Seminarios para mejorar las relaciones entre médicos y testigos de Jehová
LA LEY de Dios prohíbe a los cristianos introducir sangre en su cuerpo del modo que sea. (Hechos 15:28, 29.) En ocasiones, la obediencia a esta norma ha originado malentendidos, y como consecuencia se les han negado otras modalidades terapéuticas efectivas que pueden utilizarse al tratar sus problemas de salud.
Con el objeto de fomentar la concordia y ayudar a los médicos a administrar un tratamiento que no incluya sangre, los testigos de Jehová han instituido un práctico servicio de enlace. El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová creó los Servicios de Información sobre Hospitales (SIH) en Brooklyn (Nueva York), con el fin de preparar a ancianos seleccionados para que formen parte de Comités de Enlace con los Hospitales (CEH). Los resultados de la investigación médica realizada se dan a conocer a través de seminarios a los comités, y estos, a su vez, los hacen llegar a los médicos y centros de salud. Asimismo pueden coordinar la consulta con otros médicos de experiencia con el objetivo de evitar enfrentamientos.
¿Ha tenido éxito este programa? ¿Ha sido útil la información presentada? ¿Cuál ha sido la reacción de los médicos? Las siguientes impresiones de un facultativo que asistió hace poco a uno de tales seminarios son informativas y alentadoras.
“Espero que estas impresiones sinceras les sean de utilidad.
”Antes que nada, permítanme decirles que considero un privilegio haber sido invitado al segundo Seminario de los Comités de Enlace con los Hospitales, presentado por personal de los Servicios de Información sobre Hospitales de la sede mundial de los testigos de Jehová de Nueva York. La reunión colmó mis expectativas; es más: las superó ampliamente. Los comentarios iniciales del presidente marcaron la pauta de las sesiones de los dos días. Sus palabras recalcaron que los CEH no son solo un mecanismo para responder a las necesidades de los Testigos durante su hospitalización, sino que también ofrecen una excelente oportunidad de acabar con muchos de los mitos que existen en torno a los Testigos en la mente del público en general, así como de médicos, administradores de hospitales y otros profesionales de la salud.
”Para muchas de estas personas es revelador saber que los testigos de Jehová no se parecen en nada a los miembros de la Iglesia de la Ciencia Cristiana en lo que atañe a sus convicciones médicas. Los Testigos no ejercen ningún ‘derecho a morir’ ni intentan ser mártires. Tampoco es la cuestión de la sangre un dictamen de la organización, sino una creencia personal sincera. Tales revelaciones subrayan el carácter docente de los CEH. Sí; por extraño que parezca, hasta los médicos son educables y tienen mucho que aprender sobre procedimientos médicos sin sangre. Continuamente me quedo asombrado del alcance y la profundidad de la información proporcionada a través de este medio, mucha de la cual es del todo nueva para mí. Pero los fines educativos de los CEH no terminan ahí: trascienden a administradores de hospitales, servicios sociales e incluso a funcionarios de la rama judicial.
”Los comités hacen enormes esfuerzos para tratar de encontrar doctores que cooperen con las creencias de los Testigos y conseguir su apoyo. Claro está que su acción rebasa los límites de la comunidad médica, pues lo mismo establecen relaciones laborales con abogados y jueces que con hospitales y trabajadores de la salud. Seguramente el mensaje principal que han de transmitir es que los testigos de Jehová no son personas fanáticas, sino razonables, y que solo buscan sustitutivos aceptables de la sangre. [...] El empleo de la sangre entraña graves peligros, y no cabe duda de que los CEH desempeñan una función importante en exponer dichos peligros y recalcar al colectivo médico los riesgos potenciales de la sangre y sus derivados.
”Los datos que los Servicios de Información sobre Hospitales y la Sociedad Watch Tower envían a los CEH me dejan siempre asombrado; mas como puede atestiguar todo buen trabajador, prácticamente no existe tarea irrealizable si se cuenta con las herramientas apropiadas. [...] Me fascinó oír hablar de la infraestructura que han ideado para responder con rapidez y eficiencia a casi toda emergencia médica que surja. Los integrantes de los CEH están preparados para obtener datos demográficos esenciales, formarse enseguida un juicio de la actitud de los médicos y hospitales, y determinar con exactitud la urgencia de la situación y la amenaza potencial de que el hospital acuda a la vía judicial para que se le autorice administrar una transfusión.
”Se examinaron varias maneras de precisar las necesidades y los deseos de los pacientes Testigos, de tratar con los familiares no creyentes e incluso de prescindir de un médico y transferir al paciente a un establecimiento clínico más sensible a las necesidades de los Testigos. Se destacó la interacción de los CEH con la prensa, y recibimos pautas en las que se volvía a enfatizar el punto principal de que los Testigos no se niegan a recibir todo tratamiento médico; solo rechazan la sangre. La situación se puede comparar más o menos a la de un católico devoto que acepta todo tipo de cirugía menos el aborto.
”Los miembros de los comités de enlace están capacitados para contestar a muchas de las preguntas que comúnmente plantean los médicos y los hospitales, y de cuando en cuando hasta los mismos Testigos, sobre temas como la aceptación de inmunoglobulinas o albúmina, el uso de crioprecipitados y el empleo de procedimientos médicos como la hemodilución, la circulación extracorporal, el cell saver y la hemodiálisis.
”Me gustó mucho el fascinante análisis que realizaron de los factores judiciales implicados en la comprensión y aplicación de la ley para defender a los Testigos y sus creencias religiosas. Los veredictos en los que se fundamenta la defensa de su derecho de autodeterminación en cuestiones médicas constituyen una materia de estudio apasionante. Algunos quizás juzguen excesivo y hasta innecesario el trabajo del Comité de Enlace con los Hospitales; pero la verdad es que esta red de servicios de apoyo es esencial. Todos los días me encuentro con pacientes Testigos que desconocen el entorno hospitalario y la existencia de muchas alternativas médicas no sanguíneas. Además, muy pocas personas podrían conocer a tantos facultativos dispuestos a colaborar como los comités, o estar tan bien enteradas de los derechos y responsabilidades legales que tenemos al buscar tratamiento sin sangre.
”Permítanme hacer un breve paréntesis para aplaudir la labor de los SIH. Soy cardiólogo intervencionista, y dispongo de muy poco tiempo para leer la media docena de revistas que guardan relación directa con mi subespecialidad, mucho menos para leer la cantidad mayor de publicaciones sobre medicina interna. Sería imposible hallar en el enorme pajar de la literatura médica las referencias que ofrecen soluciones específicas a los problemas a los que me enfrento al tratar sin sangre a mis pacientes. Aquí viene de nuevo la Sociedad en mi auxilio al suministrarme un imán para extraer la aguja de información pertinente de entre el pajar proverbial de artículos médicos.
”Las constantes actualizaciones que llegan de Brooklyn me sirven para mantenerme al corriente de los últimos adelantos que pudieran tener algún impacto en el ejercicio de mi profesión. Estas son mucho más rigurosas y convincentes que las reseñas de revistas médicas disponibles por computadora que conozco. Claro que así deben ser, considerando todo lo que está en juego.” (Carta del Dr. Stephen E. Pope, cardiólogo del sector de la bahía de San Francisco [California, E.U.A.].)
[Recuadro en la página 20]
• En Estados Unidos hay unos dieciocho mil médicos dispuestos a tratar a los testigos de Jehová sin transfusiones sanguíneas. La cifra mundial es de 50.000.
• En Estados Unidos existen 45 centros médicos que realizan cirugía y ofrecen tratamiento sin sangre. La cifra mundial es de 80.