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¡Despertad! 1991
g91 8/4 págs. 24-27

El Coliseo. Centro de “entretenimiento” de la antigua Roma

Por el corresponsal de ¡Despertad! en Italia

“EL COLISEO, uno de los monumentos antiguos más famosos de Roma, símbolo de su poder y gloria de antaño, y testigo de grandes atrocidades”, dice Luca, que hace de guía turístico para sus amigos Marco y Paolo.

Quizás a usted también le gustaría saber más acerca del Coliseo, como por ejemplo cuándo se construyó y qué espectáculos se presentaban. ¿Iban allí alguna vez los primeros cristianos? ¿Murieron algunos en ese lugar, desgarrados por las fieras, como algunos creen? Pues bien, escuche lo que Luca les dice a sus amigos.

Luca: “Al principio el Coliseo se llamaba anfiteatro Flavio, pues fue la obra conjunta de tres emperadores de la dinastía flavia: Vespasiano, Tito y Domiciano. Vespasiano empezó la construcción en el año 72 E.C. hasta el 75 E.C., su hijo Tito continuó y lo inauguró en el año 80 E.C., mientras que su segundo hijo Domiciano, hermano de Tito, fue quien más tarde completó los trabajos.”

Paolo: “Pero, ¿por qué se llama Coliseo?”

Luca: “Esa es una buena pregunta, pero no hay una respuesta segura. Parece que no llegó a llamarse el Coliseo sino hasta el siglo VIII E.C. Hay quienes piensan que el nombre se deriva de su tamaño colosal, mientras que otros dicen que se debe a que estaba cerca del coloso de Nerón, una enorme estatua de unos 35 metros de altura que representaba a Nerón como el dios-sol.

”Tan solo decir que era el mayor anfiteatro de Roma no significa mucho, a menos que se añadan algunos detalles. Por ejemplo, se construyó en forma de elipse, con un eje de 188 metros y el otro de 156 metros. Su perímetro es de 527 metros y la altura de sus paredes de 57 metros. La obra requirió decenas de miles de toneladas de travertino, un tipo de mármol extraído de unas canteras cercanas a la ciudad de Tívoli, y 300 toneladas de hierro para unir los bloques de mármol. Los constructores también utilizaron gran cantidad de lo que hoy llamaríamos materiales prefabricados. En otros lugares se tallaban bloques y columnas de piedra que luego se transportaban al lugar de la construcción, lo que explica la rapidez con la que se construyó. Piénsenlo: bastaron entre cinco y ocho años para levantar esta estructura tan enorme.”

Marco: “Luca, pensaba en que deben haber trabajado muchísimos esclavos en el Coliseo.”

Luca: “Es posible que se utilizasen prisioneros de guerra para el trabajo pesado, pero eso es todo. La rapidez con la que se terminó y la variedad de materiales empleados indican que se utilizaron obreros y artesanos profesionales.”

Paolo: “¿Cuántos pisos tiene?”

Luca: “Desde fuera pueden verse tres pisos con arcos perfectamente simétricos. Originalmente cada arco estaba adornado con una estatua, y cada piso tenía 80 arcos. Por encima del tercer piso puede verse un cuarto piso con grandes ventanas rectangulares en la pared.”

Marco: “¿Cuántos espectadores podía acomodar?”

Luca: “La mayoría de las obras de consulta indican que podía acomodar unos 45.000 espectadores sentados, con lugar para otros 5.000 de pie. Pero algunas fuentes afirman que había cabida para más de 70.000 espectadores. En cualquier caso, tenía una gran capacidad y el público se resguardaba bajo un inmenso toldo, o velarium, que cubría toda la zona de asientos.

”El anfiteatro se construyó sobre una plataforma de hormigón de 13 metros de grosor, la cual ha contribuido a su estabilidad a través de los siglos. Lo que ahora se ve ha aguantado varios incendios y terremotos en su historia. Pero los peores enemigos del Coliseo fueron los constructores renacentistas y barrocos, que lo utilizaron como una cantera cercana y barata de donde extraer mármol y travertino. Algunos de los principales edificios de Roma se construyeron o restauraron con material tomado de aquí. Pero entremos.”

Paolo: “¡Qué ruinas tan impresionantes! Dime, Luca, ¿qué había allí abajo, en el centro?”

Luca: “Eso era un subterráneo para almacenar el equipo que se utilizaba en los espectáculos: el decorado del escenario, las jaulas para las fieras, las armas y los tornos con sus contrapesos que se utilizaban para subir las fieras y los gladiadores a la superficie. El piso cubría todo el subterráneo y era de madera, razón por la que no quedan restos de él. A lo largo de todo el perímetro del piso había una red o valla protectora de metal muy alta. Sobre la red, que estaba sostenida por postes, había púas y trocitos de marfil para que las fieras no la saltasen. Como protección adicional, parece que había numerosos arqueros colocados alrededor del piso.”

Paolo: “¿Tenían que pagar entrada los espectadores?”

Luca: “No, la entrada era gratuita. Esto formaba parte de la política de los emperadores, que ofrecían entretenimiento gratuito para mantener al pueblo bajo control. En realidad, estos espectáculos eran como una droga que corrompía la conciencia de la gente. El poeta romano Juvenal utilizó la famosa frase ‘panem et circenses’ (‘pan y juegos del circo’) para deplorar el comportamiento del pueblo romano que vivía mayormente para comer y divertirse.

”La sociedad romana estaba dividida en tres clases, como los asientos del Coliseo. La sección delantera estaba reservada para los senadores, detrás estaban los asientos para los señores, y los asientos restantes, arriba de todo, eran para las mujeres y los esclavos.”

Marco: “¿Aquí luchaban los gladiadores?”

Luca: “Sí. Principalmente había dos tipos de espectáculos: los munera, o combates entre dos gladiadores y las venationes, o cacerías de animales salvajes. En este lugar también se ejecutaba a criminales entregándolos desarmados a los gladiadores o echándolos a las fieras. Su horrible muerte servía de espectáculo para el ‘disfrute’ del público.”

Paolo: “Si no recuerdo mal, los gladiadores eran esclavos, ¿verdad?”

Luca: “Sí, esclavos elegidos mayormente de entre los prisioneros de guerra, que aceptaban cualquier trabajo para salvar su vida. Algunos eran criminales que, para evitar la sentencia de muerte, buscaban una opción mejor en el combate entre gladiadores. Pero también había los que se ofrecían voluntarios. Tenían escuelas para entrenarlos antes de empezar su carrera y se les permitía utilizar diversos instrumentos de combate, como la espada, la lanza y el escudo o la red y el tridente (lanza de tres púas). Aunque los espectáculos se llamaban ludi gladiatorii (juegos de gladiadores), esos encuentros eran más que simples juegos, eran unos trágicos espectáculos que muchas veces terminaban con la muerte de uno de los contendientes.”

Marco: “Es verdad, recuerdo que cuando los gladiadores salían a la arena, saludaban al emperador con las palabras ‘Ave, Caesar, morituri te salutant’, que significan: ‘¡Salve, César, los que van a morir te saludan!’.”

Paolo: “¿Y la escena que se ve en las películas cuando el emperador extiende la mano con el pulgar hacia abajo para decretar la muerte del gladiador derrotado? ¿Sucedía así en la realidad?”

Luca: “Sí, eso hacían. En períodos anteriores era el ganador quien decidía el destino del perdedor. Más tarde, este derecho se concedió al propio emperador, que tomaba la decisión después de oír el veredicto del público. Si los espectadores pensaban que el perdedor había luchado con valentía, levantaban el pulgar y gritaban: ‘¡Mitte!’ (¡Déjalo!), para pedir que se le perdonase la vida, y si el emperador también levantaba el pulgar, se le dejaba con vida. Pero si, por el contrario, los espectadores pensaban que el perdedor había actuado con cobardía, señalaban hacia abajo con el pulgar y gritaban: ‘¡Iugula!’ (¡Mátalo!). Si el emperador repetía el mismo ademán, se había pronunciado su sentencia de muerte. Todo lo que podía hacer el gladiador vencido era ofrecer su cuello al vencedor para que le diese el golpe de muerte. Todo esto se efectuaba en medio de los aplausos y ovaciones del público. Después, el ganador recibía regalos costosos y monedas de oro.”

Marco: “¡Qué espectáculo tan cruel!”

Luca: “Desde luego. Literalmente corría mucha sangre humana, sin mencionar la de los animales salvajes que se mataban. Los espectáculos con animales acostumbraban a ser exhibiciones sencillas de animales salvajes adiestrados que obedecían las órdenes del domador, muy parecido a lo que vemos hoy en las pistas de los circos. Pero muchas veces los animales salvajes luchaban entre sí o se les perseguía y daba muerte. Era una verdadera matanza. Imagínense, cuando se inauguró el Coliseo, se mataron 5.000 animales salvajes en un solo día.”

Paolo: “No entiendo cómo la gente podía disfrutar con esos espectáculos.”

Luca: “Solo hay que pensar en los combates de boxeo de hoy. El público vocifera gritos de aprobación cuando ve al perdedor caído sin sentido en el suelo mientras le chorrea sangre por la cara. ¿O qué me dicen de los aficionados a las películas que tratan de estremecer al público con escenas sangrientas de violencia y muerte? Posiblemente la gente de hoy es igual de insensible.

”Como en la arena se prodigaba la violencia y corrupción, los primeros cristianos se cuidaban mucho de no frecuentar esos centros de entretenimiento. De hecho, en su panfleto Sobre los espectáculos, el escritor del siglo III E.C. Tertuliano calificó de ‘basura’ lo que ocurría en la arena y subrayó que esos lugares eran ‘completamente ajenos’ a los cristianos.”

Marco: “¿Se sabe si hubo cristianos que murieran como mártires en el Coliseo?”

Luca: “No se puede negar que en Roma hubo cristianos que murieron en la arena despedazados por animales salvajes. Hay fuentes históricas que lo demuestran y es posible que en 1 Corintios 15:32 el apóstol Pablo aluda a que en Éfeso tuviera que enfrentarse a fieras peligrosas en la arena.

”Pero aunque se sabe que en Roma hubo cristianos que murieron como mártires, es imposible decir si su martirio tuvo lugar en el Coliseo. La Enciclopedia Universale, volumen 4, observa: ‘No se ha demostrado históricamente que el Coliseo fuese un lugar de martirio cristiano’. Sin embargo, varios autores católicos afirman que lo fue. Sin duda basan sus opiniones en leyendas surgidas en períodos posteriores y que han sido aceptadas por la jerarquía católica.

”No obstante, lo que fortalece a los cristianos en la actualidad es que los antiguos seguidores de Cristo eran fieles hasta la muerte cuando en aquel mundo violento se ponía a prueba su neutralidad. Lo importante no es saber dónde sufrieron su martirio sino saber que se mantuvieron totalmente íntegros.

”¿Les ha gustado la visita a este coloso de la arquitectura romana?”

“Por supuesto, y muchas gracias por las explicaciones tan fascinantes”, responden Paolo y Marco.

Las piedras que nos narran la historia pueden revelarnos muchas cosas interesantes. El Coliseo destaca el extraordinario talento de los antiguos romanos en el campo de la arquitectura y la construcción. Hicieron puentes, calzadas, acueductos, teatros, templos, anfiteatros y palacios. Pero el Coliseo fue escenario de horrendos espectáculos en los que los cristianos del pasado, al igual que los de hoy día, rehusaron tomar parte ya sea como espectadores o participantes voluntarios.

[Fotografía en la página 25]

Interior del Coliseo en la actualidad

[Fotografía en la página 26]

El Coliseo tras perder su antiguo esplendor

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