Alerta para ayudar a otros
UN TESTIGO de Jehová de Miami (Florida, E.U.A.) que trabaja en la sección de Tráfico de los Juzgados del condado de Dade ha tenido oportunidad de dar ayuda espiritual a sus compañeros de trabajo. “Un día —escribió Rafael— una señora que aceptaba regularmente las revistas La Atalaya y ¡Despertad! que le llevaba, me dijo que un vendedor le había ofrecido una enciclopedia bíblica para su hijo de ocho años, pero que costaba 500 dólares (E.U.A.) y ella no podía pagar esa cantidad. En seguida me brindé para llevarle la publicación en un solo volumen titulada Mi libro de historias bíblicas. Al día siguiente se lo entregué y, cuando vio las ilustraciones le gustaron mucho y elogió el libro.
”La señora dejó el libro sobre su escritorio y continuó trabajando. Menos de quince minutos después, otra empleada se acercó a mi escritorio con Mi libro de historias bíblicas en sus manos; quería saber dónde lo había conseguido. Cuando le expliqué que lo publica la Sociedad Watch Tower, me dijo que quería tres ejemplares para sus hijos. Como enseña en la escuela dominical, pensaba que este libro le sería útil para su clase y me comentó que más adelante ya me diría cuántos ejemplares más necesitaba.
”Al cabo de media hora, otra compañera de trabajo se me acercó también con el libro en las manos, queriendo saber si podría conseguir tres ejemplares. Pronto hubo otras compañeras que me pidieron libros y antes de darme cuenta me habían solicitado 12 ejemplares de Mi libro de historias bíblicas. ¡Hasta se habían molestado porque no les hablé del libro antes! El próximo día de trabajo llevé los libros a la oficina y se los entregué a quienes me lo habían solicitado.
”La semana siguiente, la compañera que enseña en la escuela dominical me dijo que necesitaría 15 libros para sus estudiantes. Había esperado la aprobación del sacerdote y del director de la escuela. Comentó que al sacerdote le había encantado el libro y que había elogiado la gran cantidad de ilustraciones. Finalmente aprobó la adquisición de los libros.
”Quería dárselos a los niños como regalo de Navidad. Dijo que aunque sabía que yo no la celebraba, le parecía que este libro sería un buen regalo. También me explicó que era muy fácil conseguir que los niños escucharan cuando les leía el libro.
”Cierta compañera de trabajo me dijo que todas las noches se lo lee a sus hijos y que hasta ella está aprendiendo cosas. Por ejemplo, no sabía que en realidad hubiesen vivido gigantes en la Tierra en tiempos de Noé. Y otra compañera comentó que quien dibujó las ilustraciones debe ser un genio, pues son muy realistas. Y añadió que el libro es una joya.
”En total, en cuestión de solo unos días, dejé 32 ejemplares de Mi libro de historias bíblicas en el trabajo, y la cifra continúa aumentando. Cada vez que enseño el libro a alguien, me preguntan: ‘¿Dónde lo consiguió?’.”
¿Está usted alerta para satisfacer las necesidades espirituales de otros? Rafael, actualmente anciano cristiano en una congregación de los testigos de Jehová de Miami, concluye diciendo: “Esta experiencia me ha enseñado una lección sobre la importancia de la testificación informal y la buena disposición para ayudar a otros”.