De nuestros lectores

Jóvenes fieles Me conmovió la serie de artículos “Jóvenes que pusieron a Dios en primer lugar” (22 de mayo de 1994). En la adolescencia tuve un tumor cerebral. Como soy testigo de Jehová, les dije a los médicos: “No quiero que me hagan una transfusión de sangre”. Aunque consiguieron la orden judicial para administrármela a la fuerza, la operación salió adelante sin utilizarla. Lloré al leer los relatos de estos jóvenes que sirvieron a Dios con fidelidad. ¡Habíamos pasado por la misma experiencia! Sus historias me han llegado al corazón y han fortalecido el amor que le tengo a Dios.

M. P., Estados Unidos

Tengo 17 años, y siempre me ha dado miedo encontrarme un día en esa situación. Lo que temo no es tanto morir como desobedecer las leyes de Jehová. Sería terrible transigir ante las presiones. El artículo me ha infundido una gran fortaleza.

C. K., Alemania

Cuando leí los artículos, se me saltaron las lágrimas. Posteriormente estudié con cuidado el folleto ¿Cómo puede salvarle la vida la sangre? (editado por la Sociedad Watchtower). Ahora sé cómo actuar de encontrarme en una situación semejante.

Y. G., Alemania

Como padezco de un tipo de leucemia incurable, las experiencias de los jóvenes que demostraron su devoción a Jehová fueron muy alentadoras para un adulto como yo. Muchas gracias.

H. K., Austria

Tengo 18 años. Ayer me emocioné mucho leyendo los artículos. Cuando me enteré de que estos niños fieles habían muerto, no podía parar de llorar. La fe que demostraron me ha llevado a plantearme si yo perseveraría en mi integridad en tales circunstancias.

E. A. O., Nigeria

Me causó honda impresión la firmeza inquebrantable de todos los jóvenes mencionados en la revista. Después de leer los artículos, lloré mucho y le di gracias a Jehová por haberlos fortalecido para afrontar las pruebas hasta la muerte. Ahora puedo decir que mis problemas de adolescente no son nada.

R. C., Italia

No cabe duda de que estos artículos tan conmovedores animarán a todos los jóvenes que los lean. Estos muchachos se negaron rotundamente a recibir sangre; al mismo tiempo, sabían razonar por sí mismos y explicarse con claridad. Me estimuló aprender que, sin importar a qué presiones y pruebas nos enfrentemos, Jehová no nos dejará sin las fuerzas y la ayuda que necesitamos.

R. T., Japón

Analfabetismo Gracias por la serie “Cómo vencer el analfabetismo” (22 de febrero de 1994). En los años cincuenta, cuando huí de China y me mudé a África del Sur, no sabía hablar ninguno de los idiomas del país. Pero los testigos de Jehová me ayudaron con paciencia a entender la Biblia en inglés. También asistía a sus reuniones, entre ellas la Escuela del Ministerio Teocrático. Poco a poco fui mejorando en el inglés, y ahora hablo con soltura en el ministerio de puerta en puerta.

W. W., África del Sur

Reencarnación Aunque mi religión es la musulmana, soy lector asiduo de ¡Despertad! Deseo expresarles mi más sincero agradecimiento por la reciente serie de artículos “¿Ha vivido usted antes? ¿Volverá a vivir otra vez?” (8 de junio de 1994). Me pareció muy informativa. Llevaba una buena temporada tratando de documentarme para corregir a algunos amigos míos que insisten en que la reencarnación es una realidad. Con estas explicaciones creo que van a admitir que hay una resurrección y que, por tanto, no puede haber reencarnación.

K. S., Nigeria