.) Los que componen esta hermandad proveen una fuerte estructura de apoyo para ayudar a los que han sufrido la pérdida de algún ser querido y también se sienten felices de ayudar a cualquiera que desee ser consolado como ellos lo han sido. (2 Corintios 1:3, 4.)

[Ilustración en la página 13]

La Biblia promete que los muertos resucitarán

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