El punto de vista bíblico
¿Hace falta una “nueva evangelización” en el mundo?
Por el corresponsal de ¡Despertad! en Italia
LOS vientos de cambios políticos que han barrido la Europa del Este han traído consigo un reavivamiento religioso. Con el objeto de sacar algún provecho de esta corriente espiritual, se reunió en el Vaticano, del 28 de noviembre al 14 de diciembre de 1991, la Asamblea Europea Extraordinaria del Sínodo de Obispos. Los 137 “padres sinodales”, que son los principales representantes de la jerarquía católica de Europa, se reunieron con el propósito de plantear una “nueva evangelización”.
Desde el 22 de abril de 1990, cuando se anunció en Velehrad (Checoslovaquia) la celebración del sínodo, se proclamó el carácter histórico del acontecimiento. No obstante, en vista de que el 14 de diciembre de 1991 la RAI (la emisora nacional de radiotelevisión italiana) dijo que ‘el sínodo de las decepciones había terminado’, resulta difícil suponer que tuviese un gran éxito.
¿Por qué fue decepcionante? Y, ¿acaso necesita Europa o, ya que hablamos de ello, el mundo, una “nueva evangelización”?
“Nueva”, ¿en qué sentido?
La jerarquía católica opina que hace falta una nueva evangelización debido a que el contexto religioso es nuevo. En la exposición de apertura, el cardenal Camillo Ruini resumió su visión del presente europeo, y comentó que en el Este “hay millones de personas sin bautizar que ignoran las verdades más elementales de la fe cristiana”, razón por la cual “la Iglesia, con el colapso del régimen comunista, tiene la gran oportunidad de iniciar una evangelización”. En cambio, la Europa occidental se caracteriza por lo que él llamó un “ateísmo práctico”, y ya no se adhiere a la voz de la Iglesia católica como si fuese la verdad divina.
Este reavivamiento religioso presenta otro desafío para los obispos. ¿En qué sentido? Tanto los obispos europeos como los sudamericanos están preocupados por la proliferación de nuevos movimientos religiosos. ¿Por qué? Porque la Iglesia ha perdido muchos de los privilegios que antes ostentaba y ahora se cree “amenazada por peligrosos rivales”. El periódico jesuita La Civiltà Cattolica mencionó que entre esos rivales se cuenta a los testigos de Jehová, debido “al considerable número de católicos y protestantes que han logrado atraer”.
En la “Declaración” de cierre del sínodo se dijo que la nueva evangelización es un acicate que lleva a “redescubrir las raíces cristianas propias”. Pero ¿por qué necesitan los europeos redescubrir sus “raíces cristianas”? Porque, según los obispos, ya no se consideran válidos los valores cristianos. “Para muchos cristianos europeos”, dijo La Civiltà Cattolica, la religión “es infantil, un bonito cuento de hadas para niños que los adultos no pueden tomar en serio ni esperar que influya en modo alguno en su vida. [...] Otros europeos la ven como simple folclor, destinado a desaparecer con el progreso de la civilización [...]. Y hay europeos que piensan que el cristianismo es una religión dañina”.
Por estas razones, los obispos creen que hace falta una “nueva evangelización”.
Por qué la decepción
Para que se pueda realizar con éxito la “nueva evangelización” de la vieja Europa, se requiere una mano de obra ingente. No obstante, uno de los principales problemas que aqueja a la Iglesia en Europa es la escasez de sacerdotes. Uno de los obispos dijo que, según datos europeos recientes, en los últimos trece años la cantidad de sacerdotes ha disminuido en un nueve por ciento.
En opinión de muchos, el sínodo fue decepcionante porque hubo muy pocas propuestas prácticas para llevar a cabo la “recristianización” de Europa. “Al hablar de evangelización, debemos evitar el discurso abstracto [...]. Hablamos como abogados. Que nuestro mensaje redescubra la sencillez y el tono evangélico”, fue la exhortación del obispo francés Joseph Duval a la asamblea sinodal.
Solo unos pocos obispos se remitieron a los métodos apostólicos de evangelización. Por ejemplo, el obispo František Tondra, de Spiš (República federativa checa y eslovaca), dijo: “Para reevangelizar Europa, debemos retornar al modelo original de evangelización. [...] Los primeros cristianos sentían el deber de difundir el evangelio tan pronto como recibían el bautismo”.
Evangelismo a la manera bíblica
¿Fueron evangelizadores todos los cristianos primitivos? ¡Claro que sí! En el libro Evangelism in the Early Church, Michael Green, de Oxford (Inglaterra), comenta: “Uno de los aspectos más impresionantes de la evangelización del primer siglo fue la clase de personas que la asumió. [...] [La evangelización] fue prerrogativa y deber de todo miembro de la iglesia. [...] El cristianismo fue ante todo un movimiento laico, difundido por misioneros espontáneos”.
El término “evangelizador” significa “que evangeliza o predica la buena nueva”. Las instrucciones de Jesucristo sobre la evangelización aplicarían a todos sus seguidores. Él dijo: “Se proclamará esta Buena Nueva [evangelio] del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14, Biblia de Jerusalén.) Esto significa que la evangelización de más amplio alcance se realizaría en “el tiempo del fin”. (Daniel 12:4.)
Durante el año pasado, los más de cuatro millones de testigos de Jehová dedicaron casi mil millones de horas a la evangelización en 211 países, incluidos los países de la Europa del Este. ¿Qué buena nueva han estado predicando? La buena nueva del Reino de Dios y de la salvación sobre la base de la fe en Jesucristo. (2 Timoteo 1:9, 10.) Este es el mensaje que el mundo hoy necesita, antes de que llegue el fin. (Mateo 24:3, 14.)
[Reconocimiento en la página 26]
Jesús predica en el lago de Genesaret, de Gustavo Doré