De nuestros lectores
La crianza de los hijos La serie de artículos “Padres: Velen por el bien de sus hijos” (22 de septiembre de 1992) sacó a la luz mis deficiencias como madre. He estado centrada en asuntos personales y en las actividades de congregación, y he descuidado un poco a mi hijo de 3 años, por lo que se ha vuelto muy inquieto. Además, suelo ser una persona de mal genio e irritable, y algo vergonzosa a la hora de expresar afecto. En lugar de abrazar a mi hijo, he ido demasiado lejos en tratar de ser estricta. Como Jehová nos colma a todos de amor, a partir de ahora procuraré colmar de amor a la herencia que he recibido de Jehová.
T. T., Japón
No soy madre, pero me encantan los niños, y este número de la revista me ha tocado el corazón. Lloré al leer acerca de los lamentables desafíos a los que se encaran hoy día los niños. Sus artículos también fueron muy informativos respecto a cómo afrontar esos desafíos en los primeros años de vida a fin de evitar horribles problemas años después.
L. B., Estados Unidos
Los artículos me motivaron a hacerme un autoexamen como padre. Me casé muy joven, y me atraía más estar con mis amigos que con mi familia. Al leer los artículos, me di cuenta de que no le he dedicado suficiente tiempo a mi hija. Espero que estos artículos motiven a los padres a velar por el bien de sus hijos.
A. V., Italia
Relatos de animales Gracias por el artículo “El capibara. ¿Un error, o una maravilla de la creación?” (22 de septiembre de 1992). Tengo la costumbre de leer artículos de animales a mi hijo pequeño. Como en este caso las palabras del relato estaban puestas en boca del propio señor Capibara, a mi hijo le encantó.
C. T., Japón
¡Qué diferencia entre este artículo y la basura que se presenta en muchas revistas! Mis hijos y yo lo leímos juntos. Debo decir que aprender acerca de animales nuevos y diferentes es realmente divertido.
C. H., Estados Unidos
Gracias por el artículo “Los asombrosos marsupiales de Australia” (22 de julio de 1992). Me pareció sumamente interesante cómo nacen los canguros y el detalle de que las hembras puedan producir dos tipos distintos de leche al mismo tiempo. Me hizo pensar en lo claramente que se manifiesta el poder de Jehová en sus creaciones.
N. S., Italia
Tengo 14 años, y me gustó mucho el artículo titulado “El dromedario. Vehículo africano de uso múltiple” (8 de junio de 1992). La forma que tienen de explicar las cosas hace que la información sea sumamente entretenida.
G. C., Argentina
Oratoria pública El artículo “¡Usted puede hablar ante un auditorio!” (22 de julio de 1992) me ayudó a conseguir empleo. Al principio lo leí pensando en aplicar la información al ministerio cristiano. Pero al recibir aviso de presentarme a una entrevista para un puesto de trabajo, leí el artículo nuevamente y puse en práctica muchos de los puntos allí mencionados, como el de los ejercicios para calmar los nervios. Después hice una oración y me presenté a la entrevista. Conseguí el empleo, y les estoy agradecida por haberme proporcionado este artículo en el momento preciso.
K. B., Estados Unidos
Exploración espacial Como ávido lector de ciencia ficción, me quedé embelesado con la serie de artículos sobre la exploración espacial (8 de septiembre de 1992). Me ayudaron a ver de forma equilibrada este tema tan emocionante. También fue animador ver que Dios tiene un propósito maravilloso, no solo para este planeta, sino para el entero universo.
A. C., Estados Unidos