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¡Despertad! 1994
g94 8/7 págs. 24-27

Una noche en la ópera

Por el corresponsal de ¡Despertad! en Italia

DE REPENTE, el típico sonido discordante que produce la orquesta al preparar sus instrumentos se interrumpe y las luces reducen su intensidad. El director, recibido con un breve aplauso, se dirige hacia el podio y saluda con una reverencia. Luego, en el más absoluto silencio, levanta los brazos y, con ademán impetuoso, conduce a la orquesta en las primeras notas de la obertura. ¿Ha vivido alguna vez la emoción de estos primeros instantes de una ópera? ¿Le gustaría experimentarlo? ¿Qué es exactamente una ópera, y cuál es su origen?

La ópera es la representación teatral de un drama (ópera seria) o de una comedia (ópera bufa) en forma musical y dividida en una parte o más llamadas actos; los personajes representan sus papeles cantando. Está formada por varios elementos: el texto del drama, o libreto (fruto del trabajo de un escritor o poeta), la música escrita por un compositor, las canciones, los bailes, los decorados y el vestuario. Los musicales son producciones similares a las óperas, pero de estilo mucho más ligero. Quizás ha visto películas como West Side Story u Oklahoma, en las que los actores a veces cantan en lugar de hablar.

Hay una gran diversidad de óperas: las de Wolfgang Amadeus Mozart y las de Gioacchino Rossini se han calificado de brillantes; las de Giuseppe Verdi, de vigorosas y emotivas; las de Richard Wagner, de complejas, lentas y austeras; las de Georges Bizet, de coloristas y vívidas, y las de Giacomo Puccini, de sentimentales.

El origen de la música y la canción coincide más o menos con el comienzo de la historia humana. (Génesis 4:21; 31:27.) A lo largo de su existencia, el hombre ha creado diferentes instrumentos musicales, y hacia el siglo XI se adoptó un sistema de escritura musical. Las enciclopedias afirman que la ópera se originó a finales del siglo XVI en Florencia (Italia). Muchos idiomas utilizan numerosas palabras de origen italiano para designar diversos aspectos de esta forma de composición musical (ópera, libreto, soprano, tenor), lo cual confirma su procedencia. Al irse extendiendo a otras partes de Europa, la ópera experimentó muchos cambios. Hoy día se pueden encontrar teatros de ópera por todo el mundo.

Para aprender más de este tema, escuchemos una conversación entre Antonello, de Milán, y su amigo Max, que ha venido de visita desde Suiza. Antonello y Max están disfrutando de una inusitada y emocionante noche en La Scala de Milán, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo.

En la ópera

Max: Leí en la guía que me diste que La Scala se inauguró en 1778 y que, tras resultar gravemente deteriorada por los bombardeos durante la II Guerra Mundial, fue reconstruida e inaugurada de nuevo en 1946. El libro también dice que tiene capacidad para más de dos mil personas.

Antonello: Es cierto. Como puedes ver, se construyó con la clásica forma de herradura, adoptada por la mayoría de los teatros de los siglos XVII al XIX. Tiene seis hileras de palcos alrededor, y el foso de la orquesta se encuentra delante del escenario. La Scala no es ni el teatro de ópera más antiguo ni el mayor del mundo. Debe su fama al hecho de haber sido lugar de estreno de varias óperas, y muchos directores de orquesta y cantantes famosos han actuado aquí. Entre ellos se encuentra el famoso director Arturo Toscanini, que era capaz de dirigir sin partitura. Se dice que la acústica de La Scala es perfecta, algo fundamental para un teatro donde ni la música ni las voces se amplifican con micrófonos ni altavoces.

Max: ¿Puedes contarme algo sobre los cantantes de ópera?

Antonello: Existen seis tipos de voces. Tres de hombre —bajo, barítono y tenor— y tres de mujer —contralto, mezzosoprano y soprano—. El bajo y la contralto poseen las voces más graves, mientras que la voz del tenor y la de la soprano son las más altas. El barítono y la mezzosoprano constituyen las voces intermedias.

Para convertirse en un buen cantante de ópera, hay que estar dotado de una excelente voz y, además, estudiar por muchos años en una escuela especial. Sin esos estudios, que enseñan al estudiante cómo aprovechar las características de su voz a plenitud, nadie llegaría a ser cantante de ópera. Pronto verás a los solistas. Observarás que aunque a veces interpretan el papel de jóvenes enamorados, todos ellos, con raras excepciones, son gente madura y bastante robusta. ¿Sabes por qué?

Max: No, pero me gustaría saberlo.

Antonello: Se debe a que alcanzan la cumbre de su carrera en la madurez y han de poseer una constitución fuerte para cantar ópera. No es nada fácil llegar con potencia a las notas altas una y otra vez por mucho tiempo. Se comenta que la famosa soprano María Callas, que durante la década de los cincuenta solía cantar aquí, en La Scala, comenzó su declive después de someterse a una estricta dieta de adelgazamiento. Por eso, Max, en lugar de fijarte en la apariencia externa del solista, debes saber valorar su voz. ¡Atento! Por ahí viene el director. Utiliza los gemelos para que puedas ver mejor a los cantantes y a los demás actores. No obstante, te daré un consejo: si quieres sacarle el mayor partido, concéntrate en la música y la canción como hicimos en el primer acto.

¿Qué ocurre entre bastidores?

Max: ¡Vaya aplauso más largo! Es verdad que los cantantes tienen voces bellísimas. ¿Cuánto durará el intermedio?

Antonello: Unos veinte minutos. ¿Sabes lo que pasa tras el telón durante el descanso?

Max: No tengo ni idea.

Antonello: Tiene lugar una frenética actividad. Dirigidos por el director de escena, tramoyistas especializados, maquinistas, electricistas, carpinteros y otros operarios desmantelan el decorado en perfecta sincronía y montan uno nuevo. En la actualidad los teatros cuentan con tecnología avanzada para cambiar los decorados rápidamente, algunas veces incluso durante la representación. Se emplean plataformas hidráulicas, ascensores mecánicos y otra maquinaria para levantar o bajar partes del decorado. Todos estos teatros están preparados para crear efectos especiales o sorpresas escénicas: tienen dispositivos para producir vapor que simule nubes o niebla, efectos con humo, el sonido de la lluvia o el viento, o incluso la detonación de un rayo. Un sistema luminotécnico de focos de diferente intensidad permite crear diversos efectos escénicos y haces de luces de colores que provocan nuestro asombro.

Max: Aquí sentados podemos ver y escuchar la ópera. Pero ¿qué ocurre entre bastidores durante la representación?

Antonello: Esa es una buena pregunta, Max. Mientras disfrutamos cómodamente de la representación, un pequeño ejército de colaboradores trabaja detrás y a los lados del escenario. Imagínate lo que pasaría si un cantante, el coro o los bailarines no se movieran en el momento indicado. El ayudante o ayudantes del director de escena siguen entre bastidores la partitura para dar a los cantantes su entrada al escenario en el momento apropiado. El director del coro hace lo mismo con los miembros de este.

Escondido del público, en la concha que hay en el centro del escenario, se encuentra el apuntador. Sigue los movimientos del director de la orquesta por un circuito cerrado de televisión, y lee las líneas del libreto un poco por delante de los solistas en caso de que uno de los cantantes olvide su papel.

Por último, el director supervisa los cambios de escenario y las entradas colectivas de muchos actores, a la vez que se preocupa de que los luminotécnicos dirijan las luces de colores hacia las secciones del escenario que corresponda en el momento preciso. Se espera equipar La Scala con dos escenarios giratorios o alzables, al estilo de otros teatros, para facilitar los cambios de decorados y hacer posible la labor en más de una obra a la vez.

Max: ¡Tanta gente y tanto trabajo para representar una ópera! ¡Estoy asombrado!

Antonello: Claro. Los grandes teatros de ópera cuentan de forma permanente con una orquesta, un coro, bailarines y centenares de artistas. También hay que sumar a muchos otros si incluimos a los operarios, sastres, zapateros, carpinteros, maquilladores, electricistas y un escenógrafo o más, que diseñan y pintan los decorados. Además, se necesita personal de seguridad, administrativo y para otros servicios.

Óperas bíblicas

Max: ¿Existe alguna ópera con argumento bíblico?

Antonello: Sí, muchas. La ópera se ha nutrido de muy diversos temas: historias de pueblos antiguos, mitología, leyendas medievales y las obras de William Shakespeare y otros escritores. La obra Nabucco, abreviatura de “Nabucodonosor”, del compositor italiano Giuseppe Verdi, trata de los judíos de Jerusalén deportados en calidad de esclavos a Babilonia. Gioacchino Rossini, otro compositor italiano, puso música a la historia de Mosè (Moisés), y el músico francés Charles-Camille Saint-Saëns compuso Samson et Dalila (Sansón y Dalila). Los diálogos de estos dramas no se ciñen estrictamente a la Biblia, pero un detalle interesante es que en estas tres óperas se menciona el nombre de Dios, Jehová.

Max: ¿Sí? Sabía que se mencionaba en las obras de Haendel y Bach, pero no que también se encontrara en la ópera lírica.

Antonello: Al final de Nabucco, el coro canta ‘Gran Jehová’ y el sumo sacerdote Zacarías menciona el nombre de Dios. En la ópera de Rossini, Moisés invoca a ‘Iehova’, mientras que en Samson et Dalila, ‘Iehova’ o ‘Jehova’ se menciona varias veces.

Max: ¡Qué interesante!

Antonello: También hay otras óperas basadas en la Biblia. Entre ellas Salome, de Richard Strauss; Moses und Aron (Moisés y Aarón), de Arnold Schönberg, y Debora e Jaele (Débora y Jael), de Ildebrando Pizzetti. Pero, mira, está a punto de comenzar el último acto.

Una velada fascinante

Antonello: ¿Te gustó la ópera?

Max: Sí, en especial porque, gracias a tu sugerencia, ya había leído el libreto y así pude seguir el argumento. De otra forma, me habría costado enterarme de la historia.

Antonello: En efecto, es imposible comprender todas las palabras que cantan los solistas y el coro, pues en ocasiones la música lo impide y a veces cuesta entender las palabras en los tonos altos. En muchos teatros se suministran subtítulos o sobrescritos traducidos para que el público pueda seguir mejor la historia.

Max: La representación fue excelente, Antonello. La buena música y el canto nos hacen apreciar de veras a nuestro Creador, quien nos dotó de la voz y de la capacidad de componer, interpretar y apreciar la música. Gracias por invitarme a una velada tan agradable y emocionante.

[Fotografía en la página 24]

Auditorio de La Scala

[Reconocimiento]

Lelli & Masotti/Teatro alla Scala

[Fotografía en la página 25]

La Scala, Milán (Italia)

[Reconocimiento]

Lelli & Masotti/Teatro alla Scala

[Fotografías en la página 26]

Arriba: una escena de la ópera “Samson et Dalila”

[Reconocimiento]

Winnie Klotz

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