De nuestros lectores
Peligro al conducir El artículo “¿Cansancio al volante?” (“Observando el mundo”, 22 de febrero de 1994) me trajo recuerdos de cuando era camionero, hace unos veintitantos años. Me dirigía a casa después de un largo día tras el volante y me dormí. De pronto, un gran golpe me despertó, y quedé horrorizado al ver que me encontraba en el carril contrario. Había chocado contra el bordillo; menos mal que no había ningún vehículo ni peatón cerca. Aunque salí ileso, aprendí una lección que jamás olvidaré. Pude haber matado a alguien tan solo por no haberme detenido a descansar cuando lo necesitaba. ¿Cuál es mi consejo? Lea dicho artículo y póngalo en práctica.
M. Y., Inglaterra
Exceso de peso Quiero darles las gracias en especial por el artículo de “Los jóvenes preguntan...” del 22 de abril de 1994, titulado “¿Por qué estoy tan gordo?”. Tengo 13 años y siempre me consideré gorda, aunque de acuerdo con las tablas de pesos estaba dentro de lo normal. Debido a mi actitud, perdí toda confianza en mí misma y me sobrevino una depresión. En cierta ocasión hasta llegué a desear la muerte. Parece una locura, pero así es como me sentía. Gracias a Jehová y al artículo, ahora puedo afrontar mejor mi depresión.
C. S., Alemania
Una joven enferma de cáncer Acabo de leer el artículo “Cuando la vida no es fácil”, narrado por Kathy Roberson, y debo decir que me conmovió mucho (22 de agosto de 1994). Tenía que escribirles para darles mis más profundas gracias por ese artículo tan hermoso. Tengo 14 años, y en la escuela me han hostigado por ser testigo de Jehová. Aun cuando mi situación no es tan grave como la de Kathy Roberson, el ver cómo Jehová la sostuvo durante sus dificultades me ha infundido ánimo.
C. G., Estados Unidos
¡Qué artículo tan magnífico! Yo también enfermé de gravedad a los 9 años y permanecí muchos meses hospitalizada. Pero para cuando empecé la enseñanza secundaria, ya me había recuperado. ¡Qué difícil tiene que haber sido para Kathy Roberson sufrir tantas recaídas! Su actitud y fortaleza me han ayudado a ser más positiva.
D. V., Estados Unidos
Lactancia materna Estoy embarazada de nuestro segundo hijo, y espero dar a luz dentro de tres meses. Por eso, me alegré mucho cuando recibí la ¡Despertad! del 22 de agosto de 1994 y vi el artículo “Fundamentos de la lactancia materna”. Fue muy reconfortante leer un artículo que diera el mérito y la alabanza debidos al Originador de la vida. Cuando se piensa en lo bien facultada que está la mujer para alimentar a su bebé, no comprendo cómo puede haber alguien que niegue la existencia de un Creador sabio y amoroso.
L. K., Estados Unidos
Tengo la convicción de que recibirán muchas cartas de agradecimiento por este artículo. Cuando miro atrás, me doy cuenta de lo beneficiosa y práctica que resultó la decisión de amamantar a nuestros tres hijos. Sé que esta lectura animará tanto a las futuras mamás como a las que ya lo son.
C. S., Estados Unidos
Ilustraciones impresionantes Cuando vi el dibujo de la resurrección en el número del 8 de junio de 1994, mi corazón saltó de alegría. Se profundizó aun más el aprecio que siento por la maravillosa esperanza de la resurrección. Estoy segura de que será imposible expresar con palabras la felicidad que sentiré cuando vea de nuevo a mi hermana menor en el Paraíso futuro.
M. U., Japón
El afán de dinero Gracias por el artículo “El afán de dinero: raíz de todos los males” (22 de marzo de 1994). En mi país hay mucho saqueo, robo y hostigamiento público, todo por el afán de dinero. Debo decir que esta revista fue oportuna y apropiada, y disfruté mucho de ofrecerla. De hecho, algunos vendedores de pan hasta se pelearon por ellas cuando vieron que no me quedaban suficientes.
A. F. S., África occidental