De nuestros lectores
¿Maridos maltratados? Me molestó que publicaran la noticia “Maridos maltratados” en la sección “Observando el mundo” (22 de julio de 1993). “Abuso”, que incluye amenaza verbal, no es lo mismo que “maltrato”, que [en este país] es un acto de violencia criminal. En cuanto al hecho de que el porcentaje de mujeres que admiten que cometen abusos sea mayor que el de hombres, las investigaciones muestran que las mujeres son más honradas que los varones a la hora de admitir tales hechos, pues estos tienden a negar sus acciones.
K. K., Estados Unidos
Agradecemos la observación. La noticia en cuestión informó acerca de un estudio en el que se afirmaba que el 40% de las mujeres admitían haber maltratado a su esposo, en comparación con un 26% de hombres que confesaron haber hecho lo mismo a su esposa. No obstante, como reconoció nuestro artículo, el estudio utilizó la palabra “maltrato” en su sentido más amplio, no restringiéndola a maltrato físico. Sin embargo, admitimos que el título de la noticia ha podido ser un tanto impreciso. En cuanto a qué tipo de maltrato es más común, nuestro número del 8 de febrero de 1993 publicó la siguiente cita de la revista “Parents”: “En más del 95% de los casos denunciados de [terribles] malos tratos al cónyuge, la víctima es la esposa”.—La dirección.
El olfato Siempre había pensado que en caso de tener que perder uno de mis sentidos, sacrificaría el del olfato. Pero después de leer el artículo “El útil sentido del olfato” (22 de julio de 1993), me lo pensaría dos veces. Sus artículos sobre el maravilloso cuerpo humano siempre me han ayudado a profundizar mi amor a Jehová.
D. H., Trinidad
Lentes Gracias por publicar el artículo “Echemos una mirada a los lentes” (8 de julio de 1993). Contenía sugerencias muy útiles. Antes de leerlo tenía la mala costumbre de dejar mis lentes apoyados sobre los cristales, por lo que se llenaban de arañazos. Intenté llevar lentes de contacto, pero me causaban mareos. Así que al no tener más opción que llevar gafas, pondré en práctica sus sugerencias.
T. C., Italia
Cálculos renales Les escribo para agradecerles su oportuno artículo “Los cálculos renales: tratamiento para una enfermedad antigua” (22 de agosto de 1993). Poco después de recibir mi ejemplar por correo, me detectaron cálculos renales. Gracias a su artículo pude entender mejor mi enfermedad y prepararme para la operación.
V. T., Estados Unidos
Racismo Tan solo quiero enviarles esta nota para darles las gracias por la magnífica serie con el tema “¿Se unirán algún día todas las razas?” (22 de agosto de 1993). Creo que trataron este delicado asunto de una forma sensacional. Consiguieron presentar la información con mucho tacto, y, sin embargo, no dieron justificación alguna, absolutamente ninguna, para caer por egoísmo en esa repugnante enfermedad que es el racismo.
D. G., Estados Unidos
Ex sacerdote Gracias por publicar la experiencia de Alinio de Santa Rita Lobo: “Por qué dejé el sacerdocio por un ministerio mejor” (8 de septiembre de 1993). Fue la historia de un descubrimiento, un descubrimiento hecho por alguien con muchos títulos académicos. En nuestro ministerio como testigos de Jehová, a menudo ayudamos a otras personas a afianzar su entendimiento de la verdad parte por parte. Pero en este caso ocurrió lo contrario: él desmenuzaba las enseñanzas falsas, parte por parte, para separar la verdad de las tradiciones de la Iglesia. Fue una experiencia que fortaleció mi fe.
B. C., Estados Unidos
Emigrar Muchas gracias por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Debería irme a un país más próspero?” (22 de abril de 1993). Siempre pensé que era necesario irse a otro país para progresar. Ahora sé que es una decisión muy seria y que se han de tener en cuenta muchos factores. El artículo también me enseñó a ver mis necesidades reales y que las cosas que de verdad necesitamos para ser felices se pueden hallar en cualquier país.
M. R., República Dominicana