La estructura de una concha
¿SE HA dado cuenta de lo fácil que resulta partir en dos una tiza? Pero intente partir en dos la concha de una oreja de mar. Probablemente necesitará un martillo. Sin embargo, la concha de la oreja de mar y la tiza tienen la misma composición: carbonato cálcico. Lo que sucede es que la estructura del carbonato cálcico es diferente en ambos casos. Es tal la diferencia, que la concha de la oreja de mar es unas cuarenta veces más resistente que la tiza.
¿Cómo consigue esa resistencia la oreja de mar? Unos científicos de la universidad de Washington en Seattle (E.U.A.) han desvelado algunos de los secretos de este molusco marino. La oreja de mar utiliza su concha redondeada, en forma de oreja, como muro protector contra el mundo exterior. Para conseguir su resistencia, la concha crece en capas. La capa exterior es áspera y gruesa, mientras que la interior, llamada nácar, brilla con una belleza translúcida; es en esta donde radica la resistencia de la concha.
Los científicos de Washington mencionados han observado que esta capa interna “tiene una estructura laminar semejante a ladrillos y mortero”, comenta la revista Science News. Estos minúsculos “ladrillos” de una anchura de solo una micra (la millonésima parte del metro) se mantienen unidos mediante un “mortero” fabricado por la propia oreja de mar, un potente adhesivo que los científicos todavía están estudiando. Ellos dicen que las capas de estos “ladrillos” microscópicos absorben los impactos deslizándose hacia capas adyacentes. Al mismo tiempo, las capas orgánicas de “mortero” de algún modo conectan las grietas que se forman con unos “ligamentos” especiales. En total, puede que la concha tenga ¡hasta cinco mecanismos para resistir la rotura!
La sobresaliente resistencia de la concha de la oreja de mar ha impresionado tanto a los científicos, que están tratando de encontrar técnicas similares en la fabricación de cerámicas resistentes. Si lo consiguen, seguro que serán objeto de muchos aplausos. ¡Qué lamentable es, sin embargo, que al Gran Diseñador —cuya obra se esfuerzan por imitar— pocas veces se le dé el crédito por Su incomparable ingenio! (Job 37:14.)