De nuestros lectores

Jugar con la inmoralidad Gracias por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Qué daño causa jugar con la inmoralidad?” (8 de febrero de 1994). Mi novio solía decirme que si no me besaba o acariciaba, no podría mostrarme cuánto me amaba. Llegamos demasiado lejos, y dos semanas más tarde canceló la boda. Me sentí terriblemente mal, además de utilizada. ¡Ojalá no hubiera sido tan tonta! Gracias por publicar estos artículos que tanto necesitaba.

N. R., Estados Unidos

En cierta ocasión me entregué a las caricias apasionadas pensando que no había nada de malo en ello con tal de que no llegara al extremo de fornicar. Este artículo me hizo comprender que no podemos mofarnos de Dios porque él ve todas las cosas.

T. J., Nigeria

Siempre que me encuentro con miembros de su confesión, tomo un ejemplar de la revista ¡Despertad! Fue así como conseguí el número del 8 de febrero de 1994, cuyo artículo sobre la inmoralidad me impresionó. Las publicaciones de la Iglesia Evangélica Luterana, a la que pertenezco, no tratan estos asuntos, y se dirigen más a los homosexuales y las lesbianas. Sus revistas abordan temas que otros evitan. Admiro su valor y su fe firme.

H. S., Alemania

Les agradezco de corazón el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Qué es ‘ir demasiado lejos’?” (22 de octubre de 1993). Soy novia de un joven cristiano. A pesar de que los besuqueos y las caricias son corrientes en nuestra comunidad, fijamos límites a las expresiones de cariño desde el mismo principio. No es fácil seguir las normas justas de Jehová, y estoy segura de que este artículo ayudará a muchos.

P. S. F., Brasil

A pesar de que tengo 26 años, los artículos de la sección “Los jóvenes preguntan...” son muy valiosos para mí. Siempre me había perturbado este asunto en particular, y estoy muy contenta de que este artículo haya definido con claridad y precisión qué es ir demasiado lejos.

V. V., Bélgica

Zonas húmedas Les escribo con motivo del artículo “Las zonas húmedas del mundo: tesoros ecológicos expoliados” (22 de enero de 1994). Las fotografías sirvieron para recalcar la obligación que tenemos de mantener la creación de Jehová en todo su esplendor. Me alegra saber que Dios pronto ‘causará la ruina de los que están arruinando la tierra’. (Revelación [Apocalipsis] 11:18.)

Z. C. B. S., Brasil

Soy un adolescente. Leí el artículo, y me di cuenta de que se está acabando con la naturaleza en muchas partes del mundo. Ahora veo que aunque el hombre hable de unir esfuerzos para resolver el problema, es incapaz de lograrlo. Por eso deseo hacer todo lo posible por estudiar la Biblia y estar en el Paraíso que Dios promete.

Y. K., Japón

El artículo es un magnífico ejemplo de cómo el placer de leer ¡Despertad! se deriva no solo de su contenido, sino también de su composición y presentación: con fotografías de excelente calidad y un diseño pulcro y llamativo. Muchas gracias.

M. E., Canadá

Sobreviviente de un campo de concentración Me alentó mucho la experiencia de Feliks Borys, titulada “La fe en Dios me protegió” (22 de febrero de 1994). Su lectura me puso literalmente la carne de gallina, y tuve que luchar para contener las lágrimas. Me dio fuerzas para seguir perseverando en las pruebas.

A. C., Italia

El artículo me ayudó a apreciar aún más el poder de Jehová para proteger a los que confían en él. Fue muy conmovedor leer la manera asombrosa en que Jehová respondió a las oraciones de Feliks Borys.

E. F., Suecia