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  • Los peligros de conducir con sueño
  • ¡Despertad! 1995
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¡Despertad! 1995
g95 8/7 pág. 27

Los peligros de conducir con sueño

CAUSA aproximadamente seiscientos mil accidentes y doce mil muertes anuales en las carreteras de Estados Unidos. Se le imputa el 40% de los accidentes mortales ocurridos en los últimos años en una de las principales autopistas del estado de Nueva York. Todos estos siniestros se produjeron, no por conducir bajo los efectos de la droga o del alcohol, sino del sueño. Según la opinión de algunos expertos, el problema no radica en algún trastorno del sueño, como la apnea o el insomnio, sino sencillamente en el estilo de vida de los años noventa. “Los estadounidenses duermen menos que unos años atrás”, dice el doctor William Dement del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Stanford. Dave Willis, director ejecutivo de la Fundación para la Seguridad Vial de la Asociación Automovilística Americana, dice: “La gente trata de abarcar demasiado”.

Lo más preocupante es que muchos conductores soñolientos se duermen momentáneamente sin darse cuenta. Un “microsueño”, como lo denominan los expertos, puede durar tan solo unos segundos, pero los efectos acumulativos pueden ser terribles. “Recordaba haber dejado atrás la salida 17 y de pronto vi las señales para la salida 21 —relata cierto conductor—. ‘¿Dónde estaba yo para no ver las otras salidas?’, pensé. Uno se da cuenta de que el solo hecho de llegar a donde se dirige ya es un milagro.”

La mejor manera de combatir la fatiga al volante es detenerse y descansar. Puede que todo lo que se necesite sea echarse un sueño durante 10 ó 20 minutos en un lugar seguro. Mejor aún, sea realista cuando planifique un viaje. No trate de recorrer más distancia de la que su cuerpo le permita. Respete también su reloj interno evitando conducir demasiado tiempo de noche y procurando descansar bien antes de emprender el viaje. Ante todo, nunca subestime el peligro de conducir con sueño. Mark Hammer, del Instituto de Nueva York para la Investigación y Dirección de la Seguridad Vial, dice: “Es igual de peligroso que sentarse al volante de un automóvil tras haberse tomado cinco copas”.

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